Marx habló de la "aristocracia obrera", pero hoy día se va más allá ante la "aristocracia obrera del imperialismo", pendiente con estos lacayos. Estos oportunistas apátridas representan una escisión en los trabajadores y trabajadoras y se esfuerzan tras todo tipo de ardid para amparar el capitalismo, contrarrestando la lucha revolucionaria del proletariado contra la esclavitud asalariada.
El oportunismo con sus infinitas variables ha encontrado su caldo de cultivo en la masa obrera, por lo que hay que profundizar la conciencia revolucionaria. De otro lado, hay que estar atentos sobre la errónea concepción de empeñarse en fortalecer el proceso socialista que se ventila en nuestra Patria con el enemigo histórico cual es el capitalismo, y en éste su componente: la oligarquía, la burguesía y el devastador sistema financiero imperialista con su agregado neocolonialista. "Así se llega a un sistema híbrido que arriba a un callejón sin salida o de salida difícilmente perceptible que obliga a nuevas concesiones a las palancas económicas, es decir al retroceso", escribió el Che.
Hay un cúmulo de alertas ante el criminal saboteo del empresariado fascista. Se burlan de los consumidores, diariamente remarcan los precios, y cuando les provoca, entonces, intensifican el saboteo acaparando los productos y contrabandeando; y otros vivos están pendiente de adonde llegan los víveres para comprarlos en cantidad y luego revenderlos.
En estos escenarios canallescos donde campea una especulación en todas las áreas, salud, medicina, educación, automotriz, ropa, línea blanca, vivienda, etcétera, por ninguna parte encontramos acciones contundentes por el contrario esta locura desenfrenada aupada por una cúpula de vividores y usureros están estrangulando, sin más, a los venezolanos y venezolanas.
El motor de la historia es la lucha de clases y sus revoluciones. Sí, pero no de la forma en la que se ha interpretado clásicamente, para no decir erróneamente. Los seres humanos son los que hacen la historia a través de los grandes momentos en los que se rompe el tiempo continuo y surge el tiempo-ahora. Reiteramos, somos la rueda de la historia. El cambio histórico lleva en sí mismo: La Revolución.
La barbarie a la cual asistimos, el Socialismo la debe siquitrillar. Dijo Hegel filósofo alemán (1770-1831) que la historia siempre se repite, y en El 18 Brumario, Marx respondió: "La primera vez es tragedia, la segunda es farsa". Ciertamente, no hay "plan b", la suerte está echada: Socialismo o Barbarie. Como lo advirtió Engels y luego Rosa Luxemburgo.
El neoliberalismo o fascismo, además de perverso y criminal, es improductivo, especulador, tramposos, conformado por hampones, es decir, una mafia de psicópatas, matones y ladrones que se quieren imponer en esta Nación libre y soberana, Chavista y Bolivariana. Por eso con el pueblo y el presidente obrero Nicolás Maduro ¡pa´lante!
El imperialismo es el dominio del capital financiero. Estamos ante una realidad que no es cualquier pendejada. Basta de impunidad y tolerancia. El Che no creía que el desarrollo económico fuera un fin en sí mismo: el desarrollo de una sociedad tiene sentido si sirve para transformar a la persona, si le multiplica la capacidad creadora, si lo lanza más allá del egoísmo. El tránsito hacia el reino de la libertad es un viaje del yo al nosotros.
Y este viaje no puede realizarlo el socialismo con "las armas melladas que nos legara el capitalismo", porque no se puede avanzar hacia una sociedad más humana si se organiza la vida socialista como una carrera de lobos al igual que en la sociedad capitalista. Hay demasiada injusticia acumulada por donde quiera, que debe ser vencida sin aspavientos ni tapujos. Debemos evitar la furia del pueblo con el aire de la paz y profundizarse una economía política realmente social. ¡¡¡Viviremos y Venceremos!!!