Hombres libres para construir el Estado-Nación, la República Bolivariana de Venezuela es lo que necesitamos. Hombres Nuevos capaces de morir como ciudadano por la patria a lo Bolívar para alcanzar los sueños de la Humanidad, de libertad y socialismo, un modelo de ciudadano (a) creado por Simón Rodríguez, su Gran Maestro.
Bolívar define como Ciudadanos (as) aquellos “…hombres,…virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados….”, (Discurso de Angostura, 15-02-1819), de acuerdo con este modelo representativo de hombre o mujer ciudadano (a), serán aquellos los que formarán la República de Venezuela, hoy bolivariana y de orientación socialista, desde la aprobación de la Constitución en 1999.
Cuando Bolívar habla de hombres virtuosos es, para definirlos como aquellos capaces de “…conducirse por los principios de humanidad, siguiendo la vía de la justicia, en la recuperación de la libertad e independencia”, (Manifiesto de Cartagena, 02-11-1813)
Actualmente, en el capitalismo priva aún la dominación las cadenas de la esclavitud asalariada y debido a ello, los ciudadanos bolivarianos herederos de la tradición libertaria, deben proceder como “libertadores de sus hermanos cautivos en Venezuela” y el mundo como bien indicara Bolívar en su Memorial: “Corramos a romper las cadenas de aquellas victimas que gimen en mazmorras, siempre esperando su salvación de vosotros; no burléis su desconfianza, no seáis insensibles a los lamentos de vuestros hermanos. Id veloces a vengar al muerto, a dar vida al moribundo, soltura al oprimido y libertad a todos”.
Un Bolivariano es internacionalista, no es indolente además a su patria “Venezuela, cuya suerte no ...puede ser(me) indiferente ni aún después de muerto”, (Bolívar a Páez, 01-04-1828), presagiando que “sus luchas no araban ni el mar mismo”. “Yo siento por lo presente y por los siglos futuros” (a R. Wilson, 13-09-1827). No olvidemos, las palabras del Libertador: ¡Yo quiero vivir libre y morir ciudadano!.
El Ciudadano bolivariano no es insensible al dolor, no se presta al fingimiento y a la hipocresía de las nuevas formas de explotación del capitalismo, las mazmorras de hoy que subyuga a miles de trabajadores del mundo que ven lamentarse su existencia cada año con la venta de su fuerza de trabajo y sucumbir en la miseria, erosionando su autoestima, identidad, libertad e independencia.
¡Id veloces a dar vida al moribundo, soltura al oprimido y libertad a todos¡ exclamaba el Libertador a sus conciudadanos como solo lo hace un hombre o una mujer internacionalista. Para que se guíe -el Ciudadano Bolivariano- de acuerdo con los principios de humanidad, es decir de acuerdo con aquellas palabras de Bolívar a Santander, “Hacer el bien no cuesta nada y vale mucho”, (carta, 28-06-1825).
El ciudadano bolivariano sopesa más que lo material, los valores espirituales, la vida misma. ¡“Ciertamente el oro y la plata son objetos preciosos; pero la existencia de la República y la vida de los ciudadanos son más preciosos aún”! (escribía Bolívar al mismo Santander, el 30-05-1820). Hoy está amenazada la República, los ciudadanos y ciudadanas por la desidia de los gobernantes opositores que no les importa el problema de insalubridad pública, como parte de su arsenal de guerra, esta vez bacteriológica contra el gobierno nacional, seria amenaza a la salud pública de los ciudadanos y ciudadanas.
Más valioso que los bienes terrenales, son los ciudadanos (as), es decir, la vida de los hombres y mujeres, niños (as), jóvenes y ancianos (as) son mucho más importante que el dinero mismo, el hombre no es esclavo de las riquezas, ellas contribuyen en ennoblecer la República y es deber, construir un modelo de trabajo basado en la cooperación del trabajo que haga realidad los valores bolivarianos mediante:
“El deber –además según Bolívar—de todo ciudadano vigilar sobre la legitima inversión de las rentas públicas en beneficio de la sociedad” Proyecto de Constitución, Angostura, 15-02-1819. Esto, es el Socialismo, la riqueza, renta pública de la sociedad en beneficio del hombre y repartidas según la norma “a cada quien según su capacidad, a cada quien según su trabajo y más aún a cada quien según su necesidad”, según el sabio de Tréveris, Carlos Marx.
Un Bolivariano no puede vivir “sin moral republicana-, sin ella no puede haber gobierno libre”, (escribía Bolívar a Guillermo White, 26-05-1820). El Bolivariano debe obedecer a las leyes, respetar la justicia, participar en el ejercicio del poder popular haciendo posible el sueño de cada pueblo: la felicidad humana, tierra prometida del futuro “…propiedad del hombre, --según Bolívar-pues éste siempre vive lanzado en la región de las ilusiones, de los apetitos y de los deseos”, (a Santander, 30-05-1820).
La lucha social ha de hacer realidad estas necesidades no para una minoría, lo cual implicaría “en este mundo una cadena de bienes y de males”, (Bolívar a Santander, 22-06-1820), sino hacerlos realidad para las amplias masas oprimidas de los pueblos como así demuestra el ALBA, mediante el petróleo y la cooperación, la solidaridad y la complementariedad en el Cono Sur que ha retomado la vía de la liberación del subdesarrollo y lo hará a lo bolivariano.
Bolívar señalaba: “Quiero salir ciertamente del abismo en que nos hallamos, pero por la senda del deber y no de otro modo”, es decir, por la vía de la independencia y la soberanía, además de “la Unión, que es que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración”. Carta de Jamaica, 06-09-1815.