Cosa sabida que en nuestro extraordinario país, hay no una guerra en específico, sino, varios tipos de guerras –sicológicas, económicas, sancionatorias, muchas otras- producto de grandes intereses nacionales e internacionales –demasiados recursos en Venezuela- y que hemos estado viviendo desde hace algún tiempo en la Venezuela de todos los venezolanos y a lo que quiero hacer referencia en este artículo es la sicológica por el gran impacto que esta tiene en la vida de todo humano.
Se ha dicho que las comparaciones suelen ser odiosas, pero hay casos y momentos en que se hacen necesarias para esclarecer algunos eventos históricos, por falta de una sana información de los hechos en cuestión y que son necesarios dilucidar para el bien de una salud pública, en un momento determinado. Por tal motivo le estoy echando mano a la comparación como “Jesús a la parábola”, para explicar o para hacer más comprensible la realidad del soldado universal venezolano, porque cualquier parecido con nuestra realidad -no la hollywoodense- no es ninguna coincidencia.
En abril del año 2002 se dio un “Golpecidio al presidente hoy consagrado Hugo Chávez Frías y en diciembre de ese mismo año, se dio el “Parocidio” -historias conocidas-. Quizás lo relevante de estos dos eventos para mí, es que en esta época se insertaron más que en ninguna otra, los códigos sicológicos que podían ser activados al momento de ser necesitados, y uno de esos momentos había llegado cuando fue elegido presidente el obrero mayor de Miraflores, porque los mantuanos cavilaron que Maduro estaba inmaduro en eso de dirigir la colmena más apetecida de los últimos tiempos y podía ser destruido con facilidad por los soldados universales que han preparado desde hace 15 años.
Los amos del valle, la oligarquía vetusta, sabe que cada soldado universal necesita estímulos a diario a través de los medios de comunicación, sobre todo los televisivos privados que son laboratorios del imperio donde se elaboran los programas con códigos ocultos en imágenes para luego insertarlos a través de mensajes subliminales hasta los tuétanos para mantenerlos latentes y disponibles para ellos en su momento. Es por eso que han acudido todo este tiempo a los protocolos del pentágono que ha estudiado este fenómeno de la conducta humana para el dominio de las masas –sobre todo de los pueblos no alineados- desde la segunda guerra mundial en la Alemania Nazi, con la ayuda de otras naciones y empresarios sin patria porque su país, es el color verde.
Esto es importante entenderlo desde todo punto de vista y debe ser estudiado, explicado y practicado por el alto gobierno en todos los espacios posibles y en todos los momentos disponibles o no, porque es un asunto de estado y de supervivencia, porque el soldado universal venezolano se encuentra a nuestro lado, el solo obedece órdenes cuando lo activan con instrucciones para incendiar o asesinar, acaparar o revender y mas. Recordemos que Caprilito tenía un activador del código de los "UniSols" ese 14 de abril de 2013, cuando dio aquella famosa instrucción “descarguen sus arrecheras” en las elecciones presidenciales con Maduro -hay muchos activadores más, insisto, el pentágono tiene sus protocolos-, que gracias a Dios el chofer de los metrobuses, ha resultado el más seguro para el bienestar, el Amor y la Paz que necesita la población en este momento donde estamos en la peor de las guerras, la cibernética.
Ojala que muchos "UniSols" de la oposición venezolana, corran la misma suerte del soldado Devreux de recuperar la memoria y volver de esa película fantasiosa que los tiene robotizados e idiotizados con el chip de la disociación y ojala no corran con la suerte del soldado Scott, que puedan volver en sí a la realidad, a la nación que nos ha aceptado con esa mezcla maravillosa y diversificada de razas que somos, como una sola madre, como una sola patria, la que nos pertenece a todos los que vivimos aquí y también a nuestros herederos, respetémonos y convivamos con las diferencias que profesamos, recordemos que Chávez nos decía siempre, “en la diversidad la unidad”.
Nuestro legado… también es sagrado
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