En momentos en que se nos inquiere desde afectos cercanos y lejanos, permítanme la inmodestia y la primera persona para resumir los “por qué” sigo navegando en este barco llamado revolución, a la que apoyo principalmente porque hizo protagonistas a los pobres, esos que sólo recibían limosnas, techos de zinc y decenas de bloques para hacer “casas”.
Apoyo la Revolución Bolivariana porque se ha hecho un enorme esfuerzo por pagar la deuda social de la democracia venezolana con millones de seres humanos, logrando reducir la pobreza extrema en más de treinta puntos. Apoyo la Revolución Bolivariana porque visibilizó al género femenino. Esas mujeres que ni siquiera se hacían llamar diputadas, presidentas, médicas o ciudadanas son protagonistas sin la odiosa “acepción” de la inexistencia.
Apoyo la Revolución Bolivariana porque ha hecho posible que la tercera edad tenga asegurada su vejez con una pensión digna. Apoyo la Revolución Bolivariana porque tenemos leyes que protegen a niñas, niños y adolescentes y que le dan herramientas a padres, madres, hijos e hijas para desarrollarse como familia.
Apoyo la Revolución Bolivariana porque Venezuela dejó de ser una colonia del imperio más asesino, sanguinario y explotador de la historia de la humanidad. Ya no somos más lacayos ni patrio trasero, somos dueños del futuro de nuestras hijas e hijos, de nuestras tierras, de nuestros recursos naturales, somos un país soberano.
Apoyo la Revolución Bolivariana porque hizo nuestro el ideario de Bolívar, el Libertador, ideario que ha hecho posible la integración latinoamericana. Esa integración que permite ayudar a pueblos de Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Haití, Honduras, Nicaragua, a los más pobres de América, con verdadero espíritu integracionista y bolivariano, con base en relaciones entre iguales y no entre explotadores y explotados. Apoyo la Revolución Bolivariana porque la tortura, los asesinatos y desapariciones por motivos políticos ya no son una práctica del Estado venezolano.
Apoyo la Revolución Bolivariana por la oportunidad que se le ha dado a millones de jóvenes de acceder a estudios universitarios, por la oportunidad que tenemos de ser mujeres y hombres libres. Por todo esto y decenas de otros logros, apoyo la Revolución Bolivariana y a Chávez sin prurito, sin vergüenza y sin miedo. Apoyo la Revolución Bolivariana porque en ella creo y porque si la derecha vuelve, perderemos lo que hemos avanzado hacia la construcción de una sociedad justa. Suficiente para mí, amigas, amigos y adversarios. Con la revolución me pasa como con el matrimonio y permítanme el símil: hay momentos buenos y malos y hasta ahora no hay causales para una demanda de divorcio. Es mi libre albedrío. ¡Feliz año para todas y todos!
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@mercedeschacin