Me esta dando la impresión, que muchos de nuestros camaradas del PSUV y el polo patriótico están confundiendo el mensaje del presidente, cuando habla de la "autocrítica". Es un error de interpretación, cuando hablamos de autocritica, se refiere a revisarnos nosotros mismos no es una acusación o un "mea culpa", es que debemos constantemente revisar si estamos haciendo lo correcto, o legalmente, o nuestro trabajo revolucionario está siendo satisfactorio y eficiente para el pueblo o para lograrlos objetivos planteados. No es un permiso para defenestrar o destruir a quienes son acreedores de nuestra inquina.
Cuando el presidente se refiere a la autocritica, interpreto, que nuestro líder nos está pidiendo una profunda reflexión en nuestra actitud y acción, patriótica y revolucionaria, para sumar eficiencia, conciencia, firmeza en la lucha por implantar el socialismo del siglo 21, que no es lo mismo, que convivir con la cuarta republica y el capitalismo. Pero, veo con tristeza que muchos, solo han asumido la autocrítica, como la apertura de una compuerta para desatar una estampida de rencores, envidia, egoísmo, apetencias personales que a la larga producen división y destrucción de las fuerzas que cohesionan la revolución, o sea, como dice Miguel Ángel Pérez Pirela; "hacen autocritica pero para los demás", insistimos, es un error de interpretación; cuando hablamos de autocritica, se refiere a nosotros mismos no es para criticar a quienes estamos interesados en destruir.
Siempre he insistido y no me cansaré de ello, que cada venezolano que tenga cuatro dedos de frente, tiene que asumir su responsabilidad. Esa, a la cual no ha hecho ningún honor, una gran cantidad de venezolanos, cuando ha votado por los contrarrevolucionarios o ha sembrado discordia y cizaña para dividir a las fuerzas políticas que han empeñado todas sus mejores intenciones, para trabajar por el pueblo. Esta actitud responsable, la debe cultivar el mismo pueblo, quien sepa internalizar, que elegir un mandatario es una acción que reviste una importante responsabilidad política y ciudadana, no estamos comprando un jugo de fruta, o un carro, o un resort, o una póliza de seguro, objetos estos que son ofertados al consumidor, reforzados con una sarta de mentiras, que inciten los sentidos de los incautos compradores. Muy por el contrario, la decisión de elegir un gobernante, debe obedecer a un seria reflexión y análisis de la oferta del candidato, sus características y la congruencia y coincidencia del candidato y su oferta con los intereses vitales del pueblo quien es en definitiva el dueño del poder y que lo ejerce a través del sufragio directamente e indirectamente con la forma que determine la constitución nacional art. 5.
Si nos preguntamos, por qué hemos perdido gobernaciones, con candidatos de derecha, siempre culpamos a nuestro candidato o a nuestro gobernador cuando este ha estado compitiendo para la reelección respectiva. Un caso emblemático o que representa este ejemplo, es el estado Miranda, cuando Diosdado Cabello realizó su gestión como gobernador, muchos ciudadanos se hicieron eco de la chismografía de la contrarrevolución, pero lo más triste es que mucho supuestos revolucionarios, quienes, hasta fueron favorecidos de la gestión de gobierno de Diosdado, se sumaron a la cadena de chismes, porque eso es lo que son esas matrices de opinión. En consecuencia, ellos no asistieron a votar, y sí votaron, lo hicieron por el candidato de la contrarrevolución -el majunche-, quien no presentaba ninguna referencia de buena gestión, porque toda su gestión como funcionario elegido, como diputado y como alcalde, la usó para conspirar y atentar contra el gobierno revolucionario del presidente Chávez, además descuidó totalmente el trabajo para el cual fue elegido, si ello, no es cierto, que alguien me contradiga con argumentos validos. ¿Cuál fue el resultado de una selección equivocada por parte de los electores mirandinos? Sencillamente: Un inmenso fraude; fraude como gobernador; fraude como candidato presidencial; fraude como ciudadano; fraude como político; fraude como compañero para sus socios políticos, porque desplazó ilegalmente un candidato a la gobernación de Miranda, quien había sido elegido por la militancia opositora y, avalada por él mismo majunche; para darse él mismo otra oportunidad de fracasar.
En consecuencia a lo acontecido, y a la luz de los hechos, ¿Quién, puede dudar, que Diosdado Cabello es mejor que el majunche en absolutamente todos los sentidos?, Justo es que los ciudadanos asuman su responsabilidad con los destinos de su Patria, y aprovechen todas las ventajas educativas y pedagógicas, que la revolución le ha opuesto a su disposición para su aprovechamiento; no hacerlo aparte de un desperdicio, es una necedad.
Un caso de destrucrítica, es el que se presenta con el problema de las candidaturas, donde afloran las divergencias basadas en aspiraciones divorciadas del objetivo de la revolución. Cuando discutíamos, en una jornada de reflexión del PSUV en la sede de FUDECO, en Barquisimeto, acerca de la creación del Polo Patriótico, ante una pregunta formulada en un cuestionario que se nos presentó, acerca de la relación de nuestro PSUV con los posibles miembros del Polo Patriótico, respondí, que tendríamos que ser cuidadosos, para que el polo o cualquier partido que se integrase al mismo, no pretendiera en el futuro asumir protagonismo o reclamar cuotas de poder basado en posiciones egoístas individuales o grupales, o amotinarse porque sus apetencias no fueran satisfechas. Bien, apenas se había creado el Polo Patriótico, cuando durante un corto viaje que hice al estado Anzoátegui, detecté varias personas, no afectos ni a la revolución ni al socialismo, quienes me expresaron su intención de lanzarse a candidatos a Alcaldías, apoyados por el Polo Patriótico, dizque porque la comunidad se los había solicitado, es allí donde aplica la autocrítica: el conocimiento de causa para defender la revolución contra las aves de rapiña.
Las posiciones políticas y decisiones de la revolución bolivariana deben estar por encima de cualquier diferencia de particulares. La unidad debe ser el norte definitivo de las fuerzas políticas de la revolución, y toda divergencia debe discutirse en el seno de ellas y, no salir a expresar a viva voz las discrepancias dando así armas a la contrarrevolución para atacarnos y de paso sembrar más desinformación a nuestros camaradas, aquellos, quienes bastante desinformados y confundidos están.
¡INDEPENDENCIA Y PATRIA SOBERANA Y SOCIALISTA!
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!
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