Quería comenzar diciéndote que si tu objetivo cuando le escribiste un carta a Nicolás Maduro, era tener “un momento de fama”, creo que tu sueño se hizo realidad.
Pero, ¿a qué costo? ¿Es positivo generar polémicas, dimes y diretes en éste momento? Pareciese que aplicaste la acción maquiavélica de “el fin justifica los medios”, considero que es muy lamentable que un colega politólogo y supuesto simpatizante de nuestro proceso revolucionario venezolano, que ahora se conoce como “Chavismo”, cometa el terrible error estratégico de darle insumos políticos-electorales a los enemigos de la patria buena, en la antesala de la brevísima campaña electoral presidencial, coloques en la superficie una serie de opiniones “que no suman pero pueden confundir” y todos y todas sabemos que la confusión en momentos electorales generan efectos negativos, por ejemplo, la dispersión y a la división.
No quiero extenderme mucho, ya he leído algunos artículos de opinión que responden sobre “tu carta”, me gustaría precisar lo que subyace en tu carta a Nicolás Maduro:
1.- Está escrito con una carga irónica y una prepotencia simulada que te hace considerar
Que eres el dueño de la verdad revolucionaria y que puedes darle “clases de politología” a todo el mundo, desde Nicolás Maduro para abajo
2.-Me imagino que estás disfrutando tu “minuto de gloria” al señalar cuáles deben ser las pautas estratégicas de cómo debe ser el comportamiento de alguien que para ti no es un líder político, en éste punto puedo inferir que no vas a votar por Maduro por convicción y más bien lo vas hacer porque “Chávez te lo dijo”.
3.- Y para terminar, observo en tu carta, una terrible tríada: burla-radicalismo-dogmatismo.
*Politólogo.
bravisimo929@gmail.com