“en el bar la vida es más sabrosa”
Jonathan Marín es uno de los nuestros, es actualmente alcalde de guanta y tiene una capacidad tremenda de conseguir dólares con empresarios del color que sea. Eso debemos aprovecharlo, pues bien, mañana podemos salir de cualquier apuro a costa de los dólares que nos consiga el citado burgomaestre.
Desde ya cualquiera puede hacer llegar a la alcaldía de guanta cualquier proyecto, en cualquier área, siempre y que no exceda de los 300 mil de los billetes verdes, cuidándonos de no abusar de las buenas intenciones de los samaritanos amigos de jonathan.
Es más. Me atrevo a proponer la conformación de una red bolivariana de samaritanos pro proyectos productivos (rebosapropo) puestos a la orden de Jonathan para que ante cualquier contingencia podamos tener acceso a los verdes papeles. Un ejemplo: se cae la Escuela Felipe Walker en la ciudad de El Tigre y en menos que cante un gallo (no esperemos que cante tres veces) un telefonazo a Jonathan y zas, como de una lámpara mágica aparecen 300 mil dólares para que la Escuela vuelva a surgir de sus cenizas y que podamos aprovechar a malumba y sus dotes de diseñador de moda para que en el mismo paquete de la escuela vengan también 1500 guardapolvos de lo más cuchi.
Aprovechemos la relación de uno de los nuestros con amigos tan benévolos como los de Jonathan y de seguro que no tendremos ningún peo en nuestros municipios ya sean de basura, de seguridad, de salud, de lo que sea.
Administradores no nos van a faltar, más de uno en cualquier municipio le gustaría ponerles los cinco a los dólares para que se ejecute hasta el último “guasinton” de los billetitos verdes. Los pesuves locales se encargarían de imponer los gerentes del fondo.
De esta manera yo me sumaría a la idea de la tal Amaranta en aporrea http://www.aporrea.org/medios/a222806.html para buscarle el lado positivo a las cosas y no estar amargándonos la vida. Por eso dejamos escapar un halito de vida al exclamar que el de Jonathan sería un modelo alternativo para salir de la crisis. Algo así como definir la disonancia de una buena vez entre el buen vivir y el vivir de pinga.
Podrá con esto el gobernador de Anzoategui una herramienta metodológica para desarrollar un motor regional sobre el disfrute con ganas.
