(i) sigue la cúpula siendo el ente que decide todo (mejor conocido como el dedo);
(ii) se apropia de las instancias populares y se le arrebata al colectivo organizado la potestad de la participación para definir su propio destino;
(iii) se organiza a la militancia para asumir el poder desde la concepción burocrática sinónimo de usufructo del poder;
(iv) ausencia de humildad en las inter-relaciones personales, auspiciando consciente o inconscientemente la rivalidad entre todos y la arrogancia individual;
(v) actitud sectaria en lo que respecta a la creación de una plataforma que unifique a todos los factores “revolucionarios” para alcanzar las metas estratégicas de la revolución.
Ahora bien, estamos en una coyuntura que hace propicio el momento para empatarse en la transformación revolucionaria. La coyuntura más significativa que genera el 2012: la reelección presidencial,tiene que estimular a todos las organizaciones políticas, principalmente alPSUV, a asumir un nuevo rol. La intermediación clientelar no puede ser el fin del partido. Mucho menos ahora cuando esa gestión la van a cumplir los Consejos Comunales. El surgimiento de los Voceros, como instrumento que lleva la voz de la instancia real del poder como lo es la Asamblea de Ciudadanos, incide de manera determinante en derrumbar la estructura cupular como entidad rectora de las decisiones que le competen al colectivo. La vocería también va a dejar de lado la rivalidad; pues, ya no será el individuo, alcalde, concejal, diputado, gobernador, candidato o cualquier elemento que administre una cuota del poder del Estado, quien tomará las decisiones. Éstas, serán procesadas en colectivo bajo la metodología asamblearia. Por eso es que los rasgos predominantes para alcanzar la meta de la reelección en el 2012 con 10 millones de votos está basada en la conciencia de la militancia de base del PSUV para acoplarse a la nueva dinámica morfogenética que exige el surgimiento de la fuerza de abajo hacia arriba.
Es significativo señalar que el paradigma establecido en 1997, la revolución se busca, se alcanza, se consolida por la vía electoral. Y esa vía la construye el partido político. Pero, ojo con esto, no es la vía electoral para usufructuar el poder. Eso es repetir el esquemareformista de la IV República. El acto electoral a asumir el Partido en su nuevo rol es el revolucionario: ir a las elecciones para tomar el poder y transferirlo a la comunidad organizada. Complementa la razón de ser del partido político metiéndose de lleno en darle consistencia a los postulados del poder popular. Su lucha está orientada a:
(i) darle sustentabilidad a la formación ideológica y a la enseñanza cultural de la concepción revolucionaria como cambio de estructura;
(ii) profundizar las diferencias entre reforma y revolución a fin de que se asuman las fases del Proceso para consolidar el bien común del colectivo y el buenvivir;
(iii) capacitar a las comunidades para el ejercicio del poder popular;
(iv) generar la carrera del militante político con base en la formación teórica, su ejercitación práctica y su sometimiento a las decisiones asamblearias;
(v) contribuir con el poder del Estado en la preparación del pueblo para la defensa integral de la Nación;
(vi) estimular la convicción que la revolución no es pragmatismo sino espiritualidad, lo que determina una concepción del mundo y de la vida totalmente diferente a la reformista; y
(vii) luchar internamente para establecer en su militancia, incluyendo a sus dirigentes, que en la revolución la rivalidad no es la esencia, lo es la humildad.
O el Partido, específicamente el PSUV, se acopla a su nuevo rol o el pueblo organizado le pasará por encima.
Para entender las causas por las cuales existe una derecha dentro del Proceso Bolivariano, es necesario ubicarse en el contexto de los antecedentes más recientes. A mi juicio, la visión más cercana, se obtiene a partir de 1996.Específicamente al analizar la composición ideológica del MBR-200 en ese momento. Aclaro, a quienes no conocen el germen revolucionario del Proceso, que el MBR-200 (Movimiento Bolivariano Revolucionario-200) se organizó de manera clandestina dentro de la Fuerza Armada Nacional a partir de 1982. Diez años más tarde irrumpe en la escena política metiéndose en el alma de los venezolanos, con el intento revolucionario del 4F de 1992 que liderizó Hugo Chávez. A partir de entonces el MBR-200 se hizo público e inició su acción política en todo el país.
En 1996, dentro del MBR-200 existió una corriente con una visión revolucionaria cuyo sustento ideológico era la interpretación marxista de la toma del poder. No obstante, confluían también otras formas de entender la lucha política. Se encontraba el sector militar que procedía de los intentos del 92 junto con otros que ya estaban fuera de la vida militar activa. Esa corriente tampoco era única. Las tendencias se inclinaban desde el militarismo a ultranza, hasta las más radicales posiciones revolucionarias. Existía también otro sector que procedía del activismo político de la derecha que no conciliaba con el sector militar, pero que síbuscaba un cambio para el país. Además grupos procedentes de la izquierda que asumían el proyecto del MBR-200, bien porque no encontraron sus realizaciones en esas organizaciones o por que éstas desaparecieron. Formaban parte también del MBR-200, los fanáticos seguidores del fenómeno socio-político Chávez que, impregnados del espíritu del 4F, buscaban la vía de reparar sus frustraciones por estar al margen del sistema social y así ver reivindicadas sus esperanzas. Este era el cuadro ideológico que componía la estructura de sostén del MBR-200 en 1996.
Destaco este hecho, porque el MBR-200 decidió en abril de 1997 cambiar su táctica política, sustentada en buscar la revolución por la vía violenta, asumiendo entonces la toma del poder por el camino electoral. Para ello crea el Movimiento V República (MVR) al cual organiza como una estructura electoral abriendo suspuertas a las masas y sectores que veían en Hugo Chávez al hombre que reivindicaría sus expectativas frustradas.
Tanto el MBR-200 como el MVR no fueron organizaciones políticas con una base ideológica homogénea. El espectro de las tendencias así como el abanico de múltiples opciones de los grupos que los constituyeron se lanzaron a la conquista delpoder en las elecciones de 1998. Coyuntura electoral que sirvió de plataforma de lanzamiento a un conjunto de activistas sin identificación ideológica niexperiencia en el campo de la izquierda revolucionaria, cuyos objetivos estaban orientados más hacia el usufructo del poder que a la lucha para lograr el bien común del pueblo.
A este factor humano de significativo peso para viabilizar la revolución posible, hay que agregarle la cultura dominante y conservadora la cual sigue incrustada en la población y, muy notoriamente, en la composición estructural del Estado venezolano que sembró el modelo político de democracia representativa.
Este marco histórico define una política de acción que hereda el PSUV. Pero, ahora, con mayor posibilidad de la incorporación de factores sin conciencia ni claridad ideológica. La búsqueda de lo cuantitativo sin un plan de formación ideológica incide de manera negativa en lo cualitativa de su militancia.
Ante esta realidad
solo queda la formación política y la creación de unidades re-educadoras que
estimulen el estudio del socialismo para asimilarlo, practicarlo y enseñarlo a
todo el colectivo nacional. He ahí el principal reto del PSUV y de sus líderes.
El 2012 se hace aliado de las fuerzas revolucionarias si logramos esta meta.
izarraw@cantv.net