Sigamos discutiendo los problemas "del modelo económico socialista" en la etapa de transición, todos sabemos cómo ha servido la renta petrolera para "privilegiar al pueblo" trabajador durante la gestión de Chávez, de cómo la renta ha creado condiciones de vida sustentable y sostenible en el país, en materia de alimentación, salud, educación, cultura, vivienda, todo para elevar el nivel de vida e intelectual del país para asumir condiciones materiales que impulsen el cambio social, la revolución socialista. Estos procesos han estado soportado por el ingreso petrolero sustancialmente, pero ahora se presenta una coyuntura económica y política que puede frenar la redistribución de la renta, dado un mercado petrolero no favorable por las políticas de desestabilización de los precios petroleros por el fracking de los EE.UU., la desleal competencia de Arabia Saudita, katar y los Emiratos Unidos así como el saboteo del Ejército islámico en apoyar el saqueo del petróleo de Irak y Siria pero también un conjunto de empresarios dispuestos a irse del país, paralizar la producción o en su defecto desviar la producción hacia países vecinos en pro de ganancias extraordinarias afectando el consumo de la población social.
Por su parte, Diego Salas, ex presidente de la Cámara de Comercio de Caracas, afirmó que el país atraviesa una crisis severa y para salir de ella se requiere algo más que el ingreso petrolero. "Hemos desembocado en una inmensa crisis socio-política que el alza histórica de los precios del petróleo no podrá resolver". ("Afirman que modelo económico socialista está agotado", El Universal, 21-03-2013), Quiere decir; que a los factores externos agresivos antes mencionados, se le suma factores internos generados por la oposición política y económica "venezolana" aliada con factores externos, creando lo que se conoce como una "crisis sociopolítica" que ejercen presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro y colocan en vilo la tranquilidad social, sobre todo "las colas interminables", enemigas de la revolución socialista.
Factores externos pero también internos se conjugan sumándose problemas como el acaparamiento, el desabastecimiento, la escasez, la baja de producción, el cierre de empresas, y en general una oposición económica al gobierno, declarándose tácitamente una "guerra económica" que muchos no creen, pero existen en la práctica. Veamos lo que narra una ciudadana comentarista de su situación que pese a que acusa al gobierno de haber comenzado la guerra, la reconoce en si cuando acude al mercado: "…..pasé la mañana entera haciendo diligencias. Hice una cola fenomenal para comprar pollo y luego me dispuse a comprar a mis hijos unos regalos de Navidad. Toda una aventura realmente, pues sus deseos, tanto como los de muchos niños, son inasequibles. Vi a muchos padres buscar, como yo, algo que estuviese al nivel de sus bolsillos. Vi a muchos decir: "no puedo; yo esto no puedo comprarlo" (una muñeca de Bs. 8.000). Otro llamaba a la esposa y le decía: "no tengo para esto. ¿Puedes pagar la mitad?". Caras tristes, frustradas, porque todo padre quiere dar una alegría a sus hijos". ¿Qué ocurre?, el mercado inflacionario no reconoce edades, colores, ni clases, es toda un aventura comprar pues "los deseos son inaccesibles". Ofelia Avella, "¿Quién declaró la guerra?, El Universal, 22-12-2014),
¿Porque los ciudadanos no pueden acceder a los bienes, por culpa del gobierno?, ¿Dónde se forman los precios sino es en el mercado, quién fija los precios sino es en la empresa privada capitalista? Pero esos precios son la artillería de los empresarios contra los consumidores, "El nivel de inflación es una locura; los precios de un reloj de pulsera plástico, de un blue jean, de una cartera, de una muñeca y de unos zapatos deportivos, por no hablar de la comida, de un celular o de una laptop, son irracionales, imagen de la inestabilidad de un gobierno arbitrario". (Ibídem). Llama la atención que Ofelia va al mercado, se asombra del mismo por "los precios de locura", ya sea por lo caro de un reloj, zapatos deportivos, comida, celular, laptop, etc., dice que son irracionales los precios, ¿Pero de quien es la culpa según Ofelia Avella, del gobierno socialista o de los empresarios capitalistas?. Específicamente nos habla de una "imagen inestable del gobierno", querrá decir de otro modo que las políticas socialistas del gobierno que no agrada a los empresarios capitalistas, por eso, la percepción de estos, desestabilizan procediendo a tomar operaciones de guerra, medios de guerra, y uno de ello es "la artillería de los precios" además del contrabando, la extracción ilegal de bienes a otros países creando inaccesibilidad de los bienes y escasez.
Un ejemplo de desabastecimiento o extracción ilegal de bienes lo constituye "Un total de 28.000 toneladas de alimentos han sido incautadas en 2014. De esa cantidad, 70% fue decomisada en los últimos cuatro meses, según indicó el ministro para la Defensa y jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb), Vladimir Padrino López. "Desde el año pasado, cuando el presidente Nicolás Maduro inició la operación ofensiva económica, pudimos poner al descubierto, y en evidencia, todo el carácter especulativo grosero y grotesco de la economía venezolana". El Universal, "Se ha incautado 28 mil toneladas de alimentos en el 2014, 21-12-2014), como vemos se justifican tales acciones para Ofelia Avella: "pues lo natural es desear ganar y vender". (Ibídem). la pregunta es ¿ganar con inflación de locura, a expensa de impedir el acceso de los bienes? Creo que Ofelia no se ha dado cuenta, prefiere endosarle la culpa a Maduro, debido a que "Si muchos no producen es sencillamente porque se les ha obstaculizado hacerlo de múltiples maneras. O han sufrido expropiación, o les resulta imposible trabajar porque no hay dólares para importar material. Lo absurdo es creer, todavía, que algún comerciante o productor no desee vender, que no desee ganar. Lo insólito es creer que alguien pueda plantear una guerra no vendiendo, si ése es su oficio. ¿Cómo paga a sus empleados? ¿Cómo mantiene su empresa? ¿No se han dado cuenta, algunos de la cantidad de empresas que han tenido que irse porque en lugar de fomentar la producción, el Gobierno solo incentiva lo contrario, la destrucción?". (Ver, Ofelia Avella).
¿Porque no producen los empresarios, por obstáculos de precios, divisas, créditos, regulaciones en general?, ¿Qué desean los empresarios, libertad de precios, ganancias y repatriación?. No hay duda, capitalismo de libre oferta y demanda, sin regulaciones del mercado, libertad de hacer y dejar pasar, como es el caso del contrabando, dizque se les está violando a estos, el derecho a trabajar. Por eso; "Fernando Eseverri, presidente de la Cámara de Comercio de Caracas, subrayó que estamos frente a un "modelo económico agotado" y advirtió que la solución no será "imponiendo más controles". (Véase; "Afirman que modelo económico socialista está agotado", El Universal, 21-03-2013), se aprecia que la intención es desmantelar los controles de las empresas, permitirles libertad de actuación sin considerar los intereses de los consumidores, en todo caso; como los consumidores que vio Ofelia Avella, estaban frustrados y tristes. Pero no conforme con la libertad de mercado, planteó López Murphy ex ministro de economía argentino, "El denominado Socialismo del Siglo XXI es un "experimento" con malos resultados, … Restricciones cambiarias "severísimas" pese al alto ingreso petrolero, destrucción de la cadena de valor agregado, descapitalización de las principales industrias estatales, "colapso" del aparato productivo y un elevado endeudamiento han sido algunas de las consecuencias del modelo que durante años impulsó Hugo Chávez". López Murphy cree que el socialismo del siglo XXI es un "experimento", El Universal, 21 de marzo de 2013), como si no existiera una brújula ideológica.
No hay duda que la construcción del socialismo es un proceso inédito para la clase obrera, tiene su brújula, el socialísmoi científico, sin embargo no está exento de cometer errores, si se quiere es " un experimento social" el socialismo del siglo XXI, lo construyen millones de personas, sin embargo ya hemos aclarado que el interés de los defensores del capitalismo es desmantelar los controles del gobierno, desarmar al gobierno frente al poder económico del capital, liberación cambiaria, libre flotación del dólar, (dolarización de la economía, empobrecer al bolívar hasta su aniquilación), colapsar el aparato productivo y al gobierno con la caída de los ingresos petroleros, y esto es así por cuanto que según Ofelia "Lo absurdo es creer, todavía, que algún comerciante o productor no desee vender, que no desee ganar. Lo insólito es creer que alguien pueda plantear una guerra no vendiendo, si ése es su oficio". (Ver Ofelia Avella). Si es su oficio, el vender, ¿porque dejan de producir, o se quiere, vender en países vecinos mediante el contrabando, ¿Será por las altas tasas de ganancia de locura, dolarizadas? ¿Por qué interrumpen las cadenas productivas, descapitalizan las empresas, paran la producción? No se puede creer, solo lo justifica la guerra económica, el medio de someter al gobierno, endosándole el peso de la crisis.
Para Avella es "una estupidez" de parte del gobierno, la mentada "guerra económica", no cree que los hayan creado los empresarios capitalistas, "el tema de la escasez era psicológico, producto de la ansiedad, más que una realidad. Decir eso a estas alturas; creer que los empresarios evitan vender para ganar una guerra económica; que los laboratorios nos ocultan las vacunas para dejar sin protección a nuestros niños; que los fabricantes de juguetes no quieren hacerlos para que a propósito haya pocos y los padres no puedan regalarlos a sus hijos; que los fabricantes de féretros tampoco quieren hacerlos para obligarnos a enterrar en mortaja (o incinerar) a nuestros muertos y que los comerciantes, en definitiva, se niegan a vender lo que sea (haciéndolo o importándolo)". (Ver O. Avella). Veamos: "El general Gustavo Moreno, comandante de la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia, declaró al diario La Opinión de Cúcuta, que gracias a las labores de inteligencia en Colombia se han incautado 264.650 millones de pesos colombianos (106.000 dólares) en mercancía de contrabando, de los cuales 37.349 millones (16.000 dólares) han sido en esta zona de frontera". (El Universal, "Autoridades identificaron 246 trochas en frontera", 06-12-2014). No es que no quieran vender según Avella sino que quieren vender no en el mercado venezolano, sino en países vecinos, exportándolos (vía ilegal de contrabando) a precios extraordinarios.
De manera pues; que entender el modelo económico venezolano significa comprender también el capitalismo, si por un lado el gobierno de Maduro procura el acceso a los bienes necesarios a la población el capitalismo restringe severamente a los consumidores, lo exponen a estrictas colas, a severos schok psicológico. ¿Quién gana y quién pierde? Se pregunta Avella. De esta guerra saldrá lesionada la empresa privada, su imagen, su percepción del lado de los ciudadanos (as). Por otra parte; además la oposición pide que "con ese Imperio tan criticado, donde abundan los productos de todo tipo y para todos los bolsillos, donde nadie muere por falta de medicinas, y donde Ud., por cierto, no tendría que decirle a su hijo que no puede comprar leche condensada porque no es prioridad. Encontrará, por el contrario, tantas marcas, que alguna estará en oferta para que Ud. pueda elegir y comprar. La verdadera guerra no es la económica, sino ésa declarada por un gobierno autoritario y armado contra la sociedad civil desarmada y desanimada". (Ver; Avella).
¿Qué quiere decir la señora Ofelia Avella? Sencillamente importaremos del imperio (EE.UU), "medicinas, alimentos, productos de todo tipo" "de todas las marcas" ¿Será continuar con la dependencia económica, de las importaciones? ¿Será esta elección racional para un país que se precie de independiente? ¿Será "autoritario" el gobierno restringir las divisas para no reproducir el modelo colonial?, No hay duda, el estilo de vida de la IV República dejó secuelas espirituales de colonialismo en las mentes de las personas, en particular de muchos intelectuales defensores del capitalismo, de la clase capitalista contra los trabajadores, si no es así porque según Avella es "Toda una aventura realmente, pues sus deseos, tanto como los de muchos niños, son inasequibles. Vi a muchos padres buscar, como yo, algo que estuviese al nivel de sus bolsillos. Vi a muchos decir: "no puedo; yo esto no puedo comprarlo" (una muñeca de Bs. 8.000). Otro llamaba a la esposa y le decía: "no tengo para esto. ¿Puedes pagar la mitad?". Caras tristes, frustradas, porque todo padre quiere dar una alegría a sus hijos". (Ver Ofelia Avella). No puedes comprar ninguna marca, ningún tipo de productos no porque el gobierno no quiera sino porque la empresa capitalista tiene como objetivo ganar a costa de la pérdida de los consumidores y en general de toda "la sociedad civil, indefensa y desarmada" frente a la artillería de los precios capitalistas.