Como decía Jefferson en 1802: “Pienso que las entidades bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes. Si el pueblo estadounidense permite un día que los bancos privados controlen su moneda, éstos y todas las empresas y otros bancos que florecerán en torno a ellos privarán a los ciudadanos de todo lo que les pertenece, primero con la inflación y más tarde con la recesión, hasta el día en el que sus hijos se despierten, sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron.”
Luego de breves cavilaciones para responder por cual socialismo decidir y dar una respuesta acertada a sus lectores, El señor Hernán Luis Torres Núñez se confiesa socialdemócrata, partidario del modelo de socialismo democrático, del reformismo de izquierda, en su crítica dice: “el señor Acosta para atacar mi posición socialdemócrata que se solaza en reiterar los errores del socialismo del siglo XX”, (1) lo que equivale decir que en sus pretensiones políticas y económicas el señor Torres además en lo social, no tiene como meta acabar con el capitalismo depredador, salvaje de este siglo XXI, sino asumir unas posiciones social reformista del capitalismo, vale decir no acabar con la explotación del trabajo por el capital sino establecer unas políticas socialistas reformistas, de bienestar social, de hacer el capitalismo más equitativo, más dadivoso con los pobres, menos cruel con la competencia, entre el capital y el trabajo.
Cuando hablamos de socialismo del siglo XXI, queremos destacar un nuevo socialismo que se construye sobre la base de aprender de los errores del socialismo del siglo XX, que no los negamos, puesto que el socialismo es una construcción social, no hacemos apología del mismo, ni a la clase trabajadora, tampoco negamos que hayamos cometido “la pata”, menos que barramos la tierrita y los echemos debajo de la alfombra de la historia, sus crímenes cometidos por una camarilla que controló al partido por el contrario, (en algunos casos en defensa a ultranza del socialismo), se trata de aprovecharnos de la historia, de los errores políticos para no repetirlos y “hacer borrón y cuenta nueva”, por el contrario no borrar esa historia, corregir los errores, por cuanto que el socialismo es el único en la historia que ha creado pautas, precedentes, experiencias reales para salvar la humanidad de la catástrofe del capitalismo, y solo es posible hacerlo aplicando el socialismo originario, el verdadero, el trazado por Marx y Engels y plasmado por Lenin frente a tanta confusiones y revisiones adulteradas sobre socialismo.
RASGOS DEL SOCIALISMO VERDADERO
Las características de ese socialismo originario, verdadero (tradicional según algunos autores) y lo llamo, científico de acuerdo con Engels, ya que establece por primera vez en la historia, el sujeto político llamado a sepultar el capitalismo y está guiados por los siguientes principios: 1. El socialismo es el control por parte de la sociedad organizada (…) tanto de medios de producción (…) como de las diferentes fuerzas de trabajo…implica por tanto, una planificación y una organización colectiva Estado-sociedad, consciente de la vida social y económica; (libre iniciativa social) 2. Desaparición progresiva de la propiedad privada de los medios de producción en el socialismo en el transito al comunismo; 3. Aprovechamiento de la fuerza del mercado el socialismo para transitar al comunismo y eliminación progresiva del mercado; 4. Criterio hegemónico de la clase trabajadora en el socialismo; 5.-La lucha de clases como motor de la historia en el transito del capitalismo al comunismo; 6. Criterio de que la clase trabajadora es la clase hegemónica que crea las bases económicas y espirituales del comunismo; 7. Desaparición de la clase social del proletariado en el comunismo, como de todas las clases sociales y capas sociales, como objetivo máximo de la utopía del modelo social.
En lo negativo no se puede obviar que “el socialismo estatista del siglo XX” se caracterizó por un burocratismo que sustituyó el papel de la participación del pueblo en los asuntos públicos, el partido relevó al pueblo, la camarilla controló el partido, obteniendo privilegios, eso lo tenemos claro, por eso en nuestra revolución socialista y bolivariana, aquella que abrió el camino Chávez en el siglo XX, y la que continúa en el siglo XXI con Maduro, debe prever estas lecciones del pasado, ellas fueron producto de las distorsiones políticas engendradas por las secuelas tanto de la primera guerra como de la segunda guerra mundial que impactaron la sociedad soviética, tergiversaron su curso socialista que por cierto ninguno de los países nórdicos vivió semejante experiencia de destrucción, puesto que se mantuvieron al margen de la guerra imperialista europea al margen de la carnicería humana creada por el capitalismo fascista, al margen del holocausto social y económico.
Por eso tenemos que desaprender y reaprender de nuevo sobre el socialismo en el siglo XXI, no renunciando a la herencia del pasado, sino sabiendo extraer la sabia, no repetir los errores, evitar que nos desvíen del curso del socialismo verdadero, incluso de ese socialismo nórdico que nos invita el señor Núñez dice, “….me parece muy curioso ese sentimiento “anti socialdemocracia” que expresan los marxistas y que aparentemente es compartida por el señor Acosta, cuando en la práctica, los países socialdemócratas nórdicos como Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia han logrado niveles de vida de los más altos del planeta con una muy baja desigualdad social. Ningún país socialista de inspiración marxista jamás ha logrado niveles de vida comparables con los de los países nórdicos. ¿Es que alguien puede comparar el nivel de vida de un obrero de aquí con un sueco o noruego? ¿Es que acaso los obreros de la extinta Unión Soviética tuvieron niveles de vida comparables a los nórdicos? (2).
LA VITRINA Y EL SOCIALISMO REAL
Como vemos nos pone de nuevo en defensa del socialismo verdadero el señor Torres, el nos ofrece la vitrina de los países nórdicos, es decir el espejo de “el capitalismo nórdico” que muchos venden como “socialismo nórdico”, en cuanto a sus niveles de vida el cual defiende “que ningún países socialista de inspiración marxista jamás ha logrado en sus niveles de vida”, en esto se equivoca, todo el periodo posterior a la II Guerra Mundial hasta la década de los 70 y primer quinquenio de los años 80 el socialismo mostró grandes logros sociales y científicos, no solo deportivo, alimentario, habitacional, salud, educativo y lo más importante hizo posible un mundo de paz y distensión internacional. Lamentablemente todo aquello quedó en el pasado, la guerra contra el socialismo, la carrera armamentista, los errores del socialismo del siglo XX, hizo que se desplomara la sociedad, el nivel de vida cayó, la productividad del trabajo disminuyó, el socialismo no pudo sostener el sistema mundial del socialismo, pese a haber liberado a Europa del fascismo alemán que ni siquiera el capitalismo nórdico hubiera podido sobrevivir dada la pequeñez de estos países y su población.
Hoy vivimos una época de conflictos locales a escala mundial, el imperialismo luego de la caída de la Unión Soviética, de la restauración del capitalismo en los países de la Europa del Este, incluso en la misma Ucrania, exrepúblicas soviética, inclusive Lituania y Estonia, es más agresivo el imperialismo y su sistema económico capitalista, el mundo no está más seguro, vivimos tiempos de amenaza de fuerzas permanente, contrarrevolucionarias, apuestan al caos global, a invasiones impunes como la de Irak, Yemén, Siria, Libia, entre otros. En este escenario ¿cuál es la situación del capitalismo nórdico que defiende el socialdemócrata Torres?.
¿Aparte de los errores del socialismo qué se han reconocidos, veamos qué ha aprendido “el capitalismo nórdico” de la crisis del capitalismo entre el siglo XIX y XX, sobre todo del socialismo del siglo XX? Por ejemplo, en cuanto al nivel de vida de la cual se enorgullece el señor Torres ni se imagina que gracias al papel del “Estado de bienestar”, que no es ningún logro del capitalismo, el capitalismo escandinavo o nórdico ha sobrevivido. Por el contrario es una desviación del mismo sistema capitalista “natural”, por su papel intervencionista en la economía, estas naciones los países socialdemócratas nórdicos como Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia han podido elevar la calidad de vida, yendo en contracorriente de los preceptos antiliberales y anti-neoliberales, la diferencia de ambos es que el primero minimiza la participación del Estado, y el segundo desmantela el Estado nacional, el fruto de su creación acabada en el siglo XX, devorado por su propio creador.
Por otra parte, el capitalismo nórdico han logrado que “el Estado sea benefactor de la sociedad”, un aspiración del socialismo incompleta, ya que el bienestar social es un problema de la sociedad, de la participación de todos y no solo del Estado, de manera que simples pero bien aplicados factores políticos propios del socialismo, diríamos que es un préstamo político, un capital político, que han logrado que estos países sean ejemplo de una nación ideal no en cuanto a el sistema capitalista, a que estos países tengan una política capitalista, sino a que estos tengan una cultura de sabiduría, emprendimiento y solidaridad en pro de un bien común” (3).
Así pues el capitalismo nórdico si algo ha aprendido del socialismo del siglo XX, es la participación del Estado en el bienestar social, en aplicar valores de “solidaridad social en pro de bien común”, valores adversos al individualismo del capitalismo liberal. Asimismo otro factor social que ha influido sobre el nivel de vida de los países nórdicos es el papel regulativo del Estado, por ejemplo, “no ven la necesidad de crear una competencia despiadada o de generar monopolios, ellos sin duda han logrado respetar los sectores que no deben estar vinculados al mercado” (4). Tratan de suavizar las consecuencias despiadadas de la competencia del capitalismo, de la agresiva política anti obrera, de los precios de monopolios, del control monopólico del capitalismo.
Adicionalmente como explicar la elevación del nivel de vida sino que estos factores todos los países nórdicos tienen significativamente, “una distribución más equitativa de los ingresos” y una proporción más pequeña de personas que caen debajo de la línea de la pobreza que cualquier otro país del mundo”, (5) siendo así, el capitalismo nórdico no elimina la pobreza social, sostiene un nivel de pobreza social, de personas desempleadas, por otra parte, “los países nórdicos son sociedades con impuestos relativamente altos, ello no tiene porqué ser un impedimento para la competitividad, pues las personas de estos países están dispuestas a pagar impuestos altos desde que estos se usen para otorgar mayores beneficios para temas sociales como la creación de puestos de trabajo y más frenos para desincentivar actividades no compatibles con el desarrollo sostenible” (6).
LOS FACTORES POLITICOS
Estos factores políticos y culturales en conjunto han podido hacer que estos países nórdicos sean vitrinas del capitalismo, espejo de una sociedad capitalista gracias a la cultura del ciudadano, al papel de la solidaridad social, a la cultura del bien común ajena al capitalismo salvaje, al capitalismo neoliberal que nos habla del Estado mínimo, de niveles de intervención del estado mínimo y no se trata de creer que el capitalismo nórdico sea un capitalismo humano, sino que aprovechándose de las lecciones del socialismo de estado, “los países nórdicos se pueda tener una vida digna, es más que todo gracias a su cultura que influye en sus ciudadanos a adquirir y crear conocimientos, a tener espíritu empresarial, a ser solidarios, además de que han logrado que el Estado sea benefactor de la sociedad” (7).
Como vemos hay un detalle que el socialismo debe profundizar, la iniciativa social empresarial, el espíritu social empresarial, en aras de adquirir conocimientos, habilidades y talentos empresariales, una cultura gerencial para poner las empresas sociales al servicio de la sociedad, de aprender a producir socialmente decía Marx y trabajar para la sociedad, a ser solidario, a que el estado coloque todas las herramientas para fortalecer la iniciativa social empresarial, no para beneficios de unos pocos, sino beneficio de toda la sociedad, con esto estaremos paulatinamente creando la base económica del socialismo.
Volvamos a nuestro capitalismo nórdico o también socialismo socialdemócrata, de la cual muchos defensores del capitalismo dicen que es gracias al llamado capitalismo humano que estas naciones son tan desarrolladas en todo ámbito, pero en realidad “no es gracias al capitalismo que en los países nórdicos se pueda tener una vida digna, es más que todo gracias a su cultura que influye en sus ciudadanos a adquirir y crear conocimientos, a tener espíritu empresarial, a ser solidarios, además de que han logrado que el Estado sea benefactor de la sociedad; son estos simples pero bien aplicados factores los que han logrado que estos países sean ejemplo de una nación ideal no el sistema capitalista, pues así estos países tengan una política capitalista, tienen primero que eso una cultura de sabiduría, emprendimiento y solidaridad en pro de un bien común” (7).
Estos factores culturales, los valores de la sabiduría colectiva, el emprendimiento social, y la solidaridad destacan en la sociedad nórdica, que han logrado paliar la situación de la competencia cruel del capitalismo, apenas mantener una sociedad con menos desigualdad social, pero no eliminado la explotación del hombre por el hombre, las raíces de la desigualdad socioeconómica por lo que la mayoría de la sociedad se ve obligada a acudir a los sistemas sociales. Sim embargo una bomba social está por estallar, “la bomba de las pensiones sociales” en los países nórdicos, esperemos que no sea así, puesto que en ellos, “las comunidades locales las que tienen la principal responsabilidad de proporcionar servicios, los beneficios son establecidos por la legislación nacional, pero las autoridades locales tienen una significativa libertad para decidir cómo suministrarlos, esto facilita el manejo de los recursos y la vigilancia social de las personas sobre sus dirigentes para evitar la corrupción”, como vemos más loas al socialismo, a las bondades del socialismo, a las comunidades locales que participan, una legislación social garante, contraloría social (vigilancia) sobre los dirigentes, son todas lecciones del socialismo reaprendido en el siglo XXI.
Fuentes:
1.-Tores Núñez, Hernán L., “Aprender del socialismo, ¿Cuál de todos?”, htorresn@gmail.com, 05-08-2015.
2.-Idem.
3.-Sociología, “El sistema social delos países nórdicos”, 07-11-2012.
4.-Idem.
5.-Idem.
6.-Idem.
7.-Idem.