Nada resulta más difícil que producir la transformación radical de una formación social. Sobre todo, si ésta se realiza bajo parámetros políticos profundamente democráticos, como es el caso de la Revolución Bolivariana.
Han sido erradicadas prácticas como las desapariciones, la tortura y el asesinato, de líderes políticos o sociales; las protestas, en sus más variadas versiones, no son reprimidas. Ni un solo estudiante, dirigente obrero, campesino, ama de casa, ni ciudadano de la tercera edad, puede decir que ha sentido sobre su espalda o posadera un "peinillazo", o que su derecho a protestar ha sido conculcado.
Nunca antes como ahora, en nuestra Patria había existido tanta libertad. Por cosas muy menores de las que se dicen del Presidente Chávez y funcionarios de su Gobierno, en la Venezuela puntofijista, se cerraron periódicos, canales de TV, radioemisoras; hubo presos, torturados y desaparecidos.
Eran prácticas del pasado, de un pasado no democrático
Los "plumólogos" de la oposición no ven este cambio. No pueden verlo. No terminan de comprender que el proceso de transformación revolucionaria que se vive en nuestro país es original. Que por mucho que intenten compararlo con otros procesos, el nuestro es venezolano.
En sus desvaríos intelectuales llegan al extremo de exigirle al Gobierno que actúe a la perfección, como si el Presidente Hugo Chávez y su equipo de gobierno fuesen infalibles.
Los adoradores del neoliberalismo, quienes han convertido el dato empírico en el "santo grial", del análisis politológico; han sustituido el argumento, la reflexión y el análisis por la estadística, queriéndola convertir en la ciencia política misma.
Sin embargo, esconden la cabeza como el avestruz para no ver la realidad. Les cuesta aceptar que instituciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Organización de Estados Americanos (OEA), como el PNUD, UNESCO, UNICEF, CEPAL, OMS y OPS, y de carácter privado como Latinobarómetro, para sólo citar algunas, reconozcan los logros económicos, sociales, culturales y políticos que ha alcanzado, en tan corto tiempo, el Gobierno que preside Hugo Chávez Frías.
Los éxitos de la Revolución Bolivariana son innegables. Nuestras políticas públicas han universalizado los derechos del ciudadano venezolano.
Sirva de referente demostrativo de lo afirmado, las siguientes opiniones, sobre nuestros avances.
La Dra. Mirtha Roses, Secretaria Ejecutiva de la Organización Panamericana de Salud (OPS), dijo, en reciente visita realizada a nuestro país, que: "...en Venezuela se han realizado significativas inversiones sociales que le permiten avanzar en el cumplimiento de las Metas del Milenio, pautadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)... En estos 10 últimos años ha habido muchas intervenciones de políticas sociales importantes... El Gobierno Bolivariano ha logrado disminuir en un 70% la pobreza extrema, en un 50% la desnutrición infantil y en 46% la mortalidad en niños recién nacidos".
Latinobarómetro, en su informe del año 2010 sobre la región, nos aporta los siguientes datos:
-Un 64% de la población venezolana señala que la delincuencia es el problema principal, pero sólo un 27% dice haber sido víctima de este delito. Somos el país con el rango diferencial mayor sobre este problema, en la región.
Los ciudadanos de Costa Rica, Panamá y Venezuela, en ese orden, reconocen sentirse satisfechos con su vida.
La expectativa de la riqueza que tendrán los hijos, Venezuela se ubica de cuarto lugar con 5.8, Brasil es el primero con 6.4.
La situación económica futura, Venezuela aparece en el quinto lugar, con un 54%, debajo de Brasil 70%, Colombia, Paraguay y Panamá.
En cuanto al país de la región que presenta más apoyo a la democracia, nuestra Patria ocupa el primer lugar con un 84%.
Para impedir que alcanzáramos estos logros, entre muchos otros, la oposición ha recurrido a los más diversos obstáculos antidemocráticos.
Los seguiremos derrotando, para seguir avanzando.
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