Contradecir las opiniones de una persona respetable tenida hasta ahora como amigo y aliado de las mejores causas de los pueblos en sus luchas por la Libertad, la Democracia, la Justicia y el Progreso Social, no parece cosa fácil, en estos tiempos en que resulta difícil conseguir que tales personalidades suscriban la lucha contra el imperialismo y se atrevan a anunciar que ”Otro Mundo Es Posible”; y este el caso de Ignacio Ramonet.
Su extenso y contradictorio artículo publicado en Aporrea.org (“Libia: lo injusto y lo justo”) es una penosa justificación la agresión imperialista-otanista-sionista, en contra de aquella parte del pueblo libio que – el silencio del autor parece otorgar – representa la mayoría de quienes apoyan el gobierno y las instituciones de la República Arabe Democrática y Socialista Libia, utilizando – al igual que los criminales agresores de la OTAN y los Estados Unidos - el curso contradictorio de las posiciones políticas de Muhamar Al-Gadaffi, como instrumento justificatorio del ataque terrorista a las ciudades libias y al apoyo a los grupos de la oposición y desertores del ejercito libio, señalando a los gobernantes de América Latina y el Caribe de complicidad por - por omisión - con Al Gadaffi, por no haberse pronunciado en favor de quienes se levantaron en armas en contra del gobierno Libio.
El escrito de Ignacio Ramonet es, en lo esencial y, - a pesar de sus intentos de distanciarse en su parte final - una reivindicación del papel “civilizatorio” y tutelar de las potencias capitalistas occidentales ante el “barbarismo” político de sus vecinos del Mar Mediterráneo, una defensa del modelo de democracia burguesa occidental (y con ello, inevitablemente, su base económica capitalista) como forma superior de la organización política y social de toda sociedad (Francis Fukuyama remenber), la justificación de las doctrinas imperialistas del "Derecho de Ingerencia" y el "Deber de Asistencia" en los conflictos internos de los Estados, con el cual se pretende hacer desaparecer el principio de la Soberanía de los Estado para facilitar la instauración del Estado Global del imperialismo; llegando al atrevimiento de consagrar la “Oligarquía del Poder Global” del Consejo de Seguridad de la ONU, al señalarla como la única fuente reconocible de la legitimidad del Derecho Internacional
En el sorprendente escrito de Ignacio Ramonet, ( “Que estará pensando Fidel sobre el “destape” de este periodista), no aparece por ningún lado el firme rechazo y condena del criminal y terrorista ataque a la población civil libia de las zonas controlados por el gobierno, ni a la traidora asociación de la oposición con la canalla criminal de la “Pérfida Albión” del tatcherista David Cameron y con el sionista-racista Nicolás Sarkossy y, mucho menos, la denuncia contra el gobierno de la Monarquía franquista española del cual es súbdito, quienes nunca han defendido el derecho de los pueblos a la Soberanía y a la Autodeterminación, sino los intereses de las corporaciones capitalistas globales, en su afán de acrecentar sus ganancias y ayudar a la sobrevivencia de esos viejos imperios en bancarrota financieras e irreversible declive económico.
Aunque el señor Ramonet no la vea, ni la sienta, ni mucho menos la sufra, la dictadura más perversa de cuantas existen en el planeta Tierra, es la dictadura del Capital que explota a los trabajadores y trabajadoras, oprime a los pueblos del mundo, roba el patrimonio histórico de las Naciones y la Humanidad y destruye la Naturaleza, y solo, cuando cada uno de los pueblos y toda la Humanidad puedan acabar con la dictadura del Capital, sus Democracias Oligárquicas Imperialistas y colonialistas y sus otros sistemas de opresión y represión como instrumento de dominación, control y legitimación, entonces si podremos decir lo que alguna vez inventó Ramonet y hoy parece olvidar: “Otro Mundo es Posible.”.
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