Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda. Ernest Hemingway…
Con todo lo que se sabe, de Didalco Bolívar (Aragua), Manuel Rosales (Zulia), y David De Lima (Anzoátegui), jamás ellos, y sus candidatos que apoyen, volverán a ser votados, y entonces habrá que admitir que somos un país de mierda, donde reina la impunidad, al serle perdonados sus delitos por corrupción a cambio de participar (como candidatos unos e impulsadores otros) en las legislativas del 6D como caballos de Troya. Naturalmente, que Venezuela, no son solamente sus políticos, sino sus ciudadanos que en él habitan, los que nadan en el excremento. Y no me refiero únicamente a los políticos de la oposición, sino que abarca a ciertos dirigentes de la nomenklatura rojita, y de las diversas izquierdas, y opciones del GPP. Con esta alta inflación, colas, escasez, especulación, mala calidad de vida etc. Ningún politiquero se salva de estar incluido en el país de mierda, como han convertido a Venezuela, donde el profesional, y el recoge latas, hacen la misma cola bajo el inclemente sol para comprar una bolsa de leche. Los ciudadanos los tienen en la mira para cocinarlos el 6D en su propia salsa, y la izquierda cabrona, con sus politiqueros al frente, han caído en la falta de dignidad, y rigor ante este desastre.
Los ciudadanos esta vez serán quienes marquen las pautas que los nuevos diputados deben recoger, y aplicar, y no al revés para empezar a resolver este desastre. La oposición debe entrar en armonía, con la izquierda, y no en discordia. Tienen que moverse al unísono, para darle calidad de vida al pueblo venezolano, tiene que existir entre los nuevos diputados una comunión espiritual, pero no de intereses. La nueva Asamblea Nacional no puede seguir moviéndose con impulsos políticos descoordinados, y las discrepancias deben ser solventadas con altura política, ya que es una forma de no mezclarse con la mierda. Los múltiples y solitarios insultos en la sesiones de la actual AN, lo que ha hecho es hundir al país en la impotencia. En pleno siglo XXI, con el desarrollo de IV generación de la tecnología de las comunicaciones, no se puede seguir pensando en un pensamiento único, ya sea de derecha o de izquierda, sino de converger en lo esencial para sanear la economía venezolana.
Los integrantes de la AN actual, ni siquiera se han puesto de acuerdo en saber quienes son de izquierda y quiénes son de la derecha, lo que hay son diatribas estériles, que caen en las soeces descalificaciones, y los bajos sectarismos. Es por eso que los nuevos diputados no pueden seguir siendo mierda, porque la mierda no se distingue, si es de izquierda, o es de derecha. Ningún político tiene el monopolio de la verdad, y menos de la pureza, ya que muchos se creen seres superiores. La actual burocracia bolivariana ha arruinado el país moral y políticamente, y en tal sentido cobran fuerza las palabras de las encuestas, y los descontentos por el alto costo de la vida. Nos han arrastrado y empobrecidos a todos los venezolanos, y han llevado a la mierda a Venezuela como nación, y hasta ahora, no hemos sabido reaccionar, ante el continuo discurso politiquero de albañal. Seremos culpables si votamos nuevamente, por los causantes de este desastre, y también por no movilizarnos para que digan como saldremos de este atolladero económico, no por jugar a ser desestabilizadores de la discordia, como dicen algunos que nos la pasamos criticando de todo, y así ellos se justifican ante este desastre.
Exigimos soluciones, no promesas vanas, burdas y peregrinas, mientras los nuevos corruptos aspirantes a diputados arribas nombrados, se reafirman en su impunidad, y su descaro, su espíritu grosero, y su arrogante desprecio hacia los venezolanos en las aberrantes colas, que todos la soportamos sintiéndonos vilmente maltratados, como ciertos animales revolviéndonos en la mierda.