El sector que se opone a las políticas de cambio, sigue demostrando que tiene todas las de perder en las próximas elecciones parlamentarias del 26 de Septiembre de 2010. No tienen entusiasmo, hacen una tímida propaganda que aparenta una participación, pero es realmente efimera . De allí que indiscutiblemente existe otra alternativa que tienen en marcha y es lo que se conoce como “el plan B”. Buscan crear todas las condiciones adversas al proceso democrático en Venezuela. Pretenden inclinar la balanza a favor de una salida violenta, fraguando, como siempre lo han hecho desde el año 2002, el golpe de Estado. Eso está en sus cálculos, no se retiran del juego electoral como lo hicieran en las elecciones del 2005, pero ya afilaron sus garras para enterrarlas en el corazón de la sociedad venezolana. Tienen un compromiso con las agencias internacionales financistas del sabotaje y la conjura contra el Presidente venezolano. Están preparados para salir a las calles y gritar fraude, no tienen opción diferente, están totalmente postrados porque se sienten y se saben derrotados. La táctica es nuevamente, descalificar al Consejo Nacional Electoral (CNE), deslegitimar su autoridad moral y producir una condena internacional al gobierno constitucional dirigido por el Presidente Hugo Chávez Frías.
Las posibilidades de quitarle la mayoría en la Asamblea Nacional al chavismo es difícil para no decir imposible. Conocen muy bien los oposicionistas de la maquinaria psuvista, esta se mueve a buen ritmo y no hay ningún detalle que indique probabilidad alguna de derrota al PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Ya están asegurados millones de votos de su propia militancia y la verdad es que el liderazgo del Comandante Chávez, es evidentemente irrefutable e imbatible. Es un fenómeno histórico y político. En Venezuela aclaman y defienden a su Actual Presidente, porque Chávez se la juega con su pueblo. Hasta ahora, todas las estrategias contrarias a la revolución, han fracasado, no encuentran un discurso convincente. Se fijaron en la delincuencia como instrumento político y de allí no han podido salir, están atascados sin poder avanzar, no dan pasos indicadores de su optimismo, está la oposición actuando de manera muy lenta casi en silencio. Esas características en pleno periodo de campaña electoral llaman poderosamente la atención y es por ello que mucha gente se pregunta ¿Dónde están los contrarios a Chávez?
El pueblo humilde con la pobreza heredada de muchos años de abandono gubernamental, está siendo tomado en cuenta, se combate la pobreza y el índice de desarrollo humano en Venezuela aumenta y es reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), también sus avances educativos, salud y toda la política de inclusión social. Por cierto que se acaban de pensionar a miles de pescadores de edad avanzada, que nunca habían tenido seguridad social, comenzaron por el Estado Falcón. Eso es parte de la inclusión social que avanza sin descanso, para disminuir la desigualdad. El asunto que les preocupa a los opositores es el poder. ¿Cómo sacar a Chávez de la Presidencia de la Republica? Esa es la meta, no hay otra. Por ello, aspiran llegar a la Asamblea Nacional, no creen en el proceso electoral pero participan. ¿Para qué? Quieren repetir la escena de la República de Honduras, en Centro America.
El Presidente Manuel Zelaya fue destituido por un golpe de Estado y el parlamento Nacional lo avala y justifica, colocando como primer mandatario interino al presidente de la Asamblea hondureña Roberto Micheletti llamando luego a unas elecciones en medio de la ilegalidad. La OEA (Organización de Estados Americanos), desconoció más de una vez al gobierno instalado por la fuerza, pero sin desmontarlo. Venezuela tiene otras condiciones políticas y se están preparando por los caminos de la conspiración y la denuncia del fraude electoral. Pero en este momento el PSUV, está motivando nacionalmente a sus militantes para que acudan a votar.
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