Según la opinión de psicólogos y sociólogos expertos analistas de la conducta humana, las personas tienden a sumir a lo largo del desarrollo de su actuación conductual socio político y cultural, una serie de posturas comunicativas y actitudinales que perfilan el prototipo de gentilicio utilizado para determinar su comportamiento dentro del círculo o clase social en el cual convive; independientemente de la ideología o credo que asuma o practique el ser humano para su normal y coherente existir, la lógica conductual plantea que sentimental, moral y éticamente se debe guardar respeto y consideración por nuestros semejantes cuando los mismos están atravesando difíciles y muy dolorosos momentos que los coloca en un trance de indefensión o en una condición de minusvalía personal, aunque se hallan tenido graves y muy difíciles confrontaciones político ideológica o de otra índole que afecten profundamente las relaciones personales; muy a pesar de ello, la persona con muy arraigados valores y principios humanos, tiende a practicarlos en lo más profundo de su espiritualidad impregnada de lo más maravilloso y sublime que cotidianamente practica el verdadero ser humano, el cual se manifiesta en el “Profundo amor que embellece su alma y espíritu”.
Por todas estas razones antes descritas, es que los seres humanos sanos de mente, aunque no seamos “Letrados o grandes intelectuales”, estamos en capacidad de “perdonar”, a los que siempre hemos considerado nuestros enemigos bien sea por diferencias político partidistas o de otra naturaleza; pero cuando actuamos conscientemente y a sabiendas que nuestro semejante o no, está atravesando por una gravísima e indeseable situación o circunstancia que le impide defenderse de tanta ignominia, vergonzosa e inmoral conducta practicada con la más terrible alevosía en contra de la persona agrediéndola psicológica o físicamente; las personas que se comportan de tal forma, solo se ganan de gratis el calificativo de “MISERABLES”; pues la persona que se alegra, emociona y goza profundamente de la calamidad que afecta a su semejante o no, tiene un comportamiento anormalmente despreciable, ya que de acuerdo a la psiquiatría, quien siente “satisfacción y felicidad por el dolor ajeno”, padece de “SADISMO y DISOCIACIÖN MENTAL” una enfermedad patológica que debería recibir tratamiento clínico urgente en un centro médico especializado.
Cuando las personas practican la profunda humanidad y es caritativa, se comportan tal como lo hizo en su oportunidad el Papa Juan Pablo II cuando fue a la cárcel a perdonar a su agresor Alí Aka quien por diferencia político religiosa le propinó una herida punzo penetrante que casi le causa la muerte.
Hago modestamente esta humilde reflexión, porque a propósito de lo que hoy está afrontando nuestro Cmdt. Presidente Hugo Chávez, sufriendo de esa penosa y muy peligrosa enfermedad que lo afecta y lo tiene en la hermana República de Cuba recuperándose satisfactoriamente de una tercera intervención quirúrgica el cual se le practicó recientemente, he recibido algunos cuantos correos electrónicos, en los cuales sólo con leer los títulos de los mismos, se refleja la bajeza humana demostrada por algunos disociados mal llamados políticos de derecha o ultra derecha, que lamentablemente no desean recapacitar en su forma desconsiderada y de irrespeto manifestada contra el Primer Mandatario de nuestro País, violando descarada e impunemente la CRBV y las leyes de la República; menos mal que son una ínfima y pírrica minoría de ¿personas? Que se dedican a tan despreciable conducta, porque no todas las personas opositoras a la revolución socialista que hoy lidera el Cmdt. Presidente Chávez se comportan de tal forma , han sido demasiadas las manifestaciones públicas de afecto respeto, consideración y de profundo amor que el pueblo y diversas clases sociales e ideológicas que a nivel nacional e internacional, le han brindado al Cmdt. Presidente Chávez y a su familia en estos difíciles momentos en la cual todos los que admiramos al muy querido Cmdt. Presidente Hugo Chávez que con el favor de Dios todo poderoso “Vivirá y vencerá para siempre”.
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