En la transición del capitalismo al socialismo media un periodo de trasformación política, económica y social, el cual describía Marx como la Dictadura del Proletariado, dadas las circunstancias y el carácter dialéctico de la sociedad, Venezuela entra en nueva era política a través de un proceso eleccionario que desarrolla realidades muy particulares en ese proceso de cambio.
Hugo Chávez entendía muy bien el concepto de dictadura del proletariado y lo que ella significaba a pesar de haber tomado las riendas del poder de manera pacífica, fue más allá de la contextualización y comprendió que el poder pertenecía al pueblo, dar poder al pueblo, el PODER POPULAR era la única garantía de permanecia y cambio políticos. El control del estado es vital y necesario para salvaguardar los cambios, así como entendió que era necesario POR AHORA convivir con la estructura económica privada en la sociedad y sus medios y modos de producción, quedando plasmado en nuestra constitución.
La lógica del capital queda plasmada en nuestra constitución, constitución que se quiso reformar, y gracias al empeño, al egoísmo e ingenuidad política de nuestros diputados (as) al exacerbar los cambios, se llevó a consulta y fue rechazada, siendo la única derrota que tenemos entre todas las victorias electorales.
La reforma del estado planteada constitucionalmente fue postergada y se dio paso a la creación de las Misiones, con el objetivo de enfrentar la hipertrofia e ineficiencia del estado y sus instituciones, plagadas de burocratismo y una tecnocracia propias del estado burgués, que se resisten a desaparecer ante el desarrollo de la revolución bolivariana.
No hay, ni ha habido voluntad política para refundar el estado, ni siquiera con el intento tímido del llamado SACUDÓN y del nuevo enroque ministerial. A Chávez le faltó tiempo para ello, sin embargo marcó un rumbo en ese maravilloso documento como lo es el Plan de la Patria y sus cinco ejes fundamentales, que a su vez constituyen su legado político. Su adecuación y ejecución es sólo voluntad política, lamentablemente se carece de ello.
Hoy, la autocrítica que debería ser una herramienta para fortalecer el proceso político del estado venezolano, se ha satanizado en dos vertientes: una dirigida a convertir su ejercicio en una traición, y la otra ha derivado en temor, siendo que es una fuente de adulación, sin puntos de inflexión sobre el compromiso que hoy debe de prevalecer en nuestra sociedad, y que también es asumida con prepotencia, donde desacreditar y descalificar es el recurso más fácil para evadirla. La erudición trasnochada e imberbe de los que critican, la crítica, no los hace más revolucionarios, su ADN este impregnado de ignorancia y de la más rancia anarquía radical de la derecha. Son esos, los revolucionarios que se jactan de lucir una buena guayabera roja de lino en las concentraciones, y que jamás entenderán lo que significa EL PODER POPULAR y lo que significa en esencia para desmontar el estado burgués, enfrentar la guerra económica y la batalla de las ideas. Tarea nada fácil, cuando adolecemos de un partido político incapaz de enfrentar el reto de preparar a sus cuadros en el campo ideológico y limitarse solamente a la estructura electoral.
Seguí con detenimiento la alocución presidencial, luego del organigrama con la estructura propuesta, comenzó la rotación de ministros (pareciera que estamos frente a un programa para identificar la vocación ministerial de los hombres de confianza de ese entorno presidencial, de los intocables, ya que si no sirven en un ministerio lo pasamos a otro a ver si allí encuentran su verdadera vocación para servir al país), algo a lo que ya estamos acostumbrados, es como el sello inequívoco de la revolución: rotar ministros y darle mayores responsabilidades a desempeños ineficientes; usted es ministro, presidente de un instituto autónomo, novio de la madrina y cuarto bate. Quieren hacernos entender que no HAY MAS NADIE EN EL PAIS, no sólo preparado profesionalmente para enfrentar el reto de refundar HOY al estado venezolano, sino que también estos ministros son los únicos COMPROMETIDOS CON LA REVOLUCIÓN, de ese grupito cerrado no hay nadie más. La pregunta es si verdaderamente estos compañeros están seriamente comprometidos con la revolución, ¿es que acaso la ineficiencia no es una forma de corrupción?
Solo uno de sus cambios ha generado mucha polémica, la remoción del compañero Rafael Ramírez, mas allá de pensar si ha sido una decisión acertada o errónea, solo me limito a expresar que ha sido el único ministro que ocupo una sola cartera ministerial en una década, eso debe llamarnos a la reflexión, su lealtad y compromiso ha debido ser a toda prueba, ya que la confianza depositada por nuestro eterno comandante Chávez en él, fue total, de lo contrario hubiese sido un hombre de rotación infinita en el tren ministerial o simplemente execrado. Ninguno de los dos casos ocurrio.
Algunos ministerios bajo la tutela de muchos de estos compañeros (no todos) siguen siendo un desastre total, por mucho que trabajen, el problema fundamental es voluntad política para resolver y enfrentar los problemas, el compromiso político con la revolución bolivariana y el legado de Chávez, el no entender el momento político-económico-social que vivimos y lo más triste es su escasa formación ideológica para afrontar la batalla de las ideas, con esto no quiero decir que es fácil enfrentar la estructura organizacional heredada de la cuarta república, el enquistamiento de la burocracia y la tecnocracia, las mafias de los sindicatos, las leyes que amparan al funcionario público ineficiente, así como a directores y gerentes que sólo viven para el lucro personal, la corrupción que es dueña de todas las instancias del poder, bajo la mirada cómplice de quien lleva el liderazgo en esos ministerios que en ocasiones promueven. ¿Hasta cuándo se debe seguir premiando la ineptitud y el indecoro? Lamentablemente no hay síntomas hacia el cambio.
Es ahí cuando vemos a un gerente (debe aplicársele todo el peso de ley) de un bicentenario que no es más que el chinito del nuevo RECADI, los dueños del circo se han llevado más de 20 mil millones de dólares sin que hasta ahora haya un solo preso y luego de tanta presión se haya publicado parte de la lista de esos ladrones que desangraron al país. ¿Dónde están los funcionarios públicos y los ministros que aprobaron inmensas cantidades de divisas, los cuales seguro recibieron un pedazo muy grande de la torta? Siguen libres y muchos hoy continúan en sus cargos vistiendo guayaberas rojas de lino en las concentraciones.
El pueblo que ha apoyado esta nueva fase de la revolución, ve con mucha preocupación el desempeño del gobierno, las prácticas cuarto republicanas que a la sombra manejan el poder: muchos hoy se preguntan sobre el aumento desproporcionado del servicio eléctrico en el país, un ministro que ha hecho uso de los medios de comunicación hasta el cansancio, no tuvo la gentileza, la moral de decirle al país: HEMOS AUMENTADO EL SERVICIO ELÉCTRICO, sólo hemos visto que en nuestras facturas el aumento es del 100%, y se espera otro ajuste, el primero lo realizaron el 19 de julio de acuerdo a los operadores de Corpoelec. “Nos madrugaron” es la expresión de muchos usuarios.
Los pactos con la derecha empresarial de Venezuela siguen su curso, nuevos ajustes en los alimentos y productos de primera necesidad, hay escasez de muchos rubros, según porqué no hay materia prima para su elaboración, tan pronto se hagan públicos los ajustes, por arte de magia aparecerá la materia prima y con ello el producto terminado… cuanto chantaje hemos de tolerar.
Por otro lado, existe un decreto de inamovilidad laboral y el estado venezolano a través de sus instituciones es el primer violador de este decreto, un estado dirigido por un compañero proveniente de la clase trabajadora, sus ministros y funcionarios de alto rango se lavan la boca con este decreto: Maduro manda en Miraflores, yo aquí. Podría pasar todo el día escribiendo sobre todo lo que debemos corregir para avanzar, pero ya en lo individual muchos compañeros han escrito al respecto.
Compañero presidente Nicolás, con mucha humildad me permito decirle, que lo de ayer no era lo que esperábamos de usted, se esperaban cambios transcendentales y estructurales en todas las esferas del poder, ha desperdiciado una oportunidad histórica muy grande, usted tiene a un pueblo a su lado y no ha sabido interpretarlo, usted nos ha pedido ayuda y no ha dejado ayudarse, el pueblo consciente y revolucionario hubiese apoyado medidas más radicales y la incorporación completa del poder popular, más allá de las mezquindades y miserias de los factores de poder o grupos que hacen vida política en nuestro país al lado de la revolución, si no hay voluntad política para cambiar su gabinete de manera radical, menos puede haber voluntad política para cambiar al país.
Miraflores ya debe tener una visión clara del impacto del tenue SACUDÓN, ya las salas situacionales deben haber hecho el trabajo de campo, aunque no se quiera escuchar la verdad, debe entenderla y evaluarla muy bien compañero presidente Nicolás.
Al margen de la crítica constructiva, muchas han sido las propuestas que se han presentado, en el entendido que la incorporación del Poder Popular en todas las instancias de los poderes públicos que sean relevantes y susceptibles en el ámbito económico, político y social, como única garantía de desmontar al estado burgués, desmantelar toda la estructura burocrática y tecnocrática que mantiene ineficiente a la administración pública, hacer del PSUV un partido donde prevalezca la democracia participativa y no las imposiciones, prioridad en la formación de cuadros (el PCV tiene mucha experiencia en este tema) en lo ideológico-político, así como en materia internacional, renovación de todo el aparato ministerial y cuadros del primer nivel, después de un proceso de evaluación que permita corregir los errores y avanzar hacia la reestructuración del estado, combatir la corrupción con eficiencia y sin prejuicios en todos niveles.
Después no hay después, compañero presidente Nicolás usted tiene una responsabilidad con el pueblo y con la historia, dios permita que no haya semejanza futura con usted y con el triste celebre Gorbachov donde la historia lo recodara por siempre como el ejecutor de una reforma económica, política y social que llevaron al empobrecimiento de la población soviética y a la disolución de estado socialista.