EL JURAMENTO ANTE RUDAS MEZONES
"cambiar la comodidad por la miasma fétida del campamento, y los goces suavísimos de la familia por los azares de la guerra, y el calor del hogar por el frío del bosque y el cieno del pantano, y la vida muelle y segura por la vida nómada y perseguida y hambrienta y llagada y enferma y desnuda".
José
Martí
Como no escribirte comandante, sin recordar el juramento aquel que hiciste ante la tumba de Alberto Rudas Mezzone. Y es qu8e la sangre de Rudas Mezzone retoña, Fabricio, retoña, es verdad. Y no solo la de el, también la de Sorfanny y su belleza rebelde haciéndole posta al libertador en Cantaura, las de Noel Rodríguez y su presencia eterna en la esquina de La Pelota, las de Quintín Moya y su grito rebelde, las de Donato Carmona, gritándole a sus torturadores que caven ellos su tumba, las de Alberto Lovera, y la subversión de las olas en Lecherías. Porque desde aquella vez de cada uno de ellos, el surco empezó a ser camarada, lugarteniente de la savia buena.
La soga del suicidio que no fue, la encontró el pueblo no hace mucho, apareció para anunciarnos que a Fabricio nunca le falto aire, que sigue respirando y que sigue teniendo sus mismos 37 años. La soga apareció, la encontró el pueblo y ella ha empezado a ejercer su trabajo de sombra y su misión de recordarle a los adictos al terror que volvió Fabricio, no para ahorcar, pero si para apretar. (hay que apretar, hay que apretar mas). La soga que ahora le sirve al pueblo para amarrar los espantos del capital y los capitalistas, la que ahora sirve para atar las pesadillas de los torturadores a la orilla de sus camas como señal de una oscurana que se los traga.
Fabricio volvió, volviste, lo haces con un morral de terquedades que tiene que repartir al pueblo, para que el pueblo nunca deje de ser terco, ni pendejo a consignación. Nos recuerdas Fabricio, que el maestro Martí no se equivocaba cuando decía que la sangre retoña. La sangre que retoña hizo florecer el árbol de las tres raíces (todavía queda pendiente otra raíz, la de Ali el de Paraguana, la de Ali, semeruco, la del que daba mas fuerza que sombra, sin dejar de darla)… pero hay que regarlo, hay que regarlo, porque el abrojo no es bueno… tampoco los hombres de mala hierba de los que nos hablara el poeta Miguel Hernández.
No se perdió en el calendario el 21 de junio de aquel 1966. Por el contrario, quedo pendiente una nota tuya para todo aquel que crea en la vida. Una nota para el periodista que hace periodismo desde la verdad que reside en los tuétanos del pueblo, no para aquel que tarifa la palabra y ella celestina sale a esconder, a engañar, … dejar de ser palabra, a desmovilizar. Una nota para los parlamentarios de hoy, que empiece diciendo: acuérdense siempre que el compromiso nuestro es con la patria, la de todos, que sus leyes no solo sean un ejercicio cómodo de la legalidad burguesa, sino el compromiso por sembrar la semilla en tierra buena. Una nota para el militante, como recordando la lección de Martí que se vistió de epígrafe para iniciar esta chachara, no se milita solo para ganarse la indulgencia de algunos que quieran que digas, que quieren que hagas un homenaje al ego, sino para aquel que entienda que un tal Hugo Chávez se atrevió ayer, pero necesita hoy de militantes, no de los militontos que nos advierte Frey Betto.
La noche aquella, no debe ocurrir jamás. Llénese de luz entonces a esa noche y a todas las noches, pero respetando su privacidad de grillos y su derecho al canto de ranas, así como su intención de ser oscura para la poesía, nunca para la muerte, nos prohibimos la muerte y con ese aire que creyeron quitarte besaremos la frente de la MATRIA nuestra, de la patria necesaria, como un aliento. Soñastes la patria y tdosos estuvimos en tus sueños, inscribiste a todo un pueblo en ellos para soñar juntos a la Venezuela urgente, la que soñaste siempre para dejar abierto el porvenir de par en par desde la garganta de Gloria Martin como recordándonos sin miedo que despertó Fabricio: –“puedes levantarte y preguntar la hora”. No, no, los torturadores no terminan de irse, no se van a ir por su cuenta, hay que sacarlos, no sin antes sacarnos nosotros esta maldición de malinche (a punta de metástasis) que el capitalismo te asigna todos los días, … y todo por ciertas adiciones a la mascara por aquello de nuestra cajita de confort que te hace esclavo de la primera persona (de un YO que nos convierte en isla) y ateo del NOSOTROS. Mala costumbre, la de dejar atado al cuello de Punta de Mata, una soga, una plaza y una urbanización para homenajear al torturador Martin Márquez Añez director del SIFA para el momento del asesinato de Fabricio y para esconder al torturado. ( me uno a la marcha de Esmil Quijada para desterrar los verdugos). Sumemos, multipliquemos en esta especie de aritmética de la esperanza. Asumimos su suplencia comandante, porque con Chávez, EL PUEBLO HA SIDO CONVOCADO para asumir la mas bonita de las epidemias, la de la BIOFILIA.
Te seguimos pensando FABRICIO, y esto no es bueno, … no es bueno que se te piense nada más. Es bueno EJERCERTE comandante. Pensarte nada mas, es quedarnos en nombrarte como un NOMBRE para una comuna, para una plaza, para una calle, para una cooperativa. Ejercerte es otra cosa, es la acción revolucionaria encarnada en los hombres y mujeres que ya entienden que: ¡La hora de la revolución ha sonado en todos los relojes!, y que debemos sincronizarlos con la hora de la patria. No vaya a ser que en minutos se consume la delación… eso nos salió bien caro, nos costo un Noel Rodríguez Mata, allá en la Esquina de La Pelota, cuando Manuel Tirado llego primero, y la vida se nos empezó a ir. Entonces, que nos tome la palabra Alberto Rudas Mezzone, para que tu juramento sea el nuestro.
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