Manual izquierdista para el salto de talanquera

Leyendo un artículo de Ibsen Martínez: “Petkoff no le tiene miedo al tiempo” (el País, 29/04/2014). Donde elogia a Teodoro, de 82 años, por su trayectoria política, pasando por su militancia Comunista, desde muy joven, “intoxicado por la revolución cubana”. Luego en 1971, junto con otros camaradas se separa del Partido Comunista y funda un nuevo partido el MAS, de orientación moderna para aquella época. Con el cual se presento a dos elecciones presidenciales en 1983 y en 1988, en 1990 es nombrado, por Rafael Caldera, Ministro de Planificación; 27 años más tarde de la fundación del MAS y en desacuerdo con la decisión de apoyar la candidatura Presidencial de Hugo Chávez Frías, Petkoff decide abandonar dicho partido y dedicarse al Periodismo, primero en el Mundo y luego funda el periódico TAL CUAL, hasta nuestros días, dice Ibsen Martínez. Con respecto, al error político que significó la Lucha Armada en ese instante. Tenemos que admitir, que muchos de los que estuvimos involucrados en esa lucha de los 60, hemos reconocido públicamente, que fue un error político gravísimo y el costo que eso significó. Esto es motivo de un debate y una discusión, que hay que darla en cualquier momento y está pendiente. Pero, no justifica jamás un salto de talanquera mortal hacia las filas de la derecha, como lo han hecho muchos excamaradas de izquierda incluyendo a quienes fueron Comandantes Guerrilleros. Como revolucionarios que somos tenemos que reconocer los errores cometidos y tratar de corregirlos; sino no seriamos revolucionarios. La crítica es de vida o muerte para una Revolución. Martí, decía “criticar es amar”. Bienvenidas todas las críticas constructivas.

Leyendo este artículo y sus palabras tan elogiosas a tal personaje, se me ocurrió escribir algo que recordé haber leído en el primer número de la revista que sale con el diario VEA. ( En estos momentos no recuerdo su nombre, creo que es A Plena Voz).

Dedicado a todos ‘’ los Izquierdistas’’ que saltaron la talanquera y en especial a Teodoro Petkoff, uno de los más grandes saltadores de talanquera en Venezuela, que para demostrar su eficiencia y traición, le quitó las prestaciones a los trabajadores cuando fué ministro.

El salto de talanquera no es más que una optimización de ganancias: a mayor izquierdismo pasado mayor valor de mercado genera tu salto, porque haces pensar que tu “sacrificio”, es mayor.

¿Recuerdas a Karl Marx? El valor es producto del tiempo socialmente necesario para la elaboración de bienes, Cuando te pasas para la derecha tienes que aprovechar al máximo tantos años acumulando bochorno como izquierdista en pleno capitalismo.

Daremos algunas instrucciones útiles para un mayor rendimiento del brinco: Hay que coger impulso. Ser el más radical de todos. Tu temporada en la izquierda fue una inversión; no una pérdida de tiempo. Tiempo e intensidad son factores esenciales.

Mientras mayor el lapso izquierdoso mayor el valor agregado. Ese plazo añejó el valor de uso. Pero cuando saltas la talanquera ese valor de uso se convierte en valor de cambio y, ¡por fin!, puedes cobrar la plusvalía. Advertencia: no debe ser demasiado tiempo porque pasado cierto punto comienza a operar la ley del rendimiento decreciente y más desconfianza alimentas en tu nueva clientela.

La intensidad es el grado de furia de tu izquierdismo. Las declaraciones altisonantes son altamente favorables, pero también la violencia: fugas espectaculares, atentados escandalosos como el del Tren de El Encanto, etc. Recuerda que para la derecha hasta el peor crimen es perdonable (en realidad, no lo considera crimen) y valorará tu cambio porque dejarás de ser peligroso para ella.

Siempre te van a mirar gallineado, o sea, de lado, como gallina que mira sal. El traidor debe tener una gran presencia de ánimo porque no cuenta con el amor de nadie. Lo odian sus traicionados y los beneficiarios siempre lo verán, tienen razón, con gran recelo, porque si traicionaste una vez puedes volver a traicionar.

Para compensar , tu enardecimiento de derecha debe ser proporcional o mayor a tu antigua convulsión de izquierda. Si fuiste guerrillero debes volverte terrorista de derecha. Recuerda la cantidad de comunistas que Rómulo Betancourt tuvo que echarse para que le creyeran.

Si leíste a Pierre Bourdieu sabrás que el gusto es hábito adquirido desde la infancia. Siempre se te verán las costuras, como en la mesa, sobre todo si tu gusto se formó en el comedor universitario o en la arepera El Tropezón y otros comederos. No debes fumar tabacos pensando que con eso vas a hacer creer a los burgueses que eres uno de ellos. Se comprende: no puedes comprar una casa en La Lagunita pero sí un deshumidificador para tabacos. Es un esfuerzo encomiable, hasta conmovedor. Pero recuerda que los ricos no se conmueven con facilidad. Algunos valorarán tu esfuerzo, pero siempre les causará una risita a tus espaldas.

Debes tener cuidado con la bebida y no ponerte a cantar el Bella ciao en medio de un fiesta en el Country Club, salvo con aquellos burgueses que se divierten con esas bufonadas. Hay algunos que más bien se divierten con ciertas tosquedades que dan mayor autenticidad al genuino saltador de talanquera. Un lapsus linguae puede dar un toque de apelación controlada, como los buenos vinos. Eso te certificará y recordará a los olvidadizos el tiempo que invertiste en la militancia de izquierda.

Pero sé mesurado; aunque la gente de izquierda como tú no conoce la moderación ni siquiera cuando se pasa para la derecha. Es imprescindible salpicar constantemente la conversación con términos en inglés. Viste mucho y hace creer en un posgrado gringo.

¿Recuerdas la discusión entre el camino legal y la lucha armada para tomar el poder? Algunos saltadores de talanquera van orillándose poco a poco de tal modo que el proceso se hace casi imperceptible.

Los libros de Manuel Caballero sobre el brinco de talanquera de Betancourt son muy instructivos, porque dan muchas ideas. Betancourt comenzó con un cambio de discurso y de repente tuvo a Carlos Andrés Pérez dirigiendo una represión bestial contra sus antiguos compañeros de ruta. Mucha gente tardó en discernir si se había pasado o si era una táctica para distraer al enemigo.


rauljoseramirez@hotmail.com


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Raúl Ramírez

Abogado, profesor y escritor. Ex-guerrillero.

 rauljoseramirez@hotmail.com

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