Ahora que se acerca, la elección de Diputados a la Asamblea Nacional, debemos reflexionar sobre el papel tan importante que ellos ejercen como representantes del pueblo. El artículo 197 de nuestra Magna Constitución, les indica el camino a seguir en beneficio de los intereses del pueblo, dedicación exclusiva para el pueblo. Informando responsablemente a sus electores y electoras, sus acciones en el cargo que representan.
Es importante que estos diputados conozcan extremadamente su función, porque el papel que deben ejercer, es el de ir de la mano con el pueblo. Decir ir de la mano con el pueblo, es dar luz a la esperanza, esa esperanza que no debe dejar de apasionar al pueblo en el proceso revolucionario en marcha.
La participación popular o participación ciudadana, como se le quiera llamar, no es un hecho aislado o coyuntural en la Venezuela de hoy. Pues tenemos un pueblo aleccionado por las circunstancias, innovador de su propia conciencia, que exige mediante su participación política los cambios requeridos para poner en marcha su proyecto familiar, su proyecto comunal, su proyecto nación. Proyectos formulados bajo el ideal de vivir en LA VENEZUELA DE SU ESPERANZA, mediante la cooperación y el protagonismo de ellos como actores sociales conocedores de sus necesidades y de su país.
Es hermoso apreciar a un pueblo construyendo, pero es importante que los Diputados elegidos entiendan que ese pueblo esta construyendo, construyendo con ellos. La esperanza no puede morir, el sueño no puede morir, el anhelo no puede morir, el cambio para la igualdad, como insignia adherida en la piel venezolana, no debe quitarse nunca. Y la correspondencia entre unos y otros, nos llevan, justamente, hacia la consolidación del verdadero sentido de la equidad: LA VENEZUELA SOCIALISTA, HUMANISTA , ES DE TODOS.
Entender a un pueblo que emerge de las entrañas de la destrucción es importante. Demasiado necesario, para la consolidación de la democracia socialista, demasiado necesaria, para la perfección de la conciencia humanista, tejida con las ilusiones eternas de venezolanos y venezolanas, enamorados (as) de las ideas de Bolívar.
Entender y conocer las necesidades de los electores y electoras, conocer la circunscripción donde fueron elegidos, conocer el Estado, parroquias, municipios, sus recursos, sus problemas. Conocer los programas que se desarrollan en cada institución local y dárselos al pueblo, es relevante. De esta manera, se atienden las insuficiencias y se establece una buena coordinación interinstitucional, que visualice, la acción de la ciudadanía con las instituciones proveedoras de bienestar social. Es esta la obligación de los Diputados electos a la Asamblea Nacional.
Es importante, que los diputados escogidos, abandonen el halo viejo, de las malas mañas heredadas, porque aquí no se puede andar con máscaras, esto no es un carnaval. Recordar que antes el pueblo, recibía las migajas que le otorgaban los políticos corruptos, para lograr su apoyo. Pueblo abandonado, despreciado y saqueado de sus recursos.
Tantas injusticias asumidas como normales en la vieja república del bipartidismo monstruoso, donde la vida cotidiana del país rico para los ricos era insensata ante la miseria colectiva que se agigantaba. Eran tantas las amarguras causadas por el despojo, que en el alma revolucionaria de cada mujer y hombre, ondeaba con perseverancia la bandera de la libertad, algún día, decíamos, algún día nuestro pueblo cantara su himno con orgullo, y liberara las cadenas de este enemigo opresor, y se dio, se logró. Y un Nuevo Proyecto País bajo el liderazgo de hombre bueno, lleno de amor por su patria, solidario, risueño, está en marcha. Que nadie olvide su nombre, porque él junto a su pueblo, es el constructor de la nueva Venezuela socialista, humanista y solidaria: Hugo Rafael Chávez Frías.
Por eso en la Venezuela de hoy, el trabajo es de todos. La participación y el protagonismo debemos ejercerlo todos, al pueblo se le debe respeto. Concebirlo en su nueva condición, EL SOBERANO, es un gran compromiso, el compromiso nuestro, de ellos. Es el compromiso, del pueblo para el pueblo.
Carmen Arelis Contreras M
San José de Costa Rica
(*) Socióloga
Esta nota ha sido leída aproximadamente 6698 veces.