Los empresarios fabricantes no sumados a esta guerra optarán por mercadear directamente su producción, de la fábrica al consumidor.
Hemos venido precisando que todo comerciante tiende a ganar por partida doble: cuando compra y cuando revende. Pero esa afirmación armoniza con la idea de la formación de los precios de producción porque estos son resultados de competencia interfábrica y cuyo resultado es el trasiego de parte de la plusvalía de unas empresas a otras, lo que significa que no necesariamente se vende directamente al valor, sino a precios de producción, para las mercancías que salen de fábrica, y a "precios de premercado", para las mercancías adquiridas por los intermediarios.
Como es notorio, los precios de producción han sido subestimados o ignorados por marxistas y no marxistas, y estos nuevos "precios de premercado" [1]muy posiblemente corran la misma suerte. Como todo sistema, las deviaciones que forman caos en el mercado para todos los capitalistas en funciones tienden a corregirse, y a estos arreglos se les llama "mano invisible". Por esta razón, si los regateos terminan garantizándole al intermediario una tasa de ganancia superior a la del fabricante, este cambia de rol y se mete a vendedor directamente, y viceversa.
En el caso actual venezolano, aquellos empresarios no sumados a la presente guerra de acaparamientos e inflaciones inducidas se están viendo impulsados a manejar con autonomía sus propias y directas cadenas de intermediarios, digamos que sus distribuidores serán trabajadores de las fábricas correspondientes.
[1] Este concepto para esta categoría de precios me pertenece. Sirva esta entrega a manera de registro intelectual de un concepto hasta ahora no manejado y que busca explicar otra de las desviaciones del valor sufridas en el mercado . Con la formación de estos precios de premercado, parte de la plusvalía creada en las fábricas contribuye también a la nivelación de la tasa de ganancia de todos los capitalistas en funciones. Su formación pasa inadvertida y se asimila a una eventualidad cuando analizamos la conducta del comerciante en particular; no es así ya que se trata de una categoría estrictamente macroeconómica.