En la Copa Mundial 2014, pocas cosas van más allá de hablar de los resultados. De las emociones de los fanáticos según su preferencia. La emoción del fútbol. El score más gozado (por mí) sin duda ha sido el de Holanda frente a España, aunque los holandeses no llamen nuestra atención con frecuencia. Pero en un país y en un planeta donde los programas deportivos son muy apegados solo a las incidencias de los partidos, a hablar de los millones que ganan los jugadores o en el mejor de los casos, los programas que tratan de ridiculizar a sus propios comentaristas con insultos de libreto, la irrupción de Maradona y Víctor Hugo con su programa De Zurda, trasmitido por Telesur, nos saca de los pálpitos y los sobresaltos. Pero sobre todo desnuda las miserias del fútbol actual. Gol de zurda.
Es un programa claramente antisistema. Un programa que busca romper hegemonías, que busca irrumpir en un mundo que está claramente inclinado a favorecer a la FIFA, al capitalismo, a favorecer a los grandes y a olvidarse de los débiles. Un programa que sabe que tenemos grandes del fútbol en nuestra América pero que nunca le dará aliento a nuestros adversarios históricos. Un programa donde creen en el fútbol, donde reconocen a los grandes nuestros y ajenos, y donde se le da a los pequeños el empuje necesario.
A Maradona lo hemos visto en toda su expresión humana. Orgulloso de los equipos suramericanos y centroamericanos. Hablando de la Patria Grande. Lo hemos visto con el búlgaro Hristo Stoichkov despotricando de la FIFA, recordando sus luchas por los derechos de los futbolistas. Lo hemos visto cantando los versos de Carlos Puebla, “aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida presencia, comandante Che Guevara”. Lo hemos visto entristeciéndose con Falcao por su lesión y su lamentable ausencia en la Copa. Lo hemos visto indignándose por el abuso grosero de la FIFA con los haitianos al cobrarles dos millones de dólares por los derechos de transmisión de televisión. Lo hemos visto indignándose por la amenaza de sanción de la FIFA para el equipo de Argentina por atreverse a presentar una pancarta que decía “Las Malvinas son argentinas”.
Maradona es rey de multitudes aunque el sistema lo ignore.
A Víctor Hugo lo hemos visto en un inmejorable papel de anfitrión, de conductor del programa. Apoyando a Maradona, que no es narrador ni comentarista. Tratándolo de usted, reconociendo la estatura del monstruo argentino y reconociéndose con humildad en su invaluable papel.
No veremos a Maradona solidarizándose con cualquier mamarracho comentarista de la derecha al que la misma derecha le patee el culo. No hay solidaridad posible. No nació para eso De Zurda. No le toca ayudar a los poderosos, a la derecha, porque si les tiende la mano se la escupen. O se la muerden. Maradona es rey de multitudes aunque el sistema lo ignore. No lo reconocerán nunca. Son coherentes. Para ser auténticamente de zurda, para jugar duro y ganarle al adversario que nos quiere sacar las tripas, hace falta inteligencia, pero también astucia. Como las serpientes. Chávezdixit. Tenemos mucho que aprender. Sigamos.