Hace 25 años, el pueblo de Venezuela enfrentó la rebelión civil más enardecida que ha marcado nuestra historia, el 27 de febrero de 1989, el pueblo humilde y trabajador nuevamente mancillado y engañado por el nuevo gobierno de turno de la IV República que a la vez era electo por segunda vez, sale a la calle acompañado de estudiantes verdaderamente revolucionarios, que luchaban por sus derechos y protestando por las medidas económicas instauradas al inicio del periodo presidencial tantos años de indolencia, de atropellos, vejaciones y abusos cometidos por los políticos, en contra del pueblo más desposeído, fue el detonante que terminó convirtiéndose en la masacre más cruenta de la que podemos recordar los que vivimos esa pesadilla.
Como respuesta a sus protestas y reclamos el gobierno les respondió con las armas, cuando innoblemente sacó el ejército a la calle a acallar con balas el justo reclamo que se le hacía, centenares de muertos, miles de heridos madres, hijos, padres que jamás pudieron darle cristiana sepultura a su deudo porque fueron recogidos como desechos y lanzados a una fosa común conocida por todos como LA PESTE, todos esos lamentables hechos quedaron impunes, no fue sino hasta la llegada de Hugo Chávez cuando se indemnizaron las familias de estos mártires que lanzaron su primer grito de guerra para empezar a despertar la conciencia dormida y dar más fuerza al movimiento militar que ya preparaba nuestro siempre eterno Comandante.
Todos los que fuimos protagonistas de esta historia, no podemos dejar de contarle a nuestros menores lo que era vivir en una supuesta democracia de la IV República, cuál era la respuesta que recibía el pueblo de pocos recursos cuando protestaba por sus derechos, cuál era la libertad de la que gozaba nuestra esta patria, como era tratada la clase humilde trabajadora cuando se atrevía a rebelarse como ciudadano.
Hace 25 años los pobres de este país que era la mayoría protestaba por el derecho a la comida, a la educación, al empleo, por mejoras salariales, los jubilados por su pensión de vejez, mientras los ricos y poderosos arremetían en contra de nosotros, todavía siguen arremetiendo pero desde otro ángulo, hoy ellos protestan tratando de quitarle el poder al pueblo, todavía les cuesta entender que esta revolución llego para quedarse y que tal vez un presidente pueda removerse de su cargo democráticamente, pero la conciencia de este pueblo no está en discusión y es este pueblo bravío y maduro democráticamente el que no permite ni permitirá, que nos arrebaten nuestro suelo patrio y menos que nos quiten por la fuerza nuestro presidente.
Y la respuesta la han tenido frente a ellos, ante la violencia desmedida de los últimos días los más perjudicados han sido ellos, presos dentro de sus propios urbanizaciones, asfixiándose con su propio humo, arremetiendo con todo lo que se consiguen y no han logrado movilizar un solo integrante de los sectores populares a pesar de la campaña de desprestigio en contra del gobierno, ese eslogan que luchan por Venezuela es cierto pero no por su bienestar y futuro sino por las riquezas que posee Venezuela, y eso lo hemos entendido muy bien por eso los dejamos aislados, este pueblo consciente no se ha integrado a la violencia, es solo un grupo de desadaptados que jamás se han mezclado con el verdadero pueblo, y que defienden los intereses de unos cuantos arrodillados con su visión puesta en el Norte. Ya no somos los pobres mendigando un mejor salario, nosotros hemos aprendido a sortear las dificultades y a ser felices construyendo nuestro futuro pero con la convicción por delante que la patria nos pertenece a todos y que estamos y estaremos dispuestos a defenderla y a no permitir que más nunca se repita un 27 de febrero en nuestra historia
Se lo hemos demostrado de todas las formas, en las urnas electorales, en las mediciones de calle, hemos soportado la guerra económica a la que nos han sometido, hemos aprendido a ignorar las provocaciones e insultos, ante cada embestida el pueblo se ha mantenido incólume ya no sabemos de qué forma explicarles:
QUE NO VOLVERAN.