En la comparecencia del Cardenal Urosa (el 27 de julio del 2010), en la Asamblea Nacional, al salir, a eso de las 4:58 pm., expresó que cuando él hace referencia al “socialismo marxista”, lo hace en analogía directa al “comunismo”. En este aspecto advertimos un profundo desconocimiento del “marxismo”, como teoría política, y del “comunismo” como organización política de la sociedad. Por lo tanto, se hace necesario aclarar estos conceptos.
El socialismo fue entendido por el alemán Karl Marx (1818-1883), como la organización de una sociedad fraternal, sin división del trabajo; el reino de la libertad y la asociación, sin conflictos entre ellas. Aunque esta visión no fue la esencia de su pensamiento, sino un eje transversal de los valores que debían ocupar una sociedad que aspiraba liberarse de la explotación y dependencia de clases dominantes, Marx, conjuntamente con Engels, se ocupó de elaborar un mapa histórico-interpretativo del capitalismo modélico de los ingleses, que era paradigma y excepción en su época.
El aporte de Marx no llega a ser una filosofía de la historia ni una teoría de la sociedad; su aporte es antropológico-político, partiendo de la concepción del hombre como animal trabajador y modificador del mundo, que en sociedad obtiene su conciencia de la práctica y la verdad de la autoproducción, que fue la característica del hombre influenciado por el humanismo renacentista del siglo XVI.
En este aspecto, la filosofía revolucionaria de Marx, queda categorizada para un futuro en donde la sociedad emancipada asuma su autocreación y por ende los criterios de dominación ya no existan; es una sociedad en transito a un nivel superior y que sólo ocurre cuando los sistemas capitalistas no den más de sí y las relaciones de producción sean incompatibles con el modo de producción. Lo paradójico de esta postura es que han sido fundadas y promovidas en la historia de la humanidad del siglo XX, y parte de este siglo XXI, por gente que se denomina marxista pero que invocan a Marx con error, y sin conocerlo.
A todo esto, lo que Marx escribió está claramente dibujado en su carta a Joseph Weydemeyer (1818-1866, militar oficial en el Reino de Prusia y el Estados Unidos, así como periodista, político y marxista revolucionaria) quien en marzo de 1852, le dice: "Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas del desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases..." Llegar a esa sociedad ideal era el inicio ha la socialización de la sociedad; por ningún lado prevalecía la idea de una estructura “comunista” en las condiciones conservadoras de la sociedad de entonces, ni la sociedad del futuro.
Ahora bien, qué se entiende por comunismo; la mayoría de los teóricos del siglo XIX, lo definieron como la organización social basada en la comunidad de los medios sociales de producción y los bienes producidos mediante los mismos; a diferencia de lo que acontece en el socialismo, el comunismo implica la abolición de la división del trabajo y por ende del dinero; como movimiento socio-político, es una corriente cuyo principal objetivo histórico es, y en esta aspecto Marx legó algunas ideas, la supresión revolucionaria de la sociedad capitalista en tanto última forma de sociedad con clases, y el establecimiento de una sociedad socialista como paso previo a la construcción gradual de una organización social comunista. En una palabra, “comunismo” es un objetivo o fin que toda sociedad humana se puede plantear como búsqueda de su autodeterminación; el socialismo es un medio que va a diversos puertos que confluyen en la idea de una sociedad fraternal, sin división del trabajo, bajo el reino de la libertad y la asociación, sin conflictos.
El comunismo, es un estado social en el cual no existe ni la propiedad privada de los medios de producción, ni el Estado, ni las clases sociales; esta descripción no cabe en el marco del ideal del “socialismo del siglo XXI”, por lo tanto no debe verse como un fin último. El comunismo no tolera grupos humanos explotados por otros; aboga por el establecimiento de un estado social, el cual tiene sus raíces en el ideario del pensamiento occidental y en toda su historia, basta recordar la postura de Platón, la de las comuniades cristianas primitivas, la de los movimientos místicos medievales, o la de algunos movimientos que nacieron en la Revolución Francesa; para apreciar que la sociedad necesitaba sincerar sus derechos y profundizar los deberes, en la búsqueda de conquistar el equilibrio y la paz en convivencia civilizada. El comunismo es un planteamiento ideológico del fin último más deseado, pero no por ello el que se pudiera alcanzar, dado que amerita el concurso de propios y extraños, y la consolidación de una conciencia socialista humanista y revolucionaria.
Como se ve, el socialismo marxista es un acercamiento al ideario de una sociedad fraternal, igualitaria y solidaria; el comunismo es la consolidación de un estado social que llega a un punto de madurez histórico, luego de haber asumido una conciencia socialista desde los diversos ángulos de la convivencia social. No tiene ninguna relación de iguales estos conceptos, por lo tanto el Cardenal Urosa hizo una tremendura etimológica, que para su suerte, no es pecado, sino ignorancia; por lo cual, por hoy, se salva de la penitencia.
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