La economía venezolana requiere de un refrescamiento oportuno y de mucha precisión, ya es hora de salir del abanico vicioso acerca de la necesidad de activar el aparato productivo, lo cual se viene mencionando recurrentemente a través de los años. Son varias las decisiones que han de tomarse, una de ellas, quizás en nuestro concepto lo más importante, inventariar la composición del equipo que someterá a evaluación bajo pertinencias adecuadas y profesionales la real situación del aparato productivo y al respecto la decisión primaria es someter a escrutinio por sectores la situación particular, por ejemplo, la industria metalmecánica debe dársele una atención especial, dado el nivel de empleo que genera a través de cientos y hasta miles establecimientos existentes en el país, la mayoría pequeñas y medianas industrias que se complementan entre si o a las empresas de mayor tamaño.
Volviendo a lo del equipo, debe integrarse partiendo de la experiencia y visión de prácticas rígidas y consecuentes con el proceso bolivariano, no para excluir oportunidades, por lo contrario integrar a los que sumen bajo voluntad de país y en dirección de la recuperación de espacios productivos hoy atisbados para la importación.
En primer lugar estimar un lapso de tiempo que permita realizar las evaluaciones, creemos que seis meses es suficiente para sentar las bases del inventario que proponemos y que servirá para decisiones de política particular para cada sector económico y general para el movimiento económico de los agentes que están a la zaga de la recuperación, incentivos, ayuda tecnológica y asistencia crediticia se imponen luego de las evaluaciones pertinentes, creemos además que no hay anarquía solo que la dispersión existente impide trazar objetivos claros, no es la primera vez que se proponen estas medidas de ordenamiento y análisis en países que hoy disfrutan de una economía con resultados positivos.
Me dirán que eso es capitalismo, pregunto que otra forma hay para no temerle a medidas de ordenamiento de capitales en función de la producción de bienes y servicios en la direccionalidad social, producir para generar bienestar y felicidad social pasa por considerar sin miedo ideológico la toma de decisiones, acaso el mundo conoce otra forma de producir ajena a la necesidad de la inversión tanto pública como privada, en esto, tenemos que deslastrarnos de viejos esquemas que en verdad impiden la toma de decisiones por ese complejo, es hora de escribir nuevas paginas en materia económica y en ello, se nos debe ir la vida si es necesario, lo importante son los objetivos ulteriores acerca del desarrollo económico trascendente y voluntarioso; la economía que tomé como profesión, como ciencia social que es, produce espacios de avance y retroceso, de no ser de esta manera dejaría de verse como ciencia social. La historia por ejemplo y según muchas opiniones no es unilineal, por el contrario puede haber eventos parecidos, pero cada uno de ellos, ha ameritado soluciones distintas de acuerdo a cada realidad y particularidad.
En estas cosas no puede someterse a escrutinio las medidas a tomar en función si o no son capitalistas, para ello, coadyuvar a planteamientos inéditos en materia económica, comienza por estudiar que es lo mejor en un momento dado, desde hace dieciséis años la economía venezolana ha pasado por momentos de crecimiento y con un producto interno aceptable, lamentablemente no contamos con una clase empresarial ajena al rentismo parasitario o es muy pequeña o no decisiva, la historia precisamente nos revela esa gran verdad, necesario será, que aparezcan nuevos actores económicos que ofrezcan su voluntad y empeño en trabajar por Venezuela. Y para finalizar esta primera parte de este tema tan álgido y complejo, debemos decirles que, la empresa produce para la obtención de beneficios razonables y en razón de ello, apostamos igualmente a que se dediquen a producir y no a intervenir en los mercados globales financieros y abandonar la labor primaria a la cual deben dedicarse.
En próxima entrega abordaremos la política monetaria y cambiaria, como los ejes impactantes en la actual coyuntura económica, así como, el asunto relacionado con el precio de los combustibles en el país.