Pero, eso no es todo como indicativo de la evolución de la conciencia y la voluntad para profundizar la revolución. La demanda crece. Sube como la espuma. Se proyecta como la curva exponencial. Referido a mi caso, tanto por la vía de email como las llamadas telefónicas y la invitación presencial, se llena el buzón y se agota la memoria de mensajes. Se irradia la exigencia de los talleres de formación. La constitución del CFI luce como una necesidad existencial; como lo es el agua al ser humano. Apelan a la urgencia de ser atendidos y llevar esa semilla que algunos descubren ahora y otros desean seguir cultivando, para cubrir a todo el país de la base conceptual revolucionaria y por ende de los postulados enmarcados dentro del chavismo, valga decir: (i) socialismo del nuevo siglo, (ii) poder popular, (iii) pluripolaridad, (iv) anti-imperialismo, (v) desarrollo endógeno, (vi) guerra del pueblo, (vii) Bien Común. Todo apuntando a la formación ideológica para unir a los grupos humanos que van a convertirse en las nuevas cohortes generacionales ductoras del Proceso Revolucionario.
Para la vitalidad de la revolución y el fortalecimiento del líder, ser único en este momento histórico como lo es el Presidente Chávez, se necesitan nuevas cohortes generacionales. Frescas ideológicamente, no estancadas por la ambición de poder y no marchitas por el apego al orden material de las cosas. En el proceso revolucionario las cohortes tiene correspondencia con las fases y etapas que se van consumiendo. Cada nuevo peldaño tiene que ser asumido por gente nueva. Eso le da vida permanente al proceso e impide que la revolución se estanque, se quede en la reforma pragmática, se institucionalicen vicios, resabios y desvíos pasionales humanos. Además, en la medida que se profundice la conciencia, el pueblo revolucionario va demandando concreción de la prédica del líder: democratizar la participación popular, eliminar las cúpulas, cortar el dedo todopoderoso, incluir a los inmensos sectores excluidos, luchar no para la satisfacción individual egoísta y ambiciosa del que manda para si mismo y su grupo, sino generar la toma de decisiones desde abajo y en colectivo. Que el destino de las comunidades organizadas sea por voluntad directa de la comunidad, sin intervención de cúpulas, y no más por el señor feudal que se erige como revolucionario pero que actúa como reformista contrarrevolucionario.
Por lo tanto, hay que preparar a las nuevas cohortes generacionales con profunda conciencia ideológica para que asuman la conducción del Proceso en las nuevas fases que, inexorablemente, tienen que darse durante la marcha de la revolución. Agosto es coyuntural para que el colectivo pensante tome el poder por la vía electoral. Que decida quien será su vocero y no quien será electo. Diferencias conceptuales de profunda convicción revolucionaria que expresan "agarrar el toro por los cachos".
Ese es uno de los objetivos que buscan los talleres sabatinos de formación ideológica: contribuir a formar el pensamiento crítico del revolucionario bolivariano y crear las bases conceptuales de las nuevas cohortes generacionales que van dirigir en sus niveles regionales, locales e institucionales, al Proceso Revolucionario que lidera Hugo Chávez.
Ahora nos preparamos para Maracay. Será el sábado 11 de junio. Si la sala Plenaria fue de 1.200, el 11 en Maracay será de 1.500. Valencia se anota para el 18 con 2.000 y Barinas el 25 con 2.500. Por lo tanto, convocamos a los voluntarios, revolucionarios "Patria o Muerte" seguidores de Hugo Chávez, espontáneos convencidos de asumir la lucha ideológica, seres de buena voluntad que sienten amor por el prójimo y aspiran alcanzar la meta del Bien Común del colectivo, los invitamos para Maracay el 11 de junio. Pueden llamar por los siguientes teléfonos: (0212) 201-4635; (0412) 956-3152; (0414) 345-7965. ideasdebolivar@yahoo.es