Retomar la bandera del poder popular y del socialismo

"En todo, el tiempo es un factor importante; la Revolución no se podrá hacer en un día, pero tengan la seguridad de que la Revolución la haremos, tengan la seguridad de que por primera vez, de verdad, la república será enteramente libre y el pueblo tendrá lo que merece."

Discurso pronunciado por Fidel Castro en La Plaza de La Revolución, La Habana, 2 de enero de 1997.

En la necesidad de tener una visión abierta, no dogmática de la realidad actual, en saber
integrar los nuevas elementos teóricos de nuestro entorno (muy diferente a los años 60), estar atentos a los temas en debates y de los movimientos de antiglobalización. Hay que estudiar conciensudamente nuestra historia. Para simplificar la dominación y la hegemonía capitalista no podemos resumir la transición socialista a un “asalto y destrucción del Estado Burgués”: hay una necesidad imperiosa de crear conciencia de clase, órganos de participación y contra-hegemónicos en el campo social (principalmente en lo cultural, medios de comunicaciones, etc.). En el caso del Venezuela se trata de la construcción y organización de una “guerra de movimiento” (Gramsci), estando, indudablemente, centrado en la estrategia de la toma del poder revolucionario.
En nuestra patria, la transformación del Estado burgués neoliberal, armado de una institucionalidad antidemocrática en plena vigencia y reafirmada por la Concertación, no pude ofrecer ningún espacio real a nuestro proceso de transformación, el cual mantiene incrustado en su conjuntos una serie de normas, reglamentos y algunas leyes que no permiten responder a las necesidades permantes de nuestro pueblo. Hay que profundisar el estudio sobre la necesidad de la autonomía de los movimientos sociales (llamase las comunidades que integran la soberanía popular), de la relación de estos movimientos con los gobiernos y crear independencia de clase como requisito indispensable en este proceso de transición hacia el socialismo del Siglo XXI.
Veamos en el caso de Brasil, como la social-liberalización del gobierno de Lula, con un Partido de los Trabajadores cada vez mas amarrado al Estado neoliberal y la tensiones que atraviesa el Movimiento Sin Tierra deben ser un eje de análisis. La vieja discusión sobre la validez de la teoría de la Revolución permanente versus Revolución por etapa, en estas nuevas condiciones, deben ir desarrollando elementos que permitan la construción del socialismo, así como el estudio de las revoluciones: Cubana, China y Rusa.
La globalización capitalista significa mas ínterdependencia entre las diversas economías mundiales, está aunada a potenciar la ofensiva imperialista para perpetuar su dominación en todos los ambito de la vida humana, simplificando al ser humano a un objeto de intercambio económico por lo que cabe la pregunta ¿En estas condiciones de aguda globalización, pueden los países del sur de América liderar proyectos de transformación que sobre pasen la etapa neoliberal anti-humanista, sin plantearse un cambio radical de las relaciones de producción?. Por lo que necesitamos una gran lista que produsca discusiones colectivas y permita la elaboración de un conjunto de herramientas políticas y económicas que logren la organización del pueblo para transformar nuetra realidad social, política, cultural, y acelerar la edificación de organizaciones revolucionarias que saquen las lecciones del verticalismo, de las tentaciones de substitucionismo y el sectarismo del seno de la Izquierda así como también el legalismo ciego.

Oscar Flores. Profesor Programa de fornación: Gestión Ambiental en la UBV


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Oscar Flores

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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