La verdad os hará libres

Platón y Jesucristo, una reflexión sobre “el yo” y “la verdad”

Platón, como notable presencia física en la actividad humanidad, al igual que Jesús de Nazaret, ambos en sus respectivos tiempos y espacios, nutrieron las primeras teorías sistemáticas doctrinarias epistemológicas referentes ¿al cristianismo? O, -por qué no decirlo- ¿al platonismo? En fin sistemas filosóficos.

Platón es el método analítico trascendental didáctico para tratar de investigar la verdad, el conocimiento científico y la praxis del concepto como elenco del “Bien” tan necesario otrora, igual ahora.

Jesucristo, ejemplo personal hecho transfigurado de la verdad última de la especie humana, -la utopía- de preceptos devenidos en una ética conductual para la superación a sí mismo y la justicia para la Paz a través del amor

Amor en la verdad, en solidaridad y libertad “la verdad os hará libres” enunciado de Fe, certeza, no cartesiana, para una revolución fraterna en el bien compartido a conciencia, es así el pretexto del cristianismo en su laxa interpretación reflexivamente pedagógica y socio política, dictada normativa legalidad moral en los 10 mandamientos. Leyes sociales para la paz y la justicia que de ella deriva

Desde la realidad sensoria y/o cognitiva a través de la fe y la interpretación actual ¿Cristo y el platonismo como versión popular sintética reciente del bien? ¿Cómo axiología de fuente inagotable de demiurgos apremiantes necesarios en todos los tiempos y espacios?

El hombre –la civilización- hace su Dios, no “como opio del pueblo” “ignorante dentro de la caverna”, sino a la medida de su moral.

Ambos hechos doctrinales --Platón y Jesucristo-- con distintas estrategias metodológicas didácticas nos refieren a un “Logos” como referente verbo del bien que proporcionan “libertad en calidad de vida” hechos como innegables constructos a los que evolucionamos como razón última de “Ser” edificantemente morales, con su ontología en formateo axiológico como prueba que facilitara didácticamente sus epistemologías y justificaciones sociales para la paz perpetua.

Del dialogo a los hechos

Una, la filosofía de Platón con estructura ideo-lógica que le confiere autonomía y por sí sola es metodológicamente para elaborar conocimiento, al que accede casuísticamente interpretando desde la realidad sensible a la inteligible. La ecuación de las ideas

Y, la otra, -la cristiana con Jesús - con conocimientos apriorísticos precedidos empíricamente por grandes causas de descomposiciones sociales implicando graves consecuencias no verificables a través de la razón pura, por tanto, solo creíbles como revelación de la Fe, que premia la perseverante idea del enunciado verbo del bien individual para la comunión o lo comunitario, “muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostrare mi fe por mis obras” Stgo 2:18, con Fe en la certeza no inteligible, innegable desde el pensar y la praxis en el bien de algo que sé. El Amor por ello es común en toda religión.

Fe y Racionalidad una epistemología ética para la Paz

¿La concordancia de la representación pensante con la cosa, adaecuatio intellectus et rei?

La razón como Fe en la inteligencia según San Agustín posterior estudioso de ésta materia; quien el creer es antes primero del saber conjuntamente con Santo Tomas, pero un creer ungido con el rol del convencido juicio de catalogar el “Bien” como máxima verdad no relativizada.

La verdad concreta e ideal aspirada para la fraternidad entre hermanos, solidaridad en libertad hecha verbo modelado y evaluando filológicamente en la materia eficiente y la conciencia.

¿Enderezar todo según “ideas previas” y apreciar todo lo real según “valores”?

Una ética-moral para las conductas del bien y el mal, es decir, las escalas infinitas evolucionadas del recorrido humano hacia la verdad cierta, no su arreglo semántico deliberado y ocasional, pues ella libera hace libres a los mortales en sano juicio, lo contrario crea infelicidad

Así, de la variedad de síntesis de la teoría de las ideas de Platón encontramos los conceptos universales del bien –derechos humanos de todo nuevo tipo- constituyéndose en estética trascendental a través de las dos ciudades-mundos, la del Hombre en su transito terrícola y la de Dios como lo directamente desconocido, como conceptos puros de entendimiento a priori.

Del cristianismo y el platonismo como potencia y acto actual

Dentro de las Confesiones de San Agustín, su vida como ejemplo de reconocimiento del malpensar y actuar personal, que exigen y demandan disciplinas en la voluntad para normativos ideales en la vida, como después de ella que respondían a la gran incertidumbre infinitamente eterna ¿después de la muerte? Su conocimiento y aspiraciones, incertidumbres, miedos, ansias, conductas y anhelos tanto materiales como espirituales, y, por qué no, también, sociales, políticos, caso ideal, el de una estética política trascendental; la de Platón y Jesús en sus respectivos contextos, necesariamente vigentes hoy con sus postulados categóricos universales para la sustentabilidad ética de la vida.

En San Agustín, su teoría se erige en una tradición hecha palabra, como en Fe viva, el “verbo divino” que es credo cierto, el poder del ¿Logos? una forma persistente de subsumir persistiendo en el pensar y actuar en sintonía con el Bien, es decir, una forma a priori de conocimiento puro. Unas categorías con respectivos modos, estilos, formas y figuras de relación del “Ser.” Humano dentro de la historia de la filosofía; cultura etnohistórica-antropológica como filología para el entendimiento como conocimiento trascendental que implica más allá de la razón pura, una filosofía política. Esa es la utopía que le anima.

Cristianismo eficiente platonismo suficiente

Una filosofía política que le re-crea desde una convencida metafísica que avizora vitalizada en postulados hechos métodos, en ciencia y religión con dogmas, mitos y legados testimoniales trascendentales. Lenguajes teológicos hermenéuticos.

Una semiótica como variedades de sistemas de filosofías de pensamientos y razones, de síntesis para conocer los fundamentos y principios de los ¿principios puros de la razón? ¿O los principios puros de la fe?

Una dialéctica para el entendimiento de las aclamadas anheladas ideas del “Bien supremo,” que jerárquicamente conceden valores de virtudes para el Bien, en el tránsito por etapas evolucionadas del “Ser.” Un historicismo adquirido por múltiples pruebas sociales en el cristianismo a través del concedido libre albedrio.

Y, en el platonismo, definiendo y conceptualizando categorías consistentes en su estructura esencial ¿Qué es y cómo es? como fundamentos; ontológicos, éticos, lógicas gnoseológicos, deviniendo en principios morales como correlato teorético obligado para intentar dilucidar y deslindar el creer, poder y saber a través del método exhaustivo de las formales y categóricas verdades ciertas y evidentes de las cuales posteriormente hablara René Descartes.

Del Poder del dialogo en la ciencia nueva del “socialismo” y el fundamento en la Fe a través del cultivo y acción concreta de las virtudes

¿Epistemologías? ¿Verdades ciertas, permanentes, estables? implícitas en ecuaciones de sistemas con premisas e ideas comprendidas intelectualmente inteligibles, ¿solo eso? ¿O también en la acción transformadora marxista? engranadas causales unas a otras a prueba de cambios empíricos, con la productividad de la oferta y la demanda que garantizan la estabilidad esencial del saber-científico en toda ideología.

Una arqueología del saber y su teología política

Se tenía que aceptar la tesis heraclitiana, -ineludiblemente que sí- como el origen de análisis para la esencia de la verdad, como punto de soporte de partida, como verdad de conocimiento innegablemente valido, siempre en devenir, no monolítica inmutable, pero sí cambiable, un recorrido inexorable en el tiempo eterno sucesivo.

Conservando preservando esencias regentes de la Ratio o razón armónica de principios equilibrados en término medio, con la substancia hecha materia y forma como ejercicio analítico intelectual para la cotidiana concreción objetiva, para ajustar su esencia “el Ser Supremo” la “felicidad y el bienestar” al mundo objetivo actual de las necesidades humanas

Sustanciando causas y efectos a principios y fundamentos de la existencia útil, necesaria revolución de valores y morales como derechos humanos hoy día, como fundamento axiológico. Una vital axiología humanista

Del platonismo y el cristianismo, al dialogo del “socialismo contemporáneo”

Así, la analítica como lógica, que gracias a la verdad sensible es elevada intelectivamente a ideas loables, es estética trascendental devenida desde el juicio sintético a priori, y es establecida desde los conceptos puros para el entendimiento con una formal lógica para la gramática civilizatoria pretendida “socialista”

“Una fenomenología del espíritu”, ciencia de la conciencia de la experiencia, parafraseando a GWF Hegel, la estructura del enunciado “la idea” expresada como “verbo divino”

¿Una verdad valida o inválida?

¿Los fundamentales conocimientos como principios demostrados por Jesús? ¿Las definiciones e ideas del “Bien” de Platón, ¿el necesario socialismo contemporáneo ? Una filosofía contemporánea para la paz

arteawao2003@yahoo.es

Bibliografía

Biblia Cristiana

San Agustín. De Libero Arbitrio.

Platón. Sofista

Platón. La República


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Alejandro Álvarez Osuna


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