Usted se imagina a un grupo de ricos del Este corriendo a un barrio de Caracas para ayudar a varias personas de un barrio del Oeste a los que una ráfaga de viento les voló los techos de sus precarias viviendas? Eso no existe. Se imaginan a un hijo de un millonario del Este de Caracas asomado a la ventana de su mansión escribiendo un poema a la pobreza? Eso no existe. ¿Se imaginan a una de esas señoras de gorrita de pelotero y licra, más un garrotico de plástico, peleando con un bachaquero para que le venda un cartoncito de huevo a una anciana del barrio? Eso no existe. ¿Se imagina a un sujeto de esos que andan comprando ropa, yates, aviones y quintas, con una brochita de la Misión Tricolor? Eso no existe.
¿Cómo puede un rico decirle a un pueblo que él se va preocupar por los pobres? Eso no existe, ¿Cómo puede un hijo o nieto de un antiguo vendedor de esclavos negros decirle a la gente de Barlovento que él va a velar por ellos? Eso no existe. Es decir no estamos en tiempo de estar creyendo. El tiempo del engaño se esfumó; fue una brisa que se llevó la historia. La gente de hoy no cree en demagogia al estilo de ese patán llamado Henry Falcón, ¿cómo puede alguien que se valió de los votos de un buen hombre como Chávez para llegar a donde está para arengar que "yo represento el futuro", eso no existe, pero en Lara a los pobres los utiliza el traidor para hacerse publicidad; los engaña.
Los pueblos se han quitado la lagaña mentirosa de los ojos. Los príncipes en blancos alazanes besando princesas sumidas en notas, en curdas de orgías se los llevó Disney con él; fueron vapores de la fantasía. Ahora los pueblos que necesitan sobrevivir al neoliberalismo, a la esclavitud cibernética, a los emporios guerreros, se están adecuando a una nueva forma de luchar sin ser utilizados. La mentira esa de la "dictadura del proletariado", se marchó en el tren de medianoche a Georgia a bailar salsa y no blues.
La revolución Bolivariana ha impactado al mundo de la inteligencia; es en ella donde se descubren los elementos para no seguir siendo fanático de ninguna fuerza de mentirosa filosofía creada por judíos que jamás se quitarán del cerebro la idea de que son los "hijo preferidos de Dios" Dígame usted lector que lee esta monserga, ¿puede un fanático religioso ser ejemplo para alguien sin mostrarnos que Dios lo ama a él solamente? Pues durante años fuimos una manada de seguidores del marxismo hasta que descubrimos que en cada pueblo hay alguien a quien seguir; por ejemplo aquí tenemos a Bolívar y a Chávez, más un extenso grupo de mujeres y hombres que han dado suficiente ejemplo histórico ¿paquemásh?
Por eso la quitada de velos. Por eso los verbos de encendida fuerza que se expandian en la atmósfera para decir que "Yo represento la verdad", se han ido develando; la verdad está en el minucioso cerebro de quien investiga y el pueblo ha venido investigando. Los intelectuales que se jactan de profundos conocimientos, esos que lucubran saber más que pescado frito con tos toncitos tostaditos, van quedando solos, musitando soliloquios entre las paredes de sus febriles y vanidosas locuras, adormecidas por baratos hijos de infinitas vendimias que causaban boberías en la República del Este, donde los "poetas" amanecían con los pantalones en las rodillas víctimas de la curdas nocturnales y los besuqueos de Morfeo hecho realidad. Borrachos existenciales se hacían llamar en el Gran Café de Sábana Grande mientras el ridículo les machaba los dientes de bagazos intestinales.
Los pueblos no creen ni en idiotas ni en ricos que mienten diciendo que ellos son la solución ante un mundo que muere bajo las bombas inteligentes y los hombres brutos bañados en saliva que mienten. Ya basta, hoy no se cree en la doña ni en el don, la lady y el gentleman, que se vayan a la mierda a mentirles a otros dentro de la cañería del retrete,
Los pueblos entendieron que habían estado ausentes de su esencia. Comprendieron que existieron Bolívar, Sandino, Morazán, Sucre, San Martín, Martí, Pancho Villa, Chávez, Alí Primera, Mercedes Sosa, Víctor Jara, Allende y otros genuinos representantes de la lucha por la verdad sin estar mintiendo.
¿Qué hoy un rico del Este haga como hizo Eugenio Mendoza, Blas Lamberti, Rómulo Betancourt, Caldera, y otros vándalos de la demagogia al apoderarse de aquella lucha de 1959 para llenar ese mismo Este caraqueño de "bervelihill, boston, y jolivud venezolanos" EN ESTE INSTANTE NO ES POSIBLE. Solo el pueblo salva al pueblo con su gobierno de característica NATURAL. Los ricos del Este sufriendo porque una mujer no tiene una harina pan para hacer una arepa a su hijo en el barrio? Eso no existe y no existe porque el AMO DE EMPRESA POLAR, su pana, su curruña, su millonario preferido, la esconde para llenar de rabia a un pueblo que le dará una lección de valentía, orgullo y ética.
