Crítica al Capitalismo (II parte)

El circo electoral y los “acercamientos” de la clase política dominante

Una de las cosas más curiosas que nos toca vivir dentro de una formación socioeconómica capitalista es ver cómo las personas votan obedientemente cada cierto tiempo, sabiendo de antemano de que sus vidas no podrán cambiar en absoluto sea quien sea elegido. Ignoran por completo de que su voto habrá de reafirmar y reproducir el mismo modelo económico que los gobierna y los oprime.

Y lo real es que: mientras no exista una voluntad real de cambiar el modelo económico capitalista los problemas del pueblo seguirán siendo tanto igual como peor.

Muchos saben del juego de las promesas que los políticos suelen utilizar para poder conquistar el voto de algunos, sin embargo solemos verlos votar una y otra vez como embobados por cumplir con lo que ellos denominan su “deber cívico”.

Lo curioso es que suelen sentirse “diferentes” al resto que no vota, como diciéndoles: “¿No votas? Entonces no tienes derecho a opinar”.

La única ocasión donde las personas suelen sentirse con poder de decisión o con algún grado de “conciencia política” es cuando son llamados a alguna elección.

Por lo general las Masas dentro de formaciones socioeconómicas capitalistas suelen con orgullo declararse contrarios a toda política o autodeclararse “apolíticos”. Siendo todo lo contrario cuando les toca dar su voto a uno u otro candidato.

Por otra parte, algo que caracteriza a la clase política dominante es que en tiempos de elecciones suelen acercarse al pueblo con sus sonrisas, “regalos” y sus compromisos de palabra con la gente, y cuando son elegidos o al término de las elecciones, independientemente de que hayan ganado o no, se olvidan rápidamente de que existe un pueblo y que está allí. Y los vemos cómodamente sentados en sus oficinas recibiendo sueldos descarados y esperando a que el pueblo que votó por ellos se vayan a prácticamente humillar para poder conseguir tal o cual cosa. Siendo que éstos son elegidos para que trabajen para el pueblo que los eligió, pero al final claramente los vemos trabajar para resguardar sus propios intereses y los intereses del gran empresariado o grandes grupos económicos.

El pueblo o buena parte del pueblo acostumbra a caer una y otra vez bajo los encantos de la retórica de la clase política dominante. Los llenan con arreglarles el mundo repetidamente para después seguirles pisoteando año tras año.

¿Cuántos de nosotros, elecciones tras elecciones, hemos escuchado hasta el cansancio frases tales como: acabar con la delincuencia, acabar con la pobreza, dar más trabajo, más seguridad, acabar con el desempleo, mejorar la educación, que los jóvenes todos puedan acceder a la educación superior, mejorar la salud, mejorar los derechos de los trabajadores, acabar con la corrupción y la burocracia, tener sueldos justos, etc.?

¿Cuánto de aquellas frases se ha concretado? Ellos responderán: “estamos avanzando por erradicar esto y aquello; estamos avanzando por mejorar esto y lo otro”. Y en las próximas elecciones, de una manera “inteligente” otros de su propia estirpe declararán: “continuaremos trabajando y avanzando para poder erradicar esto y aquello; continuaremos trabajando duro para ir avanzando en esto y lo otro. Por todo ello: vote por nosotros, vote por el cambio, por el futuro, etc”.

Y sus opositores declararán en contra: “en su gobierno no lograron erradicar esto y aquello; no lograron avanzar lo suficiente en mejorar esto y lo otro. Nosotros sí lo lograremos, porque tenemos el mejor equipo de trabajo y nos mueve nuestro fiel compromiso con la gente. Por todo ello: vote por nosotros, no vote por el continuismo. Vote por la esperanza, por un futuro mejor y de calidad, etc.”.

Pero gobierno tras gobierno los mismos problemas siguen estando sobre la mesa con sus famosos “índices”:

-la delincuencia subiendo-bajando-subiendo

-la pobreza subiendo-bajando-subiendo

-el trabajo bajando-subiendo-bajando

-la seguridad bajando-subiendo-bajando

-el desempleo subiendo-bajando-subiendo

-la educación desmejorando-mejorando-desmejorando

-el acceso a la educación superior desmejorando-mejorando-desmejorando

-la salud desmejorando-mejorando-desmejorando

-los derechos de los trabajadores desmejorando-mejorando-desmejorando

-la corrupción y la burocracia aumentando-disminuyendo-aumentando

-los sueldos prácticamente ni aumentando ni disminuyendo, o más bien disminuyendo más que aumentando en relación con las famosas y fastidiosas alzas de precios al consumidor. Aumentando sólo en el sentido simbólico.

-etc.

Y si por alguna razón se les ocurriera meter dentro de su retórica algo como “cambiar el modelo económico”, será únicamente para ajustarse a ciertas circunstancias y proclamar ciertas modificaciones atractivas dentro del discurso, como por ejemplo: “humanizar el capitalismo”. Pero nunca dentro de sus cabezas estará la posibilidad de acabar con el Modelo Económico Capitalista.

¿Hasta cuándo los pueblos pondrán punto final al descaro desvergonzado de la clase política dominante?

La Clase política dominante y sus “acercamientos”

La clase política dominante suele tener acercamientos PERMANENTES (en un sentido práctico) con la clase empresarial o grupos económicos dominantes, todo lo contrario cuando se trata de acercamientos al pueblo. Los acercamientos al pueblo, por parte de la clase política dominante, se reducen a acercamientos PERIÓDICOS (elecciones, etc.), ESPORÁDICOS (problemas puntuales, etc.), y PERMANENTES (en un sentido mediático).

Ejemplos: PERIÓDICOS cuando necesitan obtener el voto del pueblo; ESPORÁDICOS cuando la gravedad de ciertos problemas se ven acentuados; y PERMANTES cuando se necesita estar presentes ante los ojos de los gobernados y dar señales de actividad o permanencia.

Ahora bien, podemos también dividir estos acercamientos entre: la clase política dominante en el “Poder” y la clase política dominante de “Oposición”.

La clase política dominante en el “Poder” o en el gobierno, por lo general suele tener nulo acercamiento al pueblo, sin embargo estos “acercamientos” se dan de distintas formas que bien los podríamos subdividir en acercamientos MEDIATICOS, BUROCRATICOS y acercamientos SUBREPTICIOS.

Los acercamientos MEDIATICOS son los que más abundan pero desde un plano específicamente propagandístico. Estos “acercamientos” sirven más que nada para las cámaras y las fotografías con los “beneficiados”, para “limpiar su imagen” o cuando no tienen otra alternativa que “dar la cara” cuando ciertos problemas se ven amplificados por ciertos Medios.

Los acercamientos BUROCRATICOS tienen que ver más que nada con los órganos estatales y su relación de poder frente a los gobernados.

Y por último los acercamientos SUBREPTICIOS. Estos acercamientos están relacionados con organizaciones u órganos afines al MODELO con funciones por lo general asistencialistas, que vienen de algún modo a llenar, desarticular u obstaculizar los espacios de organización que podrían muy bien generarse desde las entrañas del pueblo mismo.

En cambio, los acercamientos de la clase dominante de “Oposición” si bien siguen siendo igual de ESPORÁDICOS, estos cumplen una función que es la de sumar “simpatías” entre el pueblo para que el día de mañana el “gran favor” sea devuelto en forma de voto en futuras elecciones. Estos se dan generalmente de forma MEDIATICA o bien de manera SUBREPTICIA.

SOCIALISMO O MUERTE!!!

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Níkolas Stolpkin


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