DIOSDADO CABELLO
Diosdado Cabello
es parte del grupo de mayor confianza del Presidente Chávez. De los
que se rifaron el pellejo con él cuando nadie daba un centavo por el
proyecto que el Comandante acunaba en su corazón, en los tiempos cuando
se difundió la leyenda de que en las reuniones, Chávez dejaba un asiento
vacío para que, simbólicamente, se sentara Bolívar. Este militar
progresista fue vicepresidente y su sonrisa se vio sincera cuando le
devolvió el Coroto al Presidente el 13 de Abril de 2002. Antes de eso,
según decía una fuente muy bien informada, era Diosdado Cabello quien
“sentaba ministros” en sus puestos, y los quitaba. Y después su
poder no ha hecho más que aumentar. El Comandante ha confiado en él
para esas cosas. Ha sobrevivido a traiciones, brincos de talanquera
y la leyenda cuenta que quien se mete con él o con sus intereses es
“hombre muerto” políticamente hablando. Otros dicen que es él
quien lideriza a los militares y al SEBIN (nuevo nombre de la vieja
DISIP), y a todo cuerpo de inteligencia que haya por ahí. Tiene por
lo tanto este compañero mucho poder, tal vez más que el mismísimo
Chávez. Es comprensible que nadie se atreva a confrontarlo políticamente,
con nombre y apellido.
Nunca me he
prestado a repetir los rumores que andan por ahí acerca de que
se habría hecho rico durante el gobierno de Chávez. Desconozco si
tiene herencia, o nada de su fortuna personal. No creo hasta que veo,
y no he visto nada de eso. No quiero hacerme eco de las descalificaciones
provenientes de la reacción, porque nadie en la derecha fascista tiene
autoridad moral para hacerlo.
Queda claro,
pues, que con esta respuesta política, no pretendo descalificar a tan
respetable parlamentario.
QUÉ ES
LA COOPTACIÓN
Consultando
el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Cooptar
es “tr. Llenar las vacantes que se producen en el seno de una corporación
mediante el voto de los integrantes de ella”. Buscando el significado
de “corporación”, el mismo diccionario dice: “(Del ingl.
corporation, y este del lat. corporatĭo, -ōnis). / 1.
f. Organización compuesta por personas que, como miembros de ella,
la gobiernan. / f. Empresa, normalmente de grandes dimensiones, en especial
si agrupa a otras menores.”
La cooptación
es el método que se usa en las coproraciones, donde los accionistas
mayoritarios son los que eligen a la junta directiva. Es un método
que permite a los grupos de poder internos de todo grupo, mantener sus
cuotas de poder. Ese método, utilizado en política, implica
un supino desprecio por las bases, que no se tratan como a miembros
del partido con los mismos derechos, sino como un rebaño que está
condenado a obedecer a ciegas. La cooptación en la cuarta república
era llamada “reestructuración”
y es el mismo proceso mediante el cual las cúpulas elegían a quienes
las iban a integrar. Las mismas cúpulas podridas que hoy día se
pelean en la llamada “mesa de la unidad”, o mesa de ultra derecha.
Afirmar que
las elecciones internas son burguesas y la cooptación es revolucionaria,
es creer que la militancia es estúpida, y pretender pasar gato por
liebre.
QUIÉN ES EL
PSUV
¿Es que el
PSUV somos todos, o solamente los que tienen altos cargos? Me abstengo
a decir “dirigentes”, porque aparte de Chávez y un puñado de camaradas
que patean los barrios, aquí nadie dirige a nadie. Muchos están allí
porque dedocráticamente los han colocado personas distintas a la militancia
rasa, que es la base sobre la que se cimenta el mandato del Presidente
Chávez y el elemento indispensable para todo proceso revolucionario.
Si el
PSUV son ellos, los del Buró, y nosotros sólo somos el relleno
o una manada que no tiene derecho a opinar y muchísimo menos a elegir,
la cooptación es el método por excelencia para elegir a los miembros
de los altos cargos del partido. Así todo queda entre ellos, y se impide
que se “contamine” con los socialistas que, según afirma Diosdado
Cabello, se creen que “esa verdadera Revolución sólo saben hacerla
ellos”, y a quienes este ciudadano acusa de ser los jefes del “chavismo
sin Chávez”. Manda la pelota a la izquierda y no a la derecha del
PSUV, de la cual él mismo es parte, de acuerdo con el contenido de
sus declaraciones públicas.
Si el
PSUV somos todos, y de verdad verdad se quiere avanzar hacia el
socialismo, manifestado como Poder Popular, el método más adecuado
son las elecciones directas y secretas. No de segundo, tercer o
enésimo grado, como la cooptación. Ésta y el Poder Popular son incompatibles
y antagónicos. En cambio el sufragio universal es una conquista de
los pueblos del mundo.
LOS RESULTADOS
DEL CAMARILLISMO DE DERECHA
Los resultados
de la aplicación de estos métodos derechistas para dirigir un partido
son evidentes, basta contrastar la cantidad de personas que se inscribieron
en el PSUV, siguiendo la línea trazada por Chávez, y los resultados
de las elecciones, que son manifiestamente más abultados cuando se
vota por Chávez, que cuando se hace por los “dirigentes” “cooptados”
por el dedo del buró. Otro resultado, menos matemático pero más obvio,
es la proliferación de salta talanqueras, de traidores y vendidos,
los mismos que obtuvieron los cargos por cooptación dedocrática. ¿Tengo
que mencionar nombres? Creo que no es necesario. Tan evidente es esto,
que fue necesario elaborar una ley anti talanquera.
EL PUEBLO VENEZOLANO
Y SU CONCIENCIA
El pueblo venezolano es hoy por hoy uno de los más altamente politizados de este continente y del mundo, y eso se debe fundamentalmente a la acción directa del mismísimo Presidente Chávez, que no ha escatimado esfuerzos para enseñar, mostrar, explicar y, sobre todo, educar con el ejemplo. Chávez ha evolucionado, él mismo lo ha dicho públicamente. Pero también ha hecho evolucionar al pueblo de Venezuela. Ahora no se comen cuentos, y eso debe ser tomado en cuenta para eliminar esa disociación entre los mandatos del Presidente y lo que realmente se hace, entre un poder popular de palabra y un camarillismo de hecho. Entre una esperanza que es bien certera, y los esfuerzos que, desde dentro del PSUV, algunos personajes de derecha están haciendo para que el “socialismo” venidero, como el de Zapatero, sea como el gato pardo: Cambiar para que nada cambie.
andrea.coa@gmail.com