Socialismo y Religión unidos en la lucha liberadora

"Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios", Marcos 10:25; del mismo modo dice el texto bíblico: "El que confía en sus riquezas, caerá, pero los justos prosperarán como la hoja verde", Proverbios 11:28. Hay un buen número de citas en la Biblia en las que la riqueza material es objetada por las sagradas escrituras.

Por ejemplo, esta es otra de ellas: "No confiéis en la opresión, ni en el robo pongáis vuestra esperanza; si las riquezas aumentan, no pongáis el corazón en ellas", Salmos 62:10. Y, si miramos el entorno de nuestra realidad católica o cristiana, es apreciable que la ideología de la burguesía está cargada de un profundo anticristianismo, porque aunque digan asumir estos señalamientos venerables en la práctica hacen todo lo contrario, la fe para la burguesía es una pantalla. Sus lagrimas son de "cocodrilos".g

De otro lado, se ha derrumbado la corriente funesta que identificaba al ateísmo con la condición revolucionaria, con el desarrollo político de los individuos y con el carácter científico del pensamiento; toda vez que, es un hecho notorio para los creyentes y no creyentes, que no hay algún problema en las relaciones de la fe religiosa con el proyecto de vida liberador que conlleva el socialismo, cuando ambos logros constituyen grandes adelantos necesarios que se deben defender y desarrollar al unísono, es decir, al mismo tiempo.

El mundo católico y cristiano ya no se deja utilizar como ideología de la contrarrevolución que hace años atrás había conducido a prejuicios y a prácticas discriminatorias; los medios informativos mediáticos divulgaron el ateísmo de manera sistemática y con argumentos criminales.

La fe religiosa y el aumento de la religiosidad y de los creyentes no tienen porque ser una función de esa erosión difundida contra los socialistas, y por tanto, la declinación del socialismo. Ni tampoco contradecir la actitud revolucionaria que tienen una enorme parte de los practicantes de la fe, así como a los principios de solidaridad y de conducción popular de la revolución.

De ahí que continúe aumentado la comprensión entre los factores diversos que componen la sociedad venezolana, vista desde una perspectiva de la fe religiosa, tanto sobre los aspectos religiosos como acerca del debate de la manera de vivir en socialismo.

Ese es el camino que está en pleno crecimiento y desarrollo, en el que tienen destacada figuraciones personas activistas y pensadores religiosos venezolanos y venezolanas, motivados por el ansia de acabar con la dolorosa escisión que existió entre la entrega al servicio de los poderes creadores del pueblo y la pertenencia a una fe y/o un campo religioso.

En consecuencia, como hecho real es necesario asumir que solo el socialismo permite llevar una vida plena, social, en un hábitat humanizado sincronizado con la fe religiosa y con su proyecto liberador, lo cual conduce, además, hacia la realización de los ideales religiosos y socialistas.

En esa orientación está el Plan Socialista de la Patria de Bolívar que ejecuta el presidente obrero Nicolás Maduro. En ese orden de ideas, en el año 2004, la Revolución Bolivariana proclamó su carácter antiimperialista y en el 2006 se definió como socialista.

La prédica de la Revolución ha sido continua: los venezolanos y venezolanas "no queremos permanecer en el ámbito del capitalismo, es indispensable que en Venezuela encarne el socialismo como el ancho y abierto camino hacia la suprema felicidad social. Combatimos por una sociedad donde se realice plenamente los grandes valores del cristianismo", matizó el eterno Chávez. Todo esto sustentado en los valores del saber y trabajo. Maduro junto al pueblo, ha continuando con el pensamiento del comandante Chávez, cuyo objetivo histórico es seguir construyendo y cimentando las bases del Socialismo Bolivariano para desmontar el deshumanizante e inhumano, depredador y belicista sistema de acumulación capitalista y trascender la lógica del capitalismo salvaje que lo mantiene sin apartarse de la auténtica y verdadera religiosidad del pueblo.

El sacerdote colombiano revolucionario Camilo Torres, quien cayó en combate en 1966, representante de la síntesis del socialismo marxista y el cristianismo, y precursor de la teología de la liberación expresó: "... Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado ´la caridad´, no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías. Esos medios no lo van a buscar las minorías privilegiadas que tienen el poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar sus privilegios". En esta alargada frase Camilo Torres conjura la acción criminal del capitalismo salvaje, contraria a todas luces al pensamiento de los creyentes, y desde luego, de los revolucionarios.

¡¡¡Viviremos y Venceremos!!!



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Alberto Vargas

Abogado y periodista, egresado de la UCV, con posgrado en Derecho Tributario y Derecho Penal. Profesor universitario en la cátedra de Derechos Humanos

 albertovargas30@gmail.com

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