Una revolución requiere estar en constante movimiento, si por alguna razón se detiene esta vorágine telúrica que se desata en una revolución socialista, se conforman grupos burocráticos que atentan contra la revolución misma y desde adentro se hace aliada de los capitalistas para derrumbar el intento. La revolución permanente que anunció Trosky pues. Ahora bien, esto requiere de músculo social, de músculo político y de mucha consciencia revolucionaria para superar un mar de problemas, un mar de confusiones que se generan luego que una decisión de la revolución es desviada y captada por el capitalismo que se adapta en su lógica perversa, siempre es bueno hablar de este tema, la lógica capitalista, tema bastante tratado por Chávez. El sistema capitalista muta en sus procederes, de allí que nada puede ser estático. Si el estado ataca por un lado, el capitalismo ataca por el otro; allí no hay legalidad de ningún tipo. Cuando la burguesía no controla la ley la viola, eso está más que demostrado.
El presidente Maduro definió ayer muy bien las etapas en que nos hemos enfrentado a esta burguesía parasitaria y dirigida desde el imperio; han sido momentos difíciles, complejos, llenos de dificultades y retos. Luego de la desaparición física del comandante se exacerbaron las acciones para sacarnos de raíz, en los cálculos de la burguesía ya todo estaba consumado, era cuestión de tiempo para que cayera la revolución, pero la revolución está allí, asediada por todos lados, pero está allí. El golpe de estado ha sido concebido de otra forma, es el golpe de estado continuado y con nuevos ingredientes, nuevos métodos. La burguesía prepara la transición que no es otra cosa que plomo y muerte en contra del pueblo, así son las transiciones burguesas. Eso también pasa por la erradicación de la FANB que sería desmembrada de un tajo y neutralizada con una intervención yanqui y sus fuerzas especiales, quien piense lo contrario se está chupando el dedo. Es un escenario tétrico el único que ofrece esta burguesía y el imperio que la maneja. Pero esto lo disfrazan con la eufemística palabra "transición".
Pero la burguesía sigue celebrando y celebran también quienes desde dentro del estado quieren todo menos revolución, son los que odian a Chávez pero se ponen la camisa roja rojita, se infiltran en el estado y desde allí agreden. Son los mismos que desprecian al pueblo pero les encanta andar en "las camionetotas" del gobierno del pueblo, con chapa incluida y gastos de representación. Son los que coadyuvaron a saquear la patria junto a unos parásitos burgueses con más de 20 mil millones de dólares. Estos desalmados crecen como la hidra, se hacen socios, se creen burgueses e intocables al igual que María Machado, la misma que se considera intocable por ser ama del valle. Pero "eso es lo que hay", como dice el presidente que dice Izarra, es lo que tenemos y son los enemigos reales de la revolución. La burguesía y los que se venden a ella dentro de la revolución.
El presidente llama a la revolución dentro de la revolución y lanza los Consejos Presidenciales del pueblo, un ejercicio de democracia directa, sin la intermediación de burócratas y camuflados. También llama a derrotar el estado burgués y son muchos los alcaldes y gobernadores que tiemblan, tirios y troyanos. En el fondo maldicen a Maduro; ellos se sienten más cómodos con una mera reforma, pero con sus caga tinta atacan a Maduro de reformista. Lo malo de todo esto es que haya quienes se dicen revolucionarios pero atacan a Maduro porque supuestamente es reformista, cosa que la burguesía aplaudiría a rabiar si lograran que Nicolás se cambie, pero les pasará lo mismo que con Chávez cuando lo alagaban pero en el fondo decían... "este lo manejamos porque apenas es un tropero"..., luego vino el despecho y la arrechera. Lo mismo les pasará con Nicolás y Diosdado, el otro blanco de los ataques. Sin duda la burguesía sabe lo que hace, los que no saben lo que hacen ni dicen son aquellos que acusan a Maduro de reformista y a Diosdado de corrupto pero no han podido encontrarle una prueba, ni siquiera una cuenta en dólares de las que le intentaron montar a María Gabriela Chávez con un juego de pacotilla.
En este contexto se hace el llamado a constituir los Consejos Presidenciales, en el marco del PUEBLO PRESIDENTE que a tanto sabihondo tiene molesto... es que le tienen arrechera al pueblo y más aún si no pertenecen a la "élite" intelectual de este país, o se les pide permiso para opinar. Cuando ven al pueblo opinando y construyendo les ataca el culillismo crónico.
Los Consejos presidenciales deben ser órganos que coadyuven a defenestrar el estado burgués, junto a las estructuras ya creadas del poder popular, sacudidas por esta revolución dentro de la revolución. Que alcance al PSUV y le dé un sacudón también que se necesita... pero que nadie se ponga bravo ni salga a calificar a este servidor de escuálido porque no podemos seguir siendo solidarios con la negligencia, el abandono y la corrupción. Hay que ser solidarios y leales con las acciones revolucionarias, con las líneas del comando central de la revolución, a cuya cabeza está Maduro, pero no se puede ser solidario con el que es corrupto, manipulador y montador de vainas contra los revolucionarios que no acepten la negligencia y les diga amen a sus desafueros.
Ahora bien, estos Consejos deben tener una incidencia directa en la acción de gobierno que acabe con la corrupción, el amiguismo y todas las perversiones que dejan en el tintero excelentes iniciativas revolucionarias porque afecta intereses de grupos; algunas veces porque no hay claridad en el camino y nos desviamos hacia algo que el capitalismo termina por devorar sin compasión. Pero hay que intentarlo y volverlo a intentar, así es una revolución... hasta que consolidemos el nuevo estado socialista. Por lo pronto, el deber del pueblo es no permitir que esto decaiga, que no avance y se quede en algo aéreo, los consejos presidenciales deben impactar hasta el sector más alejado de la patria, es la contribución que todos debemos dar.
