¿Cuál será el destino de la Revolución Chavista? ¿Le pasará igual que a los más importantes movimientos liberadores de la humanidad? ¿Le sucederá lo del Cristianismo, que evolucionó hasta convertirse en su contrario? Sólo entenderemos el brutal cambio del cristianismo, su falsificación, si a Cristo, el que se enfrentó a los mercaderes y al imperio romano, lo comparamos con Bergolio; si confrontamos a Cristo con Pio XII y su simpatías nazis; si pensamos en Francisco de Asís con su vida austera y vemos el boato de los papas. Así entenderemos que el Cristianismo Primitivo, el auténtico, se fue a las catacumbas, vive allí y es combatido, perseguido, por los falsificadores.
Bolívar Libertador fue un caso similar. Vio su obra, la Gran Colombia, disolverse en fragmentos que después se dijeron bolivarianos. Páez, Santander, enterraron el testamento bolivariano, lo falsificaron y crearon una nueva oligarquía, naciones, regionalismos que niegan el sueño del padre de la Patria Grande.
La gran Revolución Soviética siguió igual camino. ¿Qué tienen que ver Lenin, Trotsky, con stalin? Compárese a Lenin con Brézhnev, o con Gorbachov, y la transmutación será asombrosa. ¿El fin del camino emprendido en 1917 era Putin? Los leninistas primitivos, los trostkistas verdaderos, fueron perseguidos, hasta el día de hoy viven en las catacumbas.
Lenin, en su mausoleo, nos recuerda que el monumento de los grandes hombres debe ser su obra, las transformaciones sociales, y no el bronce o el mármol.
Estos pocos ejemplos nos enseñan: las Revoluciones pueden, en lugar de avanzar hacia el nuevo mundo, retroceder a la esclavitud que querían superar, a vigorizarla, remozarla, justificarla. Y es frecuente que lo hagan vestidos con el ropaje del movimiento libertario, con el mismo discurso despojado de su fuerza revolucionaria, en resumen, engañando a las sociedades. Pero no pueden evadir a la historia que los condena y alerta a las generaciones futuras.
En Venezuela estamos en un periodo de transición, en una crisis donde se decidirá si el Chavismo Primitivo, el original, sucumbirá, si se transformará en su contrario. Veremos si en lugar de superar a la burguesía, ésta saldrá del periodo más fortalecida; si la sociedad, en lugar de unirse en un solo empeño, se fragmentará en quinientos intereses particulares; si el egoísmo será la norma ética, en lugar de la fraternidad, si la sociedad se organizará alrededor de egoísmos colectivos.
En la crisis, en este turbulento periodo de transición que hoy vivimos, sabremos si el Chavismo será falsificado en un movimiento que remoce el Estado burgués para hacerlo más burgués que nunca, que simplifique todo para la creación de un capitalismo que exporte -y explote- aceptado por la canalla internacional. Y si esa adecuación de la nueva explotación, esa falsificación del sueño y los planes revolucionarios se presentará como Socialismo. En ese caso pasaremos a la historia como un movimiento más que se transformó en su contrario, el capitalismo seguirá su camino de barbarie, no habrá quién señale el camino a otra sociedad, la esperanza será pospuesta nuevamente.
Pero veremos también si seremos capaces de leer la historia, de aprender de ella. Veremos la capacidad de rectificación del Chavismo, de romper las cadenas de una falsa lealtad a las falsificaciones, a las transmutaciones.
Esta por verse, el futuro dirá si el Socialismo sale airoso de la prueba y no se transforma en su contrario sino que avanza hacia una nueva sociedad, resuelve la ecuación que salvará a la humanidad, si se convierte en faro y no regresa a las catacumbas donde se refugiaron los cristianos primitivos, los leninistas auténticos, los bolivarianos.