A lo sumo, podría atenuarse los “dolores del parto”, según aconsejó Karl Marx. [ii], quien con esto daba “luz verde” al aserto aristotélico sobre: “natura non facit saltus”. Pensamos que elucubraciones como estas podrían haber desbrozado el camino al científico y político Vladimir Ilich Lenin, bolchevique y primer gobernante proletario durante la incipiente Rusia soviética, y sería así cómo él arribó al descubrimiento de la importante ley dialéctica del Desarrollo Desigual y Combinado.
En obediencia o respeto a esa ley, los fenómenos transitan por fases intermedias preparatorias de la extinción gradual del modo saliente, y concomitantemente alumbradores de los prolegómenos del modo siguiente hasta su definitiva implantación. Digamos que, en líneas gruesas, del modo burgués se pasa a la fase socialista, durante la cual se va liquidando atenuada y progresivamente el primero y con ello va dándosele la bienvenida al modo comunista.
En el caso de la China “comunista”, nos parece que esta Economía es un prototípico ejemplo de cómo están coexistiendo en ella 2 modos de producción. Así, la sobrepoblada Economía China nos luce parcialmente socialista para sus adentros, para su población proletaria, aunque, “malas o buenas lenguas” (algunos observadores mediáticos) afirman que allá se cultiva todavía el modo esclavista[iii]. De igual manera, China, fuera de sus fronteras geográficas, asume un régimen capitalista altamente desarrollado y heredado de su “fructífera” experiencia burguesa en la Hong Kong, sesquicentenaria colonia inglesa y burguesa.
Ese desarrollo industrial la capacita para competir ventajosamente con los imperios capitalistas occidentales de viejo cuño que han ejercido dominio en las economías americanas desde los mismos tiempos de Simón Bolívar.
Corolario: Sobre las bases del carácter apátrida del capital, con ayuda de los modernos transportes transatlánticos, con la de la comunicación satelital en pleno proceso de perfeccionamiento, y gracias a la virtualidad de las operaciones cambiarias mercantiles, y debido también a las innegables ventajas comparativas de un país que cuenta con la población proletaria más numerosa del planeta, sobre esas bases, colegimos que Venezuela estaría ahora trocando su comercio exterior con la misma alta burguesía de todos los tiempos modernos, sólo que ahora se trata de capitales fundidos accionariamente en empresas sitas en una China que se nos vende como “socialista”, pero que, desigual y combinadamente, opera con los mismos intereses lucrativos capitalistas de todos los tiempos, aunque se trataría de una competencia ruinosa para los burgueses medios y menores norteamericanos que, desde luego, por ahora “no van pa’l baile” en esta reconfiguración del capitalismo transnacional.
[i] Manuel C. Martínez M./Pedro González H., “La última matrioshka en las Investigaciones del Micromundo” ( AsoVac, Acta Científica Venezolana, 1990, p. 119 )
[ii] Karl Marx, “El Capital, Tomo I, Prefacio Primera Edición Alemana”.
[iii] http://www.forosperu.net/
marmac@cantv.net