El riesgo que hoy vive la humanidad sobre el problema global de la conclusión de toda forma de vida es debido a la inherencia del feroz y depredador asesino sistema capitalista. Ciertamente ha colocado en jaque nuestra hermosa Tierra. El propio Fidel Castro acerca de esta amenaza irreversible ha venido alertando en varios de sus trabajos periodísticos.
De acuerdo con un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), elaborado en Japón por más de 60 reputados expertos en el calentamiento global, con asombro hicieron el alerta, pues el cambio climático le depara a la humanidad riesgos mucho más inmediatos y peligrosos de lo que se creía.
Advierten los autores de este informe que en un período relativamente corto el cambio del clima, las sequías, entre otros fenómenos naturales, se harán realidad y provocarán problemas globales tales como hambrunas, enfermedades, sequedades, inundaciones y guerras por el acceso a los recursos.
Y la humanidad no está preparada para estos eventos que estamos viviendo. Existen riesgos globales para la civilización. Precisamente, el accidentado mundo que generó el capitalismo salvaje, con las desigualdades sociales que cada vez se agudizan más problematizan el panorama mundial.
Entre tanto, con un enfoque relativamente nuevo los científicos revelan que hay relación entre el aumento de la temperatura y la generalización de la pobreza. Así, sostienen, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza se ralentizarán y los ingresos totales del mundo podrían disminuir. Sabemos que estos escenarios están en plena efervescencia.
Otro elemento colateral es el aumento de la violencia, guerras, etc., en efecto, la falta de recursos naturales como el agua potable es un factor desestabilizador que nos llevará a conflictos bélicos abiertos y empeorarán los conflictos ya existentes.
Del mismo modo, está el incremento de las enfermedades, las seguías, la falta de alimentos, la pobreza y otros problemas potenciales debidos al aumento de la temperatura y el cambio climático que están acelerando la propagación de enfermedades crónicas e infecciones, lo que, junto con otros factores ambientales y pandémicos, daría un matiz apocalíptico a la civilización que engendró el capitalismo salvaje.
Los alimentos para el año 2050 tendrán costos impagables, toda vez que los precios mundiales aumentarían exorbitantemente debido a los cambios de temperatura y los patrones de lluvia, algo que sumado al empobrecimiento de los pueblos tendrá como resultado mayor padecimiento y más hambruna en diversas regiones del mundo. A mayor población la demanda de alimentos crecerá en unos paisajes de escases y desolación.
Desde luego, menos agua potable disponible, por cada grado centígrado suplementario, el mundo tendrá menos agua disponible. Además, la actual contaminación del agua podría reducir, para el 2030, aún más el acceso al agua potable para la población. Se estima que un significativo porcentaje de la población mundial no tendrá disponibilidad en los próximos años a este recurso vital..
No obstante, consuelan los investigadores, aún hay tiempo para tomar medidas y evitar la catástrofe, aunque, –advierten– si el frágil balance climático se altera, estos problemas latentes podrían acentuarse drásticamente.
Cabe señalar que estas conclusiones coinciden con los resultados del informe sobre el colapso irreversible de la civilización industrial elaborado por el Goddard Space Flight Center de la NASA. De acuerdo con sus autores, el cambio climático está estrechamente relacionado con el desarrollo insostenible, por lo que la civilización industrial global podría derrumbarse en los próximos decenios debido a la explotación irresponsable de los recursos y la distribución cada vez más desigual de la riqueza.
Pero al mismo tiempo, la OMM de Naciones Unidas prevé frecuentes inundaciones, movimientos telúricos, tormentas y una gran ola de calor en los subsiguientes años. La OMM lanzó una campaña que pretende llamar la atención sobre los efectos del cambio climático. Para ello ha invitado a conocidos presentadores de los espacios de información meteorológica de todo el mundo a que hagan videos con predicciones del tiempo de fenómenos extremos con el objetivo de luchar contra el calentamiento del planeta.
"El cambio climático está afectando al tiempo (el clima) de todo el mundo. El clima es más extremo y perturba los patrones establecidos. Ello implica más desastres, más incertidumbre", anunció, Ban Ki-moon ante la ONU. Tras sugerir a los líderes mundiales que apuesten por "compromisos valientes" para combatir el cambio climático.
Este desastre que no es nuevo, el Eterno Chávez para contener la amenaza del exterminio total, cristalizó: "Esto solo será posible desde el socialismo como única alternativa al modelo depredador capitalista que ya ha fracasado". Aunque la contradicción está despejada, aún está latente –repetimos-- también la contradicción sobre: "Socialismo o barbarie", alerta que hizo en el siglo XIX, Rosa Luxemburgo.
Estamos montados en un modelo de autodestrucción donde están en peligro todas las formas de vida en nuestra agraciada Tierra. Cuyo principal responsable es el imperio del norte, parasitario, depredador y saqueador. Con menos del 5% de la población del mundo succiona anualmente enorme cantidades de petróleo y gas, minerales, materias primas, bienes de consumo y productos sofisticados procedentes del exterior; muchos de ellos como los combustibles y los extraídos de las minas, no son renovables. Los hidrocarburos que tardaron 400 millones de años en formarse en apenas dos siglos lo están acabando.
Para evitar estas catástrofe irreversibles se han realizado dos eventos mundiales el Protocolo de Kyoto (1997), no suscrito por EEUU; luego se agrega la Cumbre de Copenhague (2009), que fue tildada como un fracaso total y donde sus participantes que ya han entendido hasta la saciedad que está en juego toda forma de vida en el planeta, pero, contrariamente hasta hoy no existen acuerdos para contener el acelerado fin de la especie humana, toda vez que los dañinos altos niveles del contaminante y mortal dióxido de carbono que continua en aumento y haciéndose cada vez más incontrolables, les importa un pito a los líderes del mundo.
El conclave de Copenhague reveló que el imperio no tiene interés en contener la catástrofe ecológica mundial que amenaza a esta bella Tierra. EEUU con menos del 5% de la población mundial emite el 25% del dióxido de carbono, o sea, es el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. 30 países, incluyendo la Unión Europea, consumen el 80% del combustible que se produce. Desde Protocolo de Kyoto las emisiones de los países desarrollados se elevaron en un 13% y de ese volumen el 55% corresponde a EEUU.
Estamos en la hora de los pueblos por la supervivencia de la humanidad y toda forma de vida. Marchemos hacia una genuina y auténtica revolución socialista. Hasta Barack Obama (premio Nobel de la Paz) advirtió: "Las naciones desarrolladas han causado la mayor parte del daño y debe asumir su responsabilidad". Aunque lo que afirma está en contradicción. En esta realidad, los habladores de tanta paja que hablen cosas que realmente vayan en beneficio del género humano, que definitivamente, superen el fetichismo y la alienación. Con esta carrera de lobos, de todos contra todos, no quedarán piedras sobre piedras, créanlo. La Tierra es finita y es un ser viviente expirando.