Muchos recordaran la iniciativa del presidente Chávez de crear un partido único revolucionario (PSUV) y el ultimátum a los partidos aliados, que estaban más pendientes de su imagen corporativa y de los votos que aportaban para exigir cuotas de poder, como el mafioso que dirigió el comando Ayacucho para las elecciones del revocatorio única elección perdida y un ejemplo que el presidente era humano y se equivoco con este y otros tristes personaje que aun están en el gobierno del Presidente maduro.
Es totalmente válida y legitima la conformación de estas nuevas agrupaciones políticas que quieren identidad y rumbo propio, por no estar de acuerdo con las decisiones políticas y económicas del Gabinete de Maduro.
Cientos de Chavistas también estamos molestos y arrechos con Nicolás, por el sectarismo por la falta de autocritica que ha alejado a valiosos combatientes como; José San Ros, Wladimir Acosta, Alberto Nolia, Giordani, Navarro, y a Mario Silva, Vanessa Davis, y muchos otros tantos que se que por más molestos y desilusionados que estén, no traicionaran el legado del Comandante Chávez pidiendo la división del partido y saltando la talanquera para votar por el representante de la oligarquía y la Mud.
El legendario Partido Comunista, siempre digno y consecuente con su historia, no acepto el llamado a la conformación del partido único, pero tampoco llamo a la división. Uno de los cuadros civiles más preparados de Chávez es sin duda, Juan Barreto, que estructuro el partido Redes para contribuir desde esa trinchera con la lucha para la construcción del Socialismo, como aliado, no como “tercera vía”.
Los únicos que podemos causar una verdadera división en las filas Bolivarianas somos los Chavistas, que siempre estaremos unidos a pesar de las diferencias, en las jornadas trascendentes (en la chiquitica) que nos tocara enfrentar, al lado del liderazgo; excelente, bueno o regular de; Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y de María Gabriela Chávez, que con la misma estipe del Comandante eterno, tiene nerviosa y atemorizada ya a la oposición, que la ve desde ya, invencible en un proceso electoral cuando le llegue la hora de conducir los destinos del País.
¡Chávez Vive! ¡La Lucha Sigue ¡
