Me dirijo a usted con el ánimo de ofrecerle todo mi apoyo en relación a la nueva etapa electoral que se aproxima. Amiga, Tibisay no se sienta sola en estos momentos en que apenas faltan pocos días para que se celebren las elecciones legislativas. Somos muchos, los que estamos con usted y la apoyamos por su gran labor en el CNE, que no se puede cuestionar, porque usted se ha manejado de manera ética en el cumplimiento de su deber; así ha quedado demostrado a través de las innumerables elecciones que se han dado en el país bajo su conducción y guía.
Esta es una oportunidad que se me presenta y con razón, para enviarle esta carta. He visto que, desde variados destinos usted recibe fuertes descargas emocionales, intencionales e interesadas que tratan de poner en duda su honestidad y capacidad en la conducción del CNE y, para colmo, quien supuestamente es el velador de la democracia en la región, la toma como blanco para expresar a través de 18 páginas los deseos que tiene los Estados Unidos de intimidarla para que usted, por lo menos, abandone el cargo. De hecho, tal carta constituye un abuso y falta de respeto para con su persona y, además de intromisión en los asuntos internos de Venezuela.
Puedo entender, como así creo, lo entienden muchas personas en Venezuela, que posiblemente su posición personal no es la mejor, después de recibir los dictámenes que los Estados Unidos quiere imponer a través de la OEA, en la persona de quien desde ya, se puede considerar un lacayo del imperio, que de seguro, seguirá insistiendo sin vergüenza, y recibiendo sus chequecheque, sin importarle que, a quien afecta es al país, que según el expresidente Jimmy Carter, tiene el mejor sistema electoral del mundo.
Sospecho, que esa carta pudo haberle afectado momentáneamente, pero también supongo que su fortaleza de mujer con experiencia en lides electorales, su formación profesional, pero sobretodo su espíritu de mujer luchadora, minimizó el efecto y la mala intención del lacayo que se atrevió a escribirle.
Quédese usted tranquila, Amiga. Con decisión, el día 6, cuando le corresponda anunciar los resultados que representan la decisión del venezolano de cualquier tendencia política, que hizo efectivo su voto, hágalo con solvencia de manera que el lacayo ofensivo, haga con las 18 páginas, lo que haría cualquiera que va al baño y no tiene papel higiénico. Posiblemente, esta expresión no es la más cónsona cuando me dirijo a usted, pero en el momento de inspiración fue la que se me ocurrió.
Atentamente.