Hola Jefe. Hoy se cumplen 12 años de aquel día cuando un CARECÚ se apoderó de la presidencia de Venezuela y destrozó todos LOS PODERES. Y PERSIGUIÓ AL PUEBLO Y METIÓ PRESOS al soberano, usurpando algo que no había ganado e impulsado por otros “venezolanos” vende patria que son capaces hasta de poner en venta a sus propias madres con tal de saciar sus gulas económicas.
Te escribo en dolor mayor solioloquiando pesares, gimiendo de penas y recuerdos, pero, en verdad quien lo hace es mi corazón de hombre viejo, sí, viejo como el sol y la luna los mares los ríos y las sabanas, tus sabanas a donde siempre quisiste regresar, ¡qué vaina, estas lágrimas del carajo me van joder el teclado, empero me importa un pito, porque cuando escribo que estoy llorando es porque lo hago, no debo ocultarlo, se llora cuando se recuerda a alguien que se hizo inolvidable y tú eres uno de ellos; el otro es mi padre quien me inculcó lo que tú, siendo más joven que yo, me enseñó después desde 1998, porque en aquel país de la IV ¿ para qué carajo valía la pena leer la historia si ella no era enseñada en su profunda verdad?
Oye, ayer igual pasé por un terreno de beisbol que está cerca del Cuartel de la Montaña: ahí, en el montículo de esa parque picheaba tu ídolo Isaías “Látigo” Chávez, yo lo veía todos los domingos cuando era adolescente; alto, elegante, buenos movimientos en su mecánica y esos lanzamientos que llegaban a donde él lo quería. Desde esa época se notaba que había nacido para triunfar en el beisbol, Jefe. ¿Qué iba a saber yo que tú, allá en tu Barinas, linda Barinas, lo admiraba, lo imitaba y no veías el día para venirte a Caracas a construir tu sueño de lanzar bolas y strike…Vaya jefe, que difícil se me está haciendo escribir esta carta, pero hoy es 11 de abril de 2014, 12 años en el cual aquellos vándalos dieron al traste con la Constitución a la que llevaste al pueblo, eliminando “la moribunda” del Pacto de Puntofijo.
Jefe la vida es una cosa seria, hoy tú estás descansando cerca de un parque de beisbol en el cual el ruido de la pelota al cruzar del montículo al home enviada por Isaías “Latigo”Chávez, describía tantos sueños inconclusos: él murió en un accidente de aviación, él era Chávez, tú eras magallanero y él lanzó para El Magallanes cuando se hizo profesional y tú eras Chávez, él nos dio tanta alegría en el deporte y tú nos llenaste de tanta sabiduría patria, de tantos logros, de tanto ejemplo , de tantos amor, Jefe inolvidable…
12 años cuando después del descalabro causado por los Vende Patria, regresaste aquella madrugada; mis hijos y mi compañera saltaron de alegría y salieron a la calle a lanzar sus vocerías de felicidad entre otros del mismo barrio, esos barrios por los cuales te distes íntegro, porque tú a los pobres los llevabas colgado en una parte de tu corazón, los humildes venezolanos eran los que fuero para Evita Perón, Los Descamisados por los cuales lloraba día y noche y es que los seres como ustedes nacieron para dar fe y optimismo a los eternos humillados de los hombres y gobiernos traidores.
EL 11 DE ABRIL será una fecha inolvidable. Por un lado los fariseos, los de las gulas eternas, los esclavizadores, los hijos de Satanás que fueron enviados con sus tridentes a agujerear las almas de los cerros, de las orillas de carreteras, de aldeas y barriadas y por el otro los que al igual que tú, cayeron de la historia para amortiguar los dolores, aplacar el hambre, enseñar lo desconocido, caminar hacia adelante en busca de lo imposible para hacerlo posible.
Da sentimiento que 12 años después algunos de nosotros, de la clase popular, anden atados a sus verdugos, sirviéndoles de comparsa, aupándolos, en una cabalga de sumisión e indignidad, arrastrando las cadenas del dolor detrás de sus mismos amos, de los cuales tú quisiste desatar, Jefe….
Bueno no quiero alargar esta carta, porque siento que tú estás detrás de mí, con tu mirada de maestro, de corrector de tristezas, dándome en el hombre para recordarme que aunque mis ojos hagan lo que tienen que hacer cuando llegan los sentimientos, siempre andarás conmigo, con el pueblo, con la alma buena, con la gente del mundo a las cuales les ha servido de ejemplo y que día a día te recuerdan como una luz sobre el firmamento
Hasta luego Jefe, hoy iré de nuevo al estadio y lo haré porque cuando una admira tanto a alguien, lo ve en la figura de otros de su misma estirpe; hoy están lanzando muchos adolescentes en el estadio donde lo hacía tu
ídolo “Isaías “Látigo” Chávez…