Las categorías están claras en la sociedad moderna, aquellas que da origen el capitalismo, el proletariado y la burguesía, La burguesía siempre ha considerado que la ciencia económica es quien estudia el mecanismo de elección económica, las decisiones del sujeto económico en situación de escasez mejor dicho la habilidad racional que tenga los sujetos económicos para decidir entre recursos limitados y escasos. Nada más lejos de la realidad semejante reducción de la economía a la toma de decisiones, a la cuestión de los recursos, como si la economía se reduce a cosas, a elecciones entre cosas, y no a decisiones sociales que afectan sobre todo a personas más que las cosas en si.
LASA DOS RACIONALIDADES ECONOMICAS
De manera pues, la economía burguesa es un simple “enfoque de habilidad racional”, para sobrevivir, de manera que unos ganan y otros pierden, siendo así, el hogar de la economía a lo que alude Ochoa no puede permanecer en paz, no tiene un sentido romántico que se diga, no es un idilio cuando se estudian la economía, ya que diversos grupos sociales con intereses económicos se confrontan por la propiedad de las cosas. Hay una fractura en el hogar social, tanto en la vida privada como social, por eso se confrontan dos racionalidades, dos enfoques, dos sistemas de creencias, en la sociedad moderna, una es capitalista y la otra la socialista ambas animadas por intereses contrapuestos, una el lucro privado, la cosa, la otra el bienestar social general.
Las dos racionalidades económicas se confrontan, la racionalidad burguesa y la racionalidad socialista, bien dice Ochoa, “La esfera privada movida por la eficiencia en el uso de los recursos y la esfera pública conducida por lo excelso desde el ejercicio de la conducción de la polis para la realización de un ideal trascendental, con una práctica prudente que refleje la conducción de todas en un ejercicio liberado de la individualidad y guiado por la vocación colectiva, que en algún momento en los albores de la Revolución Francesa se le denominó "la voluntad general", en clara disputa con la libertad individual.
El ejercicio por la conducción de la polis, del hogar de todos no puede ser menos eficiente que la esfera privada, no pueden contraponerse bienestar y eficiencia en el uso de los recursos sociales, en la gerencia de los recursos públicos, puesto que está en juego, la practica prudente de la administración pública, en ella están colocados los ojos colectivos, los ojos de todos y todas, es el ejercicio libre de la individualidad expresado como voluntad general, como voluntad soberana cuyo fin es lograr la eficacia del objetivo del bienestar general.
En cambio; la gestión privada si sacrifica el bienestar social por la eficiencia de las cosas, no logra equilibrar este problema, movido por la racionalidad del lucro, sometido a la competencia, a las leyes de la sobrevivencia, separando el hogar propio de la polis, movidos por los bienes, aquí se confronta de nuevo la idea de la voluntad general y la individualidad, el colectivo (el ser social) y el individuo burgués. Como dice Ochoa: “El devenir histórico de la "voluntad general" y de la "libertad individual" nos ha demostrado cuan diversos pueden ser los criterios desde la lógica del cuidado del "hogar" y las normas que lo conducen”.
Desde la lógica del hogar de todos, el planeta tierra, la libertad individual no puede rebasar la voluntad general, su lógica nos lleva a la destrucción del hogar, las normas que lo animan, la ética de la explotación de la naturaleza y la sociedad por medio de los instrumentos capitalistas conducen a la destrucción general y extinción de la vida del planeta. Grecia es buen ejemplo de ello donde economía capitalista y ecología se contradicen. ¿Dónde está el drama? ¿En la racionalidad de las elecciones individual?, No acaso se superpone las elecciones individuales, del capital financiero, del capital colectivo en imponerse sobre la soberanía nacional, sobre el interés general.
EL DRAMA DEL OIKOS SOCIAL
Ochoa afirma que “Muy probablemente, el drama está en que se absorbió el discurso del "hogar" (su logos) por la procura de la maximización de la ganancia desde la cual el "hogar" es desplazado de su origen…”, el capitalismo absorbe el discurso del hogar, lo envuelve, lo somete por la procura de “la maximización de la ganancia” de las elecciones individuales, donde “los criterios desde la lógica del cuidado del "hogar" y las normas que lo conducen….” Son abolidas por una nueva ética suicida, y criminal en la esfera pública, expulsando al ser social del hogar, eliminando el legado de la revolución francesa, la vocación colectiva, que en algún momento en los albores de la Revolución Francesa se le denominó "la voluntad general".
Ahora bien; el hogar o el oikos cuando es secuestrado por las fuerzas individuales, o la asociación de estos en forma anónima, el capitalismo colectivo, cuando “es desplazado de su origen para constituirse en el lugar de la conducción y medida de éxito del gobernante” usurpador nos lleva a la lógica de descuidar el hogar común, la sociedad de todos y todas, a perder el sentido de lo social, de la solidaridad, del apoyo mutuo, de allí el extravío humano, el sentido de la perdida de lo social por el gobernante, donde “La política clásica entendida como la procura del bien común se trastoca en la política moderna concebida como la forma de alcanzar el poder y mantenerse en él a través de la conducta estratégica ante los otros”.
Siendo así las cosas de la economía, perdiendo su sentido social, de lo público, del hogar común, entonces, “La economización del gobierno, es decir, la búsqueda de dispositivos que regulen el poder desde una perspectiva que privilegia la reducción de incertidumbre, y con ello se maximice el control de todos, va a dar lugar a un proceso en el cual el "hogar" es desplazado por el poder como ejercicio y aspiración” de la burguesía moderna. Se pierde el esfuerzo de todos, la cooperación de todos, la eficiencia de la división social del trabajo para lograr los objetivos del bienestar común. La economía pública pierde su horizonte, el Poder se coloca por encima de la meta del bienestar.
Mejor dicho, la economía pública, la economía del poder burgués en “El devenir histórico de la "voluntad general" y de la "libertad individual" nos ha demostrado cuan diversos pueden ser los criterios desde la lógica del cuidado del "hogar" y las normas que lo conducen” se contraponen. Así; “La política despojada de su tiempo histórico queda convertida en procedimientos de legitimación pseudo-democrática de las formas de gobierno de facto que se ejerce desde lo económico. Con mayor precisión, desde el ejercicio del último avance de la economía en su condición de regulación de conductas: lo financiero”.
LA POLITICA EN LA GLOBALIZACION
En la era de la globalización financiera del capitalismo mundial, se puede apreciar “Con mayor precisión, desde el ejercicio del último avance de la economía en su condición de regulación de conductas: lo financiero. Este último punto es esencial poder explorarlo para comprender como el ejercicio de la soberanía definida territorialmente es secuestrada por el elemento financiero. (La Banca Mundial, el Banco Europeo, la nota es mía) Las finanzas cada vez más se abstraen e independizan del territorio y de la economía real referida al trabajo y a los productos reales. De igual modo, las finanzas se separan de la economía, creando un Poder ilusorio, referido al trabajo real, la economía real y los productos financieros, como un Poder que distorsiona el mercado y más allá del territorio, de la soberanía territorial, colocándose por encima de las voluntades generales. Las finanzas pues es un procedimiento para regular las conductas de los países, para legitimar la dominación mediante la hegemonía financiera.
Así la “Política en el marco de lo financiero como dispositivo de gobierno, (El ejemplo de Grecia de acuerdo con Ochoa) constituye el desmantelamiento del cuerpo del sujeto político y su abstracción como nodo en una red de crédito e intereses que se subordinan a los dictámenes de mecanismos supuestamente inspirados en reglas inquebrantables de la economía como disciplina de lo instantáneo”. La voluntad general se fragmenta, se desmantela su interés general, se disuelven sus aspiraciones, las redes del crédito los domina, el control bancario los somete, la política de congelamiento de fondos públicos, el oikos por dentro se desmorona y la resistencia se castiga, el Estado se hace punitivo salvando los bancos, dando la espalda al soberano, desnaturalizándose así mismo.
Así; es la tragedia griega, “A la luz de las últimas acciones, parece que Syriza se atrevió apelar a la soberanía del pueblo griego para comprarse tiempo histórico en un negocio donde la historia nada compra, y en ese caso, se pierde todo el crédito. El ataque contra Tsipras parece recordarnos que si bien ha ocurrido el desmantelamiento del cuerpo del sujeto político para ejercer el gobierno, es necesario que ese castigo se imprima de forma indeleble, en el causante de tamaño desatino: buscar la solución política a un dispositivo de gobierno casi perfecto como es la finanza”.
Pues bien ese cuerpo social de los sujetos políticos en Grecia está vivo, apelar a la soberanía del pueblo, para luego darle la espalda, comprar tiempo, o ganar espacio, que a todas luces, si la historia no compra, pero si paga, el pueblo está vigilante, no está desmantelado ese cuerpo político, el castigo de la historia espera por saldar su cuenta, el castigo espera a los traidores, por buscar la solución política en las finanzas, es como dice Ochoa, “el descarnado ejercicio del poder que ahora demanda olvido porque el castigo y el acto de imponer la conducta de los otros es un acto instantáneo. Es un acto financiero”, la historia no los absolverá, tendrán que pagar sus deudas sociales.