Alguna vez supe que una de las diferencias entre el ser humano y nuestros ancestros los chimpancés, es que estos últimos no mueven el pulgar de sus manos como nosotros. Lo comprobé este fin de semana cuando mi pulgar derecho, para más desgracia de una “derecha”, quedó inutilizado por dolor. Y como consecuencia yo casi inútil. Para cuando esto escribía, pues casi nunca uso ese dedo para escribir, en computadora se entiende, no tengo ningún diagnóstico. Tengo la irresponsable costumbre de hacer consultas “por teléfono”. Eso de que los médicos me “vean” suele ser siempre casi un eufemismo. Sólo me “oyen”. Lo cierto es que el dedito de marras me impidió hacer varias cosas el fin de semana. La que más lamenté fue no asistir al “Concierto en el parque” organizado por la Alcaldía de Caracas en el marco del 443 aniversario de la fundación de Caracas. Así que lo “vi” y “oí” por la televisión. Tipo consulta médica vía la patente registrada por Graham Bell.
Bituaya, Buena fe y Calle 13 se encontraron en el parque de Los Caobos en Caracas. Lo trasmitió TVES y logré ver sólo los dos últimos grupos, porque el pulgar me sacó de casa a buscar una inyección milagrosa recetada, adivinen, vía teléfono. No obstante, eso no impidió que me enterara de lo que allí acontecía según la nada objetiva impresión de los tuiteros a los que sigo. Como siempre cada quien matando sus piojos a placer. Unos, la mayoría según mi tampoco nada objetiva selección de “perseguidos”, narrando el “Concierto en el parque” y otros tratando de comprobar la veracidad de un supuesto secuestro de un niño en el Sambil del Valencia.
Recordaba mientras disfrutaba de la transmisión de TVES que al final decayó en calidad no entendí muy bien por qué, que hace casi un año se desató una polémica en el país a raíz de la organización de un concierto en homenaje a Alí Primera en La Carlota. Una de las críticas más ácidas fue dirigida a la participación de la agrupación liderada por el puertorriqueño René Pérez. Ciudad CCS, en esos tiempos pegando sus primeros lecos de recién nacido, le dio espacio a la polémica y al disenso, en la que participé con un escrito llamado Hija 13.
El sábado el concierto era en homenaje a Caracas. Una Caracas que lucha para construir el socialismo. Una Caracas que día a día rescata los espacios públicos para arrebatárselos a la delincuencia. Para llenarlos de luz y de gente. Una Caracas que es Venezuela y por eso bien vale repetir la arenga de René Pérez en ese concierto en el Parque: “¡Vamos Caracas! ¡No nos van a parar! ¡Una sola bandera Venezuela! ¡Un solo país, un solo pueblo!” Y miles, desde las entrañas de Los Caobos lo siguieron: “No nos van a parar”. Y es que nos nos van a parar. Así va a ser. “A fuego”. No nos van a parar, porque triunfará la paz.
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