Di tu verdad tranquila y claramente; y escucha a los demás, incluso al torpe y al ignorante. Ellos también tienen su historia. Max Ehrmann…
La inflación, inseguridad, escasez, colas, especulación, corrupción, bachacos etc. Van tornando cada día más claro hacia qué modelo de sociedad es el que intenta llevarnos la desviación de la revolución bolivariana. Este desiderátum tiene mucho que ver con los regímenes totalitarios de la ex-URSS, y la antigua Europa Oriental, que con la actual Europa del Norte. Existe una mentalidad estalinista que proyecta hacia los modelos socialistas fracasados del siglo XX. El presidente Nicolás Maduro Moros, y altos ‘dirigentes’ del PSUV cabe suponer ante tanta critica que se hace, que padecen el síndrome de Peter. Siguen anclados en reflotar un modelo de regímenes fracasados por el burocratismo, en tratar de asfixiar a la oposición, sin darse cuenta que están aniquilando al pueblo venezolano, y al talento profesional que ha optado por emigrar de nuestra querida Venezuela, en su utopía, y por la nostalgia del bloque de la desparecida y totalitaria Europa Oriental. De ahí esta vuelta atrás en pleno siglo XXI en forma lacerada de mantener ese vacío slogan del “No Volverán” (si es que nunca se han ido, ahora transformados en boli burgueses, y boli chicos) de los días más luctuosos del estalinismo del siglo XX. No puede un partido como el psuv seguir siendo incapaz de entender la necesidad de lo que es un socialismo democrático, y revolucionario, (por eso es que impiden el nacimiento de la Marea Socialista, a la cual le mantienen engavetada su legalización en el CNE) y sus amargos frutos en los países arriba nombrados, no se puede seguir enfrascado en desmontar la producción nacional, e ignorar las leyes cuando nos conviene, si nunca vamos a lograr tener un espíritu de reconciliación.
Para muchos ‘líderes’ del alto, medio y bajo gobierno les parece algo normal que nos esté gobernando la inflación, la escasez, las colas, los bachacos, el hamponato de pranes desde las cárceles etc. El psuv se cree el único partido que puede hacer la revolución, los demás son unos ‘asomados’. No han tenido la delicadeza de democratizarse, cambiar ese sectarismo estalinista ramplón, para no arrastrar deudas morales con los socialismos reales del siglo XX. El PSUV no hace nada de eso cuando para elegir los candidatos a la AN solos la UBCH controladas, y tarifadas por el poder solo lo podían hacer, y así quieren que los militantes acaten líneas para votar por unos ‘ilustres desconocidos‘ que los conocerán será en su casa a la mayoría de ellos. El presidente Maduro no puede dejar que la revolución caiga por su enorme, y corrompido obeso peso burocrático, ya que no basta introducir meros cambios simbólicos que no erradican en nada la ineficacia productiva causante de la inflación, y la crónica escasez que ahora le están pasando factura a la revolución, escuchen a la gente, y lean las encuestas recientes, como si esto no fuera lo suficiente para recapacitar, ya que es el pan de cada día en una sociedad neurótica a cada paso que da, cuando anda de negocio en negocio, y no consigue los productos básicos y medicamentos.
Lo que la ‘izquierda psuvista’ carece es de un verdadero sentido democrático o algo por el estilo. Éste fue el espíritu del constituyente en 1999 -a la vista diariamente, están los hechos de la cadena de errores- no esa aberración de querer el poder, por el poder mismo. Aquí se quiere acaudillar un partido de corte estalinista de apariencia inofensiva, que de pleno cumplimiento en someter a todo aquel que disienta o critique “como dice un viejo adagio español, el que caiga en desgracia por criticón no la va a conocer ni la madre que lo parió, menos el debido proceso en caso de un juicio” que ha dejado muy claro, y enunciado varia veces la ‘Fiscal venezolana Vichinsky’. Lo que pasa es que este camino tan empedrado hacia el socialismo, que lo quieren aromatizar, y suavizar como un peluche para meterlo con vaselina, esto está resultando más bien una “revolución de los desplazados”. Al presidente Nicolás Maduro, y su gabinete le han fallado los números, y eso que dicen venir del materialismo más pedestre del desiderátum. Lo que en abril del 2013 se perfilaba como inexorable, la plena resurrección del modelo soviético nos puede conducir hacia el fascismo, hoy en pleno siglo XXI, puede ser una caricatura, cuando no dejan legalizar para participar en las elecciones de la AN este 2015, a varios partidos de la izquierda venezolana, esta situación se les puede convertir en un garabato una especie de papel mojado cuando se arroja con desprecio a la papelera después de arrugarlo. La revolución bolivariana por ahora sigue pendiente con el pueblo venezolano, que está a punto en este año 2015 de malograr la no transición democrática en Venezuela hacia un estado social de justicia, y de derecho como lo pauta la CRBV, el estalinismo bolivariano ha aplazado, tal vez indefinidamente esta transición, basados en los cañones de los fusiles ideológicos atrasados, y que muchos nunca han leído, ya no existe Hugo Chávez sino bachacos, y corruptos que se han comido el corazón de la patria.