Chávez dijo: “sólo en la estrategia somos Marxistas”, pero sin duda el Marxismo no fue su única estrategia

Estamos en presencia de una fase maravillosa dentro del proceso revolucionario en que la lógica dialéctica empuja hacia una fase evolutiva que logre sobrepasar cualitativamente las fuerzas de resistencia (contra-revolucionarias) insertas tanto en la oposición como diseminadas en el aparato burocrático del Estado.

Conforme a esta jugada puesta en bandeja de plata para los revolucionarios, aspiramos que nuestro proceso histórico llegue inevitablemente a un punto definido, donde el poder de la vieja clase dominante (la de ahora y la de antes) sea arrasado por los hombres y mujeres que conscientemente tengamos una suficiente comprensión, determinación y visión de las condiciones objetivas hacia el cambio: mediante la lucha consciente, activa y organizada; catalizadora y gestante  del salto cualitativo hacia la consolidación del Socialismo del Siglo XXI legado por Chávez.

Hay un camino avanzado y un nivel de consciencia importante en la población; pero los grandes desafíos a enfrentar son:

1.     La cohesión de la masa

2.     La claridad en la estrategia para alcanzar el objetivo de lo que  Chávez llamó el Socialismo del Siglo XXI.

¿Y de que se trata el Socialismo del Siglo XXI?

El socialismo del siglo XXI, es nuestra herencia.

Sus premisas son nuestro legado.

Somos sujetos y objetos de su desarrollo, y como tales carecemos de la objetividad intelectual para analizarlo.

Sin embargo, desde un punto de vista meramente intuitivo y emotivo, las masas conscientes venezolanas nos encontramos en la búsqueda de la consolidación de un Estado Socialista con las siguientes características:

1.     Ejercitante de una Democracia directa, participativa y comunal.

2.     Basado en un Sistema de Derecho de Justicia Social, donde se integra la supremacía del concepto de Propiedad Social por encima de los elementos ius civilistas, liberales e individuales del Derecho de Propiedad Privada, cuando el uso, disfrute disposición y abuso de los mismos entre en conflicto con intereses sociales tutelados constitucionalmente o que sin estarlo, sean de tal modo progresivamente inherentes al género humano, que sea necesario protegerlos por encima del ius privatista Derecho de Propiedad de los Particulares. Por ejemplo los Derechos fundamentales del ser humano a la Alimentación y a un desarrollo sustentable y sostenido en el tiempo, de esta generación de venezolanos,  de la 2da y la 3ra de los mismos, o de cualquier otro derecho necesario para que los ciudadanos que habitan esta República alcancen el más ético principio con el que se refundó esta República: “La mayor suma de Felicidad posible”.

3.     Un Estado de Derecho y de Justicia donde rijan los principios de  Soberanía y Autodeterminación.

4.     Un Estado de Derecho y de Justicia conformado en una República cuyas bases se funden en la Doctrina Panamericanista Bolivariana; y por tanto anti-imperialista, anti-colonialista e integracionista latinoamericana; contrapuesta a la Doctrina imperial desarrollada por James Monroe y desarrollada por Simón Bolívar.

5.     Un Estado de Derecho sustentado de acuerdo a un planteamiento ideológicamente integral del Ecologismo, como único medio de contribuir a la preservación de la especie humana

6.     Esencialmente humanista desde una perspectiva Cristiana. 

Decía Chávez: “sólo en la estrategia somos Marxistas”.

Y justo –quienes no conocemos ni una pizca de Marxismo, sino que actuamos intuitivamente en el devenir evolutivo de nuestra consciencia como individuos y como Pueblo, nos hemos preguntado muchas veces:

¿De qué se trata el Socialismo del Siglo XXI propugnado por Chávez en su discurrir?

Para comprender ese aspecto –me perdonan los puristas, marxistas, científicos- aclaro que esto es una mera reflexión intuitiva, lo cual no me impide  acercar la mirada a la construcción ideológica de Chávez; y al menos intentar desentrañarla desde la perspectiva del cristianismo social.

E intentaré hacerlo, acercándome a la visión utópica que hace de Jesús, el conocido pensador y poeta irlandés Oscar Wilde en su libro EL ALMA DEL HOMBRE BAJO EL SOCIALISMO, partiendo de una franca mirada a Jesús como utopía o como esperanza, encontrando semejanzas desde el punto de vista ético en las tres visiones existenciales del hombre expresadas por Jesús, referenciadas por Wilde y puestas en práctica como estrategia ideológica en el camino hacia la construcción ética del Socialismo del siglo XXI por Hugo Chávez .

Expresa Wilde, que el verdadero desarrollo individual del Ser, sólo se abrirá paso mediante el Socialismo, ya que cuando el individuo se sitúa en búsqueda de la Utopía: “no perderá su vida en acumular cosas y los símbolos para las cosas. Simplemente  vivirá…y vivir es la cosa menos frecuente en el mundo… la mayoría de la gente sólo existe, y eso es todo”. Decía el pensador que “bajo el Socialismo, el Individualismo será mucho más libre, más bello y más intenso que ahora. No el gran Individualismo imaginativamente realizado por poetas (...), sino el gran Individualismo real, latente y potencial del género humano en general. Pues el reconocimiento de la propiedad privada ha dañado realmente al Individuo, lo ha oscurecido, confundiendo al hombre con lo que él posee. 

Mediante la asimilación de la enseña de Jesús –expresaba Wilde- aprendemos que: “el hombre es completo en sí mismo”…”ya que el hombre llega a su perfección, no a través de lo que tiene, ni siquiera a través de lo que hace, sino exclusivamente por lo que ES.”

En la visión de Wilde, Jesús lo predicó de esta manera:

- ¡Conócete a ti mismo!

-¡Y serás Libre!

Similar concepción del hombre en sí mismo, pero en lo social, se manifiesta en el pensamiento de Chávez, cuando nos invita a los pobres de la tierra, a los pueblos del mundo al auto-conocimiento y valoración de nuestras potencialidades, no partiendo de lo que poseemos o hacemos; sino partiendo del re-descubrimiento de nuestra esencia étnica, histórica, socio cultural, tras la cual se configura nuestra identidad, empoderándonos de los instrumentos necesarios para transformar nuestra propia existencia individual y colectiva como Pueblo. 

Chávez lo expresa a través de un discurso transformador, que motiva a las masas históricamente invisibilizadas, a transitar por un proceso de auto-valorización como herramienta de visibilización cualitativa, y no como número;  dentro de un entorno social, cuyas leyes, carga ideológica en la educación formal; y relaciones sociales y económicas se encuentran aún diseñadas por la élite burguesa.

Chávez, al igual que Jesús, nos invita a conocernos, a ser nosotros mismos, sin que las posesiones o el lugar que ocupemos en la sociedad de acuerdo a nuestros oficios o profesiones o posesiones constituyan  una condición indispensable para hacernos visibles: basta el desarrollo de nuestra consciencia, de clase, social, ética o de las corresponsabilidades como sujetos de la Sociedad.

Chávez se vale de instrumentos basados en los principios republicanos expresados por nuestros próceres: Miranda, Bolívar, Andrés Bello, y Simón Rodríguez; invitándonos a re-descubrir nuestra esencia culturalmente mestiza y americana; geográficamente caribeña, andina y amazónica, y étnicamente afro-descendiente, indígena y europea.

Tal invitación a reconocernos en nosotros mismos, se traducirá en el primer paso para la liberación de nuestras consciencias históricamente colonizadas y alienadas, al afianzamiento de una identidad nacional y a la construcción de un sujeto supranacional unido en la diversidad de una Patria Grande Latinoamericana.

La invitación de Chávez se traduce en:

·       Sé tú mismo en tu propio ser,

·       Conócete a ti mismo en tu identidad, en tu origen,

·       Conócete a ti mismo en tu evolución étnica, cultural, histórica,

·       Conócete a ti mismo en la identificación de tus propios valores individuales y colectivos,

Dicha invitación es asimilable en un plano social a la invitación cristiana resumida en:

“Sólo conociéndote a ti mismo, lo que hay escondido en tu alma, serás libre.

Dijo Jesús al hombre:

“Lo que vale es tu existencia, por encima de tus posesiones. Tienes una magnífica personalidad. Desarróllala. Sé tú mismo. No imagines que tu perfección resida en acumular o poseer cosas externas. Tu afecto está dentro de ti. Si solamente te dieras cuenta de esto, no querrías ser rico.  Las riquezas ordinarias le pueden ser robadas a un hombre. Las verdaderas riquezas, no. En el tesoro de tu alma hay cosas infinitamente preciosas, que no te pueden quitar.”

Chávez, inspirado en el sentido existencialista y ético puramente cristiano nos inculcó que por encima de los bienes materiales, nuestro valor fundamental se encuentra dentro de nosotros: En nuestra consciencia como sujetos activos de la sociedad, conscientes de nuestra propia identidad individual y colectiva, conscientes de nuestra corresponsabilidad social, ética, humanista y solidaria; y conscientes de que nuestra acción humana es transformadora de nuestra propia realidad.

De tal modo que Chávez, construye una Doctrina del Socialismo del siglo XXI, desde la perspectiva de un Cristianismo ético y social, en la que la base de la refundación de la República es el individuo; tal como lo decía el trovador del pueblo Alí Primera: “La Patria es el Hombre” .

En efecto,

La Exposición de Motivos de la Propuesta de Reforma Constitucional, sometida a referéndum aprobatorio el 2 de diciembre de 2007, resume que el individuo constituye el centro de “La mayor suma de felicidad posible”; pero además expresa que la estrategia para alcanzarla, es el re-descubrimiento, el conocimiento ‘a la venezolana’, … en inventar, ingeniar, y construir de acuerdo a las enseñanzas de nuestros pueblos originarios, la afro-venezolaneidad [sic] y el aporte cultural de nuestros próceres”.  

Lo que Jesús le expresa al hombre: 

-Tienes una magnífica personalidad. Desarróllala-

Chávez lo predicó al Pueblo de esta manera:

Sé tú mismo, desarrolla tu personalidad, una vez que descubras cuál es tu esencia (Identidad), no admitirás más leyes que las propias (Autodeterminación), ni otra autoridad que tu propia autoridad (Soberanía), descubrirás que es un proceso natural el ejercicio pleno de tus derechos (Justicia Social) y podrás  transformar tu realidad para  vivir con dignidad, con Justicia Social y Paz (Revolución), pero también incluyó el concepto ético de la búsqueda de mayor suma de Felicidad posible para el individuo (Socialismo utópico), siendo una obligación para el Estado y una corresponsabilidad para los ciudadanos comprender el sentido cabal de la expresión de que la Patria es el Hombre.

Ese es el legado que nos dejó el Comandante, transformado para cada uno de nosotros en un acto de Amor, resumido en la más hermosa estrategia espiritual, ética y humanista para continuar la lucha.

¿QUÉ ESPERAMOS? Chávez nos dejó todo.

 


alisalax@gmail.com



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