Venezuela enfrenta una guerra irregular (entiéndase asimétrica) desde la llegada de Chávez al poder, la cual se intensifica cada vez más; que tiene como característica la manipulación psicológica. En esto el imperio y sus lacayos está desarrollando todo lo necesario para impedir el hecho real de la Revolución Bolivariana. A decir verdad la guerra se ha convertido en la justificación del hambre imperial por el petróleo y los demás recursos naturales que poseen varios países de este hemisferio.
Su agresividad es constante, sin tregua; el uso de las operaciones psicológicas contra poblaciones y la subversión, como mecanismo para lograr divisiones y conflictos en la sociedad, es una llovizna negra. EE.UU. califica de "enemigos de la libertad" a quienes no entran en sus planes y no sirven a la creciente voracidad de sus intereses. Cuya libertad inventada les sirve para justificar sus desmanes bélicos, que hoy tienen una clara expresión en el mundo.
Solamente para el año 2010 los yanquis presupuestaron 680 mil millones de dólares para agudizar las tensiones en Nuestraamérica. Entre tanto, la FAO reporta más de mil millones de seres humanos sufriendo desnutrición severa por causa del hambre y la miseria. Si EE.UU. redujera el gasto militar en mil millones de dólares y lo destinara a combatir la pobreza mundial, acabaría esta dramática situación.
De las 23.300 cabezas nucleares en la Tierra, el país con mayor es el imperio con 8.400 operativas y listas para ponerlas a girar en cualquier momento. Toda esta locura guerrerista está justificada con el nombre de "Guerra contra el terrorismo".
En esta criminal vorágine criminal se agregan los domesticados apátridas de "inspiración divina", con el agregado de las mafias empresariales de significativo alcance mediático que manipulan al pueblo a través de medios impresos y audiovisuales donde operan ejércitos mercenarios de la desinformación que editan la realidad a favor de los intereses imperiales. Esto es, la asfixiante "guerra de cuarta generación".
Varios intelectuales y artistas con enorme descaro e infamia cerraron filas junto a los sectores retrógrados que rechazan y adversan al Gobierno legítimo y revolucionario de Venezuela. Aunque, la Revolución Bolivariana, es una referencia democrática en el ámbito mundial, a contracorriente de las infernales campañas internas y transnacionales que difunden lo contrario.
Luego, la amenaza continúa y se cierne sobre Venezuela. Esta difícil situación de posibilidades de guerra parece manifestarse de manera alarmante y por la presencia de siete bases militares estadounidense en Colombia. La intensa puja por el apropiamiento de los recursos naturales renovables y no renovables que cada vez escasean más, dan cuenta que el objetivo secreto del "Plan Colombia" es el petróleo.
La estrategia militar de EE.UU. avienta propósitos económicos de escala mundial y el control de los mercados financieros, aunque atraviesa su peor crisis desde el 2008 que lo tiene estrangulado con una deuda billonaria de dólares; de otro lado, su dominio por los recursos naturales del planeta, en especial, los no renovables han segado al Estado estadounidense.
En este torbellino los politiqueros de apátridas y de oficio como marionetas le hacen el juego al imperio a ultranza del daño que se le hace a la República. Gramsci, escribió: "¿Qué me salvó de convertirme completamente en un andrajo almidonado? El instinto de rebelión…", tras agregar, "… Así me he apasionado de por vida, por la lucha, por la clase obrera". Estas reflexiones son un abono para mantenernos "rodilla en tierra" ante el asecho del imperio, los domesticados y los canallescos vende patria, porque parafraseando al comandante Chávez, "no volverán".
De otro lado, y esto debe ser motivo de preocupación de quienes asumimos la Revolución desde la perspectiva de una lucha política cesante e inquebrantable, que da la impresión de que hay un sin número de elementos, tanto mujeres como hombres, que asumen el socialismo como algo muy particular, que no terminan de digerir que el socialismo además de ser una filosofía es una ciencia, sin embargo, consideran que está exclusivamente en la mente de ellos, por tanto, se arrogan posturas en las que éstos solamente manejan la verdad de más de 7 mil millones de almas que conforman el planeta Tierra.
Qué lejos están de la realidad, aunque, desde luego, y es así, digan lo contrario. El momento histórico que nos toca es único y lo importante es que estamos envueltos en un proceso que con todas sus fallas tiene como objetivo el socialismo; en consecuencia, no es una cuestión de aquél o del de otro, porque si vamos a Raimundo cada cabeza es un mundo. Es que se aferran de tal manera a incoherencias que dejan entrever que son víctimas de la "guerra de cuarta generación", están atrapados.
El propósito de una revolución socialista como la vivida en Venezuela, sin duda, es la creación de una sociedad nueva. Es un camino de creación social, humano y maravilloso. De esa creatividad y de la participación de todos y todas depende la progresiva formación de nuevos espacios culturales, escenario integracionista de lo que envuelve el bienestar colectivo y la ofertada paz.
En ese sentido, el socialismo debe asumir la cultura de la rebeldía, sin conformarse con lo que existe, pues debe ser creativo para ir superando las nuevas contradicciones que aparecen, por su carácter de nuevo poder y por lo ambicioso que es su proyecto liberador. Cuyo único enemigo es el sistema capitalista, y el nuevo elemento que le agregamos, "los compañeros de ruta" desviados del camino.
El capitalismo no ha hecho nada comparable a las experiencias socialistas, por lo logros inmensos del socialismo, porque desnudó el daño sistemático (esclavitud asalariada, por ejemplo) contra las personas; por sus pruebas fehacientes y reales de que es posible que la vida sea humana y no deshumanizada. Las personas saben ya que son capaces de obtener vida en abundancia para todos y todas, y pretender la felicidad sobre la faz de la Tierra. Una extraordinaria contradicción está ahí, visible. Los venezolanos y venezolanas han contemplado la libertad, la liberación, y han visto la justicia social. Por eso, esas "plumas" que se escudan de "chavistas" o "socialistas" contraria al proceso que se ventila en nuestra Patria, son eso: plumas, pero de aves que no pueden trascender en nuestras vidas, pues son esencias también traidoras y apátridas.
Esos ríos socialistas que nacen de los más disimiles lugares de nuestro territorio deben confluir en el Gran Polo Patriótico, y sí hay divergentes la propia dialéctica de la historia se encargará de ellos. En fin, los que asumen que son pero no son ni una vaina ni la otra están acorralados ante la historia. Son otros pendejos apátridas.
¡¡¡Viviremos y Venceremos!!!