Voté por el Polo Patriótico con plena conciencia de los graves errores que se vienen cometiendo desde el gobierno y del PSUV que finalmente han puesto en peligro fatal la viabilidad de la revolución socialista y bolivariana. Un accionar confuso ha colocado al movimiento popular al pie del sepulcro como diría el Libertador en Santa Marta y con ello una gran oportunidad histórica y planetaria de derrotar el capitalismo. El pueblo tomo una gran decisión y habló como suele hablar un pueblo arrecho, castigando a un gobierno que se ha extraviado para enfrentar al imperio y la oligarquía.
Fíjense, hace dos años, con la elección de Maduro surgió una polarización de siete millones por cada polo, el de la derecha y el de la izquierda, el domingo 6 de diciembre el polo chavista se redujo a cinco millones y el polo de la derecha se mantuvo en siete millones. Esos dos millones NO VOTARON POR LA DERECHA, en tanto que sí le enviaron un mensaje contundente al Gobierno y al PSUV. Es hora de reconocer, rectificar y reimpulsar. Es imprescindible oír al pueblo.
Hay rabia y frustración en la base chavista, víctima de una bestial agresión de la derecha y su poderoso poder económico articulado para destruir al país. El gobierno, teniendo poderosas herramientas para derrotar esa delincuencia organizada ha facilitado la derrota económica.
En esta batalla, el enemigo logro una posición de poder que pone en riesgo nuestra quinta república. La contra revolución tomó una posición clave y con una mayoría de 112 escaños de 167 en la Asamblea Nacional, tienen ahora suficiente poder para defenestrar el poder popular logrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Con el poder logrado, la derecha, apoyada por el imperio norteamericano puede desestabilizar el país, basta simplemente con que convoque una constituyente o pretenda revocar el conjunto de leyes que amparan los derechos del pueblo venezolano, continuando y acentuando el exitoso desabastecimiento que crearon hace dos años.
Maduro deberá por tanto defender al pueblo, con todo el poder de las comunas y movimiento del poder popular, con el poder económico que emana del control sobre el petróleo, oro y Banco Central de Venezuela; el poder armado conferido a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y un maravilloso Plan de la Pátria por cumplir pero ahora hay que transformarlo el poderoso instrumento de resistencia del pueblo.
Ejercer ese enorme poder que tiene el pueblo, concita sacar de las posiciones que detentan, algunos dirigentes nacionales y regionales del PSUV y personajes del alto gobierno, quienes teniendo todo el poder en la mano fueron vencidos por FEDECAMARAS.
Eso y solo eso, lo debe hacer Maduro, ungido por el pueblo como nuestro principal líder.