Estamos a punto del quiebre económico y el gobierno sigue en la calle sin darse cuenta

La quiebra económica no es exclusiva de empresas privadas o estadales, tambien quiebran los estados, o sea los gobiernos. Muchos de los europeos son un ejemplo. Son muchas las causas que pueden inducir a la quiebra de una empresa pública o privada. Las más comunes son: mala gestión administrativa. Escasa planificación de estratégica en producción, distribución, comercialización y ventas. Cero adecuación tecnológia. Falta de capacitación del personal y exceso del mismo. La más importante de todas: la corrupción.

Hay gobiernos que manejan un estado como si fuera una de esas empresas, el nuestro es uno de ellos. Este (el gobierno) heredó de la cuarta un estado casi en banca rota. Con una enorme deuda pública y privada. Con apenas seis mil millones de dolares de divisas en el BCV. Elevada inflación, altos indices de desempleo, de pobreza y de miseria. O sea heredó un estado con una economía neoliberal practicamente quebrado.

Al comandante Chávez, se le fue la vida tratando de revertir todo esto formando un estado socialista eficiente, no burocrático y honesto, no lo pudo lograr. No pudo evitar que pervivieran y aún perviven en ese estado los mismos males que él encontró cuando llegó al gobierno. Después de catorce años a pesar de los titánicos esfuerzos que hizo para fortalecer la producción nacional en todos sus rubros. Potenciar nuestra industria, desarrollar la agricultura y las comunicaciones, estas permanecen estancadas gracias a la inoperancia de un estado que padece de todos los males necesarios para quiebra.

Los actuales administradores del estado han fracasados en la conducción económica del mismo porque siguen aferrados al sistema capitalista de estado. O sea, los mismos males de la cuarta los han trasladado a la quinta república. Estos males son los mismos que causan la quiebra de cualquier empresa o estado: mala administración, corrupción, burocratismo y ineficiencia.

Merentes y Giordani, son los padres de este monstruó megalómano y rapáz que es el estado venezolano. Lo estan llevando derechito a la quiebra porque gastan más de lo que le entra a los fondos públicos. Porque el estado se endeuda cada día más. Su empresa principal (PDVSA) tiene deudas que sobrepasan sus ganancias. Ya no tiene suficiente dinero para continuar la Misión Vivienda. Para continuar con las obras del metro y de los ferrocarriles. Para Construir hospitales nuevos o reparar los viejos ni para dotar a los mismos. No tiene dinero para las nuevas contrataciones colectivas que se le avecinan: las de los profesores, trabajadores y obreros de las universidades públicas, para los docentes dependientes del Ministerio de educación y para todos los trabajadores y obreros de la administración pública.

El chorro de petróleo no da para tanto. La mayoría de la renta petrolera va a parar a manos de la burguesía importadora, parasitaria y improductiva. A las empresas de maletines protegidas por CADIVI. A la corrupción que permeó todos los estratos del estado y a una burocracia ineficiente que se ha convertido en el más grande desangre de los fondos públicos. Lo poco que queda, se va en obras que nunca concluyen.

Por eso a los genios de la economía capitalista que son Giordani y Merentes, no les quedará más remedio que volver a devaluar nuestra moneda, crear nuevos y regresivos impuestos o aumentar el precio de la gasolina. Es la única forma que tienen para conseguir el faltante que necesitan para cubrir el enorme hueco fiscal en que nos estan metiendo.

Aunque ellos lo nieguen (igual lo negaron el año pasado) una de esas tres cosas van a tener que hacer antes de que finalice este año. De no hacerlo para el próximo año no habrán nuevos contratos colectivos, nuevas pensionados. No habrá nuevo aumento de salario y si lo hay será por debajo de la inflación de este año que seguramente estará entre el 40 y el 45%. Se pararán las mayorías de las obras pendientes. Las misiones funcionarán a medias y la inflación se disparará.

Se que suena duro. Pero esta es la realidad aunque el gobierno la niegue y muchos no quieran verla. Solo un verdadero golpe de timón nos salvará de esta catástrofe económica. Solo golpeando al capitalismo en sus entrañas se podrá evitar que esta empresa donde la mayoria de los accionistas somos nosotros se vaya a la quiebra.


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Nelson Jesus Lanz Fuentes


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