Ahora luego del testimonio inoportuno o tal vez oportuno de Giordani para saber quién es quién en estos momentos de contrataque de la oposición a las políticas de las Misiones, en particular a la misión Mercal que se refleja en el contrabando (bachaqueo en las frontera con Colombia) así como en el mercado con los precios especulativos, la escasez programada procurando llevar a la población al límite de la paciencia en las largas colas que se hacen en las puertas de los mercados capitalistas, al mismo tiempo, la oposición atacando mediáticamente, inculpando al gobierno de la responsabilidad del desabastecimiento al fracaso modelo chavista, a la expansión del gasto público, por la intervención y control de los precios en el mercado, a la presunta emisión inorgánica de dinero. Mientras esto ocurre, en el escenario internacional el Banco de América, Merril Lynch teje la matriz intrigante y distraccionista de “la salida de Giordani” representa la salida de un “marxista radical, un comunista” y que según ellos, las cosas se van a cuadrar, que tendremos un gobierno más flexible con el capitalismo financiero, en pocas palabras que Maduro girando hacia el neoliberalismo “les dará esperanza” según Roberto López. Estas son las intrigas para erosionar el apoyo al Presidente Maduro, a restarle apoyo desde la izquierda.
Veamos de cerca algunos elementos de la Carta de Giordani, http://www.aporrea.org/ideologia/a190011.html el testimonio hacia donde nos llevaba sus recomendaciones de política económica puesto que existe un vínculo entre los juicios de “salida marxista” de Giordani y los que critican la gestión de Maduro hacia el neoliberalismo: “el desconocimiento del hecho económico sobrepuesto a la voluntad política, las decisiones inconsultas con el equipo económico financiero que tendían a crear un nuevo estilo de gobierno, la injerencia de una asesoría francesa que nada tenía que ver con la situación que vivía el país, las nominaciones realizadas en CADIVI cambiando las medidas anteriormente sugeridas en reuniones a tal efecto, el tratar de modificar el proceso de subasta que estaba en curso sin un fundamento racional”. Aquí se cuestiona el gobierno de calle, bajo el supuesto de adoptar decisiones inconsultas con el equipo económico financiero y de planificación, las recomendaciones de unos asesores franceses, y en particular la política cambiaria como políticas que desconocen los hechos económicos del país, la situación que tiene que ver con el agravamiento de “la situación financiera del país sometido a una campaña desestabilizadora en lo interno y de aislamiento en lo externo”. ¿Que propuso Giordani?
Dada la situación complicada del país, perforado el sistema de divisas, ocasionando problemas de flujo o disponibilidad de la misma, vale decir, frente --al impacto económico del ataque monetario de las llamadas empresas de maletín (1.490 personas naturales y 779 personas jurídicas)--, a las medidas políticas de Maduro relacionadas con la devaluación y el sistema de bandas del dólar frente al bolívar, asimismo frente al “aluvión de gastos” Giordani propone “la dirección de ajuste a un nuevo escenario marcado por el incremento nuclear de la eficiencia” y lucha contra la corrupción. Mejor dicho el técnico Giordani propone “un ajuste” (Neoliberal?) primero “atacar la corrupción frenándola por un nuevo control de los grandes fondos del Estado. El segundo introduciendo nuevos mecanismos de manejo en el gasto público que le permitieran retornar a causes sostenibles en el tiempo”. (El gradualísmo del gasto) Además respecto a la devaluación propuso: La creación de un Comité que aprobaría los permisos de uso de divisas a los precios privilegiados que el Estado otorgaba para las importaciones básicas para la economía y el reemplazo del SITME por el SICAD. En resumen Giordani, el exministro de Chávez en virtud de los “desafíos políticos internos, donde un esfuerzo disperso y dispendioso en recursos no parece ser la mejor forma de enfrentar a una oposición crecientemente articulada con los enemigos externos”, plantea el control fiscal del gasto, preocupando por una inflación creciente, agudizada por la guerra económica, de allí que su propuesta fundamental “una reducción del gasto público real que acogiera las prioridades de defensa del poder de compra de los grupos más vulnerables y la corrección de derroches y corrupciones, por la vía de una medida de asignación del gasto público que se otorgaría crecientemente (gradualista) contra un calendario de gastos acompañado de indicadores de éxito que facilitarían una expansión gradual y un freno a los gastos que no cumplieran con sus compromisos de logros. En esta área no solo no se aprobó lo propuesto, sino que se inició una nueva oleada de grandes gastos sin los requisitos diseñados, y con el agravante de los gastos aprobados por el Gobierno de calle, decididos sin estudio previo, improvisados de hecho. La suma de estos gastos no se ha presentado como un todo, salvo la necesidad de que la Asamblea Nacional aprobara una maciza ampliación del presupuesto público”. Paradójicamente, H. Dieterich habla de Giordani como anacrónico desarrollista (capitalista) cuando lo que pretende es contraer el gasto, racionalizarlo y priorizarlo de acuerdo con un programa fiscal sometido a calendario y disponibilidad según la tesis gradualista.
Si bien la devaluación ha permitido obtener más bolívares por dólares, el gobierno ha enfrentado aumentos de salarios, contraofensiva antinflacionaria provocada por la burguesía comercial, y no es más dinero producto del intercambio que genera per se inflación, no, ella es producto de un clima político y competitivo, de una fase de acumulación capitalista y reproducción del capital ante la especulación monetaria, con ello se descarta la tesis de la emisión inorgánica, dado que esos dólares devienen de la venta del petróleo, de las disponibilidades del Estado venezolano, por lo que la tesis izquierdista de que “la Devaluaciones continuadas de la moneda, como mecanismo que disminuye la proporción de la riqueza que le corresponde al trabajo asalariado” es una --postura neoliberal del gobierno-- cae por su propio peso-la tesis de Roberto López. El esfuerzo del gobierno estuvo orientado a rescatar el poder adquisitivo, sumado a la ofensiva económica fase I y II, en tanto que del lado de la empresa, erosionar la proporción del poder adquisitivo de la población, aunque lo afecta a causa de la especulación monetaria en el mercado, producto de la contraofensiva capitalista. De igual modo, calificar a --Maduro de neoliberal--es un exabrupto de parte de ciertos radicales de extrema izquierda, cuando afirman que “es totalmente cierto, es que el imperio tiene la sensación de que la política económica que viene ejecutando Maduro se acerca cada vez más a sus esquemas neoliberales”, cuando lo que critica Giordani es que precisamente tenemos una política expansiva del gasto, hay que recortar, racionalizar, por lo tanto no es un “pasticho ideológico de neoliberalismo y ultraizquierdismo, se trata de salvar la revolución del contragolpe del capitalismo contra el neoliberalismo intrigante velado de derecha y de izquierda.
Volvamos a la intrigas políticas internacionales, aquella que afirma que “Que el capital financiero mundial, personificado en el Bank of América, celebra la remoción y disminución de los “radicales marxistas” de la conducción económica del gobierno; se venían aplicando con excesivo gradualismo. “Que los recientes nombramientos en el área económica, (opuesto a las recomendaciones de Giordani) especialmente los nuevos directores del Banco Central de Venezuela, estarán en línea con las recomendaciones del Bank of América, en todo caso: la situación nacional está radicalizándose rápidamente, “la burguesía intensifica su ofensiva política contra los derechos laborales de los trabajadores, saboreando una vez más su triunfo en la lucha de clases contra la plebe y sabiendo que la Revolución Bolivariana es cosa del pasado, los trabajadores empiezan a desesperarse y radicalizarse ante la ineptitud e inacción del gobierno”. Este es el clima político, de contraofensiva ideológica y económica del capitalismo, a la que suma al coro, H. Dieterich quien afirma “Hugo Chávez entendió a la perfección que el Socialismo del Siglo XX era un sistema moribundo y que era un anacronismo tratar de implementarlo en Venezuela” en el marco del proyecto desarrollista de Giordani. Mejor dicho habla del fracaso del proyecto socialista en el siglo XXI.
De ninguna manera el proyecto chavista es “desarrollista, menos neoliberal y populista, invita la participación popular en la gestión económica y política, al protagonismo del pueblo en los consejos comunales y las comunas, a defender la soberanía y la independencia nacional, a organizar al pueblo en la defensa de sus derechos, a reivindicar sus deberes para con la Patria de Bolívar, a luchar contra el imperialismo, a defender el modelo socialista bolivariano y chavista contra la contraofensiva de la política burguesa que se ha intensificado para naufragar “el titanic --como lo llama H Dieterich-, por “el iceberg capitalista de la corrupción y la ineptitud”. Frente a esta realidad política de crisis inducida del desabastecimiento, inflación deliberada, rectificación cambiaria por la sinceración se propone frenar a la burguesía, de sus intentos de llevar al país a naufragar la revolución bolivariana, de contrarestar el contrataque capitalista ¿Que se debe proponer frente a lo que quiere llevar la oposición al país, a la estanflación, a que se vuelva sal y agua los aumentos de salarios, que se menoscaben las inversiones sociales, y sobre todo hacer improductivas las políticas sociales del gobierno?, el nudo de ataque es el desmontaje de las Misiones, en particular aquellas vinculadas con la alimentación venezolana, de allí el ataque a las importaciones de alimentos, y en particular aniquilar el dólar 6,30 o 10 para la compra de alimentos.
El socialismo se caracteriza porque busca soluciones con el colectivo, más democracia, significa tener más socialismo, impulsar la participación del pueblo en los asuntos nacionales, luchar contra la crisis estructural del capitalismo, haciendo más efectivo el gobierno de calle, en todas las instancias de gobierno, creando el socialismo en todo el sistema, de participación popular, el contrataque desde adentro, hacer más efectiva y competente la gestión de todos los niveles de gobierno, dialogar con los países aliados, buscar la solidaridad de los países amigos, apoyarse en el internacionalismo, defender la revolución bolivariana frente a la banca internacional (capital financiero) al acecho, en particular de la banca mundial, y también del gran capital nacional, Fedecamara y Polar además de la MUD quienes proponen un plan de rectificación del modelo de desarrollo, fundamentado en un “plan de rescate financiero”, (similar a Ucrania) para luego torcer el curso de la revolución bolivariana, desmintiendo al socialismo luego de tantos años de revolución social, desacreditándolo, contraer el gasto social, el gasto fiscal público, (coincide con la tesis inoportuna de Giordani), recortar las Misiones, las inversiones públicas, mejor dicho “ de acuerdo a el Bank of América, el gobierno tenía que aplicar un programa más agresivo de ajustes macroeconómicos” de recorte de gasto, procurando mellar la confianza en la gestión de Maduro, unificar el sistema cambiario, elevando el valor del dólar por bolívares.
Mientras tanto la oposición presiona, buscando radicalizar las protestas, no solo las guarimbas, unificar el sistema cambiario, sincerar la tasa cambiaria al más alto nivel, continuar la especulación inflacionaria y el desabastecimiento en el mercado, recortar el gasto social, las misiones base apoyo político del gobierno, racionalizar el gasto a las prioridades y la población más vulnerables, en tanto que el gobierno debe asegurar las condiciones sociales de la población, el nivel de vida, la democracia, evitar la represión a donde desea llevarlo la oposición, más trabajo de inteligencia popular, desmantelar las bandas mercenarias, las mafias de contrabandistas, incautar bienes, confiscar mercancías, multar las empresas especulativas, engrosar el presupuesto mediante estas fuentes, aprovecharlas para el gasto público, continuar profundizando las misiones, seguir consolidando la hegemonía revolucionaria, atacar las ineficiencias del gobierno, acabar con la impunidad de la corrupción, tanto privada como pública, defender los empleos y las conquistas sociales, superar la crisis en el marco de la transición al socialismo, desde los intereses populares, ante la contraofensiva de la burguesía.