Los errores del gobierno, producto de la ideología socialdemócrata, nos han conducido a las orillas del abismo. Tal es el deterioro, que la Revolución está a milímetros de perder la mayoría en la Asamblea: eso lo dicen la calle y las encuestas, otra cosa es engaño barato.
Nosotros en la "Escuela Política El arado y el mar" hemos sido críticos, tratamos de evitar llegar a esta situación, no es momento para recordar lo que dijimos, ni lamentarnos de lo que nos costó haberlo dicho, eso no ayudaría. Por las torpezas del gobierno estamos en graves dificultades, la realidad ha hablado, sobran los argumentos, las guerra de frases está de más.
¿Qué hacer?
La decisión debe partir de una reflexión:
La Revolución va mucho más allá del gobierno, pero el gobierno la resume. Allí vive el espíritu de Chávez, golpeado, es verdad, deformado, es innegable, sin embargo, resiste; allí conviven los que son y los que no son, allí está atrincherado el germen del Chavismo más auténtico, la Esperanza del renacer. Es por eso que sería un crimen entregar el gobierno, aun maltrecho, aun infestado de socialdemocracia, a la oligarquía. Que nadie se rinda, que nadie pierda la esperanza. Sería abrir las compuertas a una represión brutal a todo lo que signifique Chavismo auténtico, ese será el blanco del odio. Intentarán borrar toda reliquia de chavismo, hacer que la gente ni se acuerde del Comandante, que el solo recuerdo sea repulsivo, la campaña de descrédito será brutal, sólo comparable a la represión, a la persecución de los revolucionarios verdaderos, de los que no transijan, de los que no se ablanden, sólo se salvarán los cómplices.
La decisión justa es defender al gobierno adentro y arreciar la crítica, seguir denunciando los errores, seguir luchando contra la socialdemocracia, adentro, adentro... Es un error irse, es un error sentarse, voltear para otro lado.
Ilusos los que sacan cuentas electorales, aquellos que piensan morder alguna cuota de diputados que les permita flotar en las aguas pestilentes de la democracia burguesa. ¡Ilusos! Si el gobierno éste, con todos sus errores, con todos sus defectos cae, vendrá una dictadura que puede ser con ropaje constitucional pero siempre será fascista; tontos los que piensen sobrevivir en esas condiciones, el precio será altísimo.
Son momentos de reivindicar la crítica como el salvavidas de la Revolución, si estamos en esta situación es por falta de crítica y no por exceso de ésta, sólo la crítica, que no debe menguar en ninguna circunstancia, nos salvará. Perseguir la crítica es un crimen igual que dividir al PSUV.
Si el gobierno insiste en este camino errado donde ha cosechado dificultades, si el camino nos conduce a la derrota electoral, los chavistas auténticos debemos reagruparnos, corregir los errores, afinar la ideología y volver a la lucha. Que la oligarquía sepa, que los reformistas internos sepan que no les será fácil restaurar un pacto de punto fijo, que no aceptaremos regresar a más atrás del 4 de Febrero, no volveremos a la democracia burguesa. Sabemos que la mayoría actuante, la que decide en última instancia el rumbo, está del lado de la Revolución... y actuaremos, reviviremos, ahora sí, el espíritu del glorioso 4 de Febrero.
¡VIVA CHÁVEZ!