Ganar las elecciones "como sea" difícilmente no puede decirse que contiene lo bueno y lo malo. Si algo caracteriza al socialismo es su principio humanista, y el rescate de lo ético en la política, y una frase como esta, rebuscadamente justificadas simplemente no es reflejo de la ética política del socialismo.
Desde Maquiavelo hasta nuestros días la política como acción de lo político separó la ética de la política por aquello que nunca dijo Nicolás Maquiavelo pero que todos repetimos sin cesar: "el fin justifica los medios". Esa ha sido la estructura básica de formación de los Estados Modernos y de los modelos de gobierno, y la democracia no es ajena a esta situación.
La democracia se mimetizó con su antagónico, el Estado Liberal Burgués, que necesita controlar todo en función del pensamiento único basado en el individualismo y la defensa de la propiedad privada como fin último del Estado.
Así se toma el sistema electoral como base de legitimación del pensamiento y el modelo único. Sin embargo, el socialismo democrático como sistema retoma la justa valoración de la participación ciudadana como única vía de transformación de la realidad capitalista y emerge como alternativa, buscando superar sus propios errores y deformaciones históricas, de ahí nace el socialismo bolivariano, Podemos, Siryza y otras expresiones emergentes en el mundo que atinadamente o no pretenden expresan algo distinto.
Es por todo esto que ganar las elecciones "como sea" se parece mucho más al pensamiento liberal burgués de la libre competencia y el mercado fijado por la "mano invisible", y no al socialismo democrático que plantea la participación directa y protagónica de los ciudadanos en sus procesos decisionales.
Dista entonces tan triste afirmación, de los principios de nuestra Constitución, pero mucho más dista del legado de un Chávez que aceptó su derrota electoral en el 2007 ante la propuesta de una reforma de la Constitución, e insistía permanentemente en ese trabajo político de dialogar con el otro que también vive de su trabajo, a pesar de las diferencias, para hacer una lucha común.
En esa oportunidad Chávez pidió convencer, persuadir, enamorar, dió el método que por cierto hoy quién dirige esta campaña por parte del Psuv que también dirigió la del proceso de reforma, no cumplió porque nunca entendió la dirección.
Presidente Maduro, no es como sea, es haciendo Política, con "P" mayúscula, pero parece que el tiempo no le da, se le ha ido en pelear y excluir a los suyos, por lo que deberemos confiar como siempre en el pueblo para orientar los cambios necesarios a pesar de usted y su equipo, en democracia y convocados a construir el socialismo democrático que el pueblo demanda.