El 6 de diciembre los militantes de bases del PSUV, tienen la oportunidad de demostrar a los jerarcas y cúpulas que han secuestrado la organización su descontentos como se ha dirigido la organización de Chávez. La falta de democracia, la imposición, la corrupción y la obediencia debida son las normas y principios que reinan en la estructura partidista. Sabemos que la organización no hay democracia y las cúpulas se lo manifiestan a los dirigentes y militantes “Nosotros somos los estatutos del partido” y cuando se trata de amedrentar van más fondo. “Soy la Constitución, el Poder Judicial y la Ley y si no les gusta ahí está el SEBIN esperando”, esta última amenaza es cuando algunos de los concejales, diputados y dirigentes del PSUV o GPP tienen cuentas pendiente con la justicia.
En todos los estados de Venezuela el PSUV y la MUD han actuado en tándem para violentar la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela al imponer a la militancia candidatos foráneos, ajenos a los problemas de esas comunidades, los candidatos a la Asamblea Nacional según establece la carta magna en su artículo 188° en su numeral 3: “Haber residido cuatro años consecutivos en la entidad correspondiente antes de la fecha de la elección”. Este precepto es violado por los gemelos antidemocráticos.
Se deben producir cambios en la conformación d la futura Asamblea Nacional, es necesario que se abra un debate sin demagogia, con sentido patriótico y humano para revertir el desastre impuesto hasta ahora. El país no soporta la crisis económica, política, social y ética que vive el país. Aunque muchos traten de ocultar su ineficiencia, irresponsabilidad y falta de transparencia. La opacidad, la manipulación y la turbulencia es una práctica para responsabilizar a otros de la ineptitud y la corrupción, la tratan de ocultar con cortinas de humos, la de los últimos dias solamente electorera ante su debacle electoral que se aproxima. Toda la responsabilidad de su desastre no puede ser obra de Obama, del Imperio, de los oligarcas y los pelucones. Ese desastre es también responsabilidad del gobierno nacional, del presidente Maduro y del presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, reconocer los errores es de sabio.
Venezuela se ha manejado sin criterios económico y social, la han conducido como una bodega, un país no puede ser gobernado así, hasta los libros de las cuentas los patearon y los escondieron. El Banco Central de Venezuela (BCV), no tiene autonomía, se desconocen los índices económicos, porque el gobierno ha prohibido presentar los números ante el desastre, Por ahí saltó un diputado, aspirante a la NASA o Harvard a decir que el BCV no revela los números porque Venezuela es un país en guerra, que inteligencia se desperdicia en la Asamblea Nacional. Que talento. Claro que estamos en guerra, los ciudadanos y los agentes policiales honestos sufrimos una guerra que nos declaró el hampa y el gobierno no actúa con el carácter necesario para combatir este flagelo de la inseguridad ciudadana, será por esto las declaraciones del ministro de la defensa Padrino que Venezuela comprara doce Sukhoi Su- 30 para combatir el hampa, porque con los países vecinos estamos en sana paz, aunque hay ruidos diplomáticos. Esos dineros en gastos militares son tan necesarios para comprar alimentos y abastecer el país.
Si hay opción para pueblo el 6 de diciembre de hacer cambios en la Asamblea Nacional, ante todas las adversidades, compra de tarjetas partidistas y conciencia, además de las trampas y trabas. Marea Socialista tiene propuestas para el golpe de timón anunciado por Chávez en el 2012, pero en el PSUV la dirigencia es ciega y sorda, no escucha a la militancia de base. Después de varios años proponiendo el debate y la crítica en el PSUV, no se podía mantener la pasividad o posiciones cómodas y el silencio para no molestar a los jerarcas. Surge Marea Socialista con críticas y propuestas para insurgir de la crisis económica, social y moral que padece nuestro país. Con todas las trabas del CNE y con tarjetas de otras organizaciones políticas progresistas y con dignidad Marea Socialista presenta candidatos en 15 estados de Venezuela. Hombres y mujeres dispuestos a luchar por impulsar la rectificación y revisión de la actuación del gobierno nacional que actualmente conduce a este país a una hipercrisis económica y social. Aún hay tiempo de salvar la Patria.
Hay interesantes propuestas de MAREA SOCIALISTA sobre el debate y la crítica necesaria en las organizaciones políticas. Esto debe ser una constante en un partido democrático, más si se hace llamar revolucionario. No se puede Construir un país sin la participación colectiva de todo. No se puede imponer políticas públicas sin la participación del pueblo, no podemos repetir los errores del pasado de tener una militancia sumisa, mediocre que se convierta en zalameros de oficio. De ahí podemos ver el planteamiento e ideas de Alfredo Maneiro, tan vigente hoy, Alfredo decía sobre los Rasgos no revolucionarios de una organización. Cito:
“ Pero, si bien es cierto que no se puede afirmar a priori la calidad de una organización política cualquiera, si se puede negar a priori la calidad de algunas de ellas. Es decir, ciertas estructuras partidistas desarrollan un espíritu de secta tan marcado, sustituyen de tal manera la disciplina por la obediencia, vician a sus afiliados con un juego tan complicado de jerarquías, gradaciones, amiguismos, arbitrariedades, etc., y, sobre todo, crean tales dificultades a la confrontación libre de opiniones, que la lucha interna solo puede expresarse a través de zancadillas, corrillos, pactos ominosos y manejos oscuros. Estructuras así terminan por producir un militante condicionado, de mediocres aspiraciones y cuya audacia, valor y espíritu crítico se resuelve, a menudo, en una racionalización forzada de las verdades, valores e intereses del partido. En realidad, abundan modelos organizativos que, no importa sus reclamos ideológicos, devienen modelos en escala reducida del mismo “sistema” a cuya destrucción dicen aspirar. En realidad, existen organizaciones revolucionarias que parecen solo preparadas para adueñarse del aparato del Estado existente con el objeto de “ponerlo en marcha para sus propios fines”.
Ahí está claro lo que no se puede hacer con una organización política, porque va encaminada al fracaso, se plasma con toda claridad los rasgos hasta hoy del PSUV.
Igualmente la interesante propuesta de la conformación de una plataforma para la Auditoria Publica y Ciudadana para investigar los hechos de corrupción, la malversación, el desfalco y la estafa contra los dineros provenientes de las exportaciones petroleras, más la de los tributos directos e indirectos, la utilidades del BCV y los dividendos petroleros que han generado 2 billones de dólares. Hay que investigar cómo se desaparecieron, quienes recibieron divisas para realizar negocios fraudulentos con las divisas, ¿Dónde están las empresas de maletín denunciadas? ¿ Qué hace la Fiscalía, la Contraloría General de la República y la Asamblea Nacional? ¡Nada!
El pueblo venezolano necesita una Asamblea Nacional que cumpla sus funciones, investigue, supervise y fiscalice al Estado, No que sean cómplices y guarden silencio ante el antro de corrupción que se ha convertido muchas instituciones del Estado, una de las principales causas de las carencias de alimentos, medicinas, bienes de consumo básicos y además de la ruina del transporte público y privado por falta de repuestos y autopartes, sin mencionar la debacle de las empresas básicas de Guayana.
El 6 de diciembre se pueden cambiar esta situación, el pueblo tiene la palabra. En el estado Bolívar los candidatos de MAREA SOCIALISTA van en la tarjeta de JOVEN, son hombres y mujeres comprometidos con las luchas del pueblo y dispuestos a servir de instrumento para que los trabajadores venezolanos y el poder popular inicien de una vez su papel protagónico.
