El origen etimológico de Revolución la define como el cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, que se puede producir simultáneamente en distintos ámbitos, tanto en lo social, económico, cultural y religioso, etc. Los cambios revolucionarios tienen consecuencias trascendentales y suelen percibirse como súbitos y violentos, ya que se trata de una ruptura del orden establecido. Las revoluciones nacen como consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas.
La pobreza extrema la podríamos definir como el estado más severo de pobreza, cuando las personas no pueden satisfacer varias de las necesidades básicas para vivir como: alimento, agua potable, techo, sanidad y cuidado de la salud. Estos dos conceptos nos obligan preguntarnos, cuál es la verdadera estadística venezolana sobre la realidad de la pobreza extrema.
Para ubicarnos mejor en cuanto a la fijación de ambos conceptos, valdría la pena preguntarle al ciudadano común: ¿en cuál de estas dos facetas sociales usted y su familia desarrollan su modus vivendi? ¿En Revolución o en pobreza extrema? Soy periodista y cuántos profesionales como en mi caso se encuentran angustiados por la terrible situación socioeconómica que vivimos en Venezuela. No nos alcanzan los sueldos para vivir decentemente, el alto costo de la vida es agobiante, la especulación es atroz, la inflación supera el cien por ciento y la espantosa situación de los “bachaqueros” está acabando con nuestro poder adquisitivo.
El Gobierno de Maduro está obligado a buscarle una urgente solución a este mal. Creo en el socialismo, pero considero que si esta Revolución no hace nada para devolverle la felicidad al pueblo, que pueda comprar sus alimentos sin ser “asaltado” por los “bachaqueros”. Que se normalice la venta de repuestos, caucho y batería que tiene paralizado en más del 70 por ciento del transporte público del país, y por muchas angustias que sufrimos una buena parte de profesionales venezolanos, no nos quedará otra alternativa que declararnos venezolanos de pobreza extrema. Por su lucha combativa, revolucionaria y antiimperialista, desde Ciudad Bolívar me sumo al proyecto ideológico y político de Marea Socialista.
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